Evolución del Pensamiento Ético y Político: De la Antigua Grecia a la Modernidad

Epicuro

Filósofo griego que afirmaba que la única realidad es la materia. Todo se reduce a átomos de materia de distintos tamaños que se mueven en el espacio vacío y dan lugar a sucesivos mundos. Al existir solo la materia, la muerte acaba con la vida del ser humano. Su objetivo primordial para vivir feliz es guiarse por la inteligencia. Existen tres tipos de placeres:

  1. Naturales e innecesarios
  2. Naturales y necesarios
  3. No naturales ni necesarios

Hume y el Utilitarismo

Su ética es motivista. Según él, las normas morales dependen de los sentimientos que llevan al ser humano a hablar de comportamientos buenos y malos. Los comportamientos útiles son los que benefician a alguien o a los demás. Los comportamientos que perjudican son los que se degradan y se reprueban. Estas ideas también las desarrollaron Jeremy Bentham y John Stuart Mill, quienes trataron de hacer de la moralidad una ciencia exacta considerando que la conducta del ser humano está a la espera del placer y el temor al dolor.

Ética Cristiana: Santo Tomás

El cristianismo es una doctrina que pretende salvar a los hombres. El pensamiento cristiano se subordina a la religión. El hombre se considera creación de Dios y, por tanto, Dios se convierte en su fin último. Santo Tomás es el representante de la ideología cristiana del siglo XIII. Presenta un problema: ¿qué es la filosofía y qué es la religión? Santo Tomás piensa que la felicidad perfecta solo puede estar en Dios. Por tanto, los actos humanos son buenos o malos en cuanto acercan o alejan al hombre de su fin, de Dios. Su ética desempeña un papel fundamental: la ley natural, que es lo que se debe hacer para obrar correctamente, también recibe el nombre de ley moral, mientras que la ley eterna son los planes que tiene Dios para nosotros.

Ética Kantiana

Kant, filósofo del siglo XVIII, se centra en la razón en el Siglo de la Ilustración. Las éticas anteriores a Kant las denomina éticas materiales y propone una ética formal. Critica las éticas materiales porque:

  1. Buscan un bien supremo que cualquier individuo busca o intenta alcanzar.
  2. Tienen normas y reglas que hay que cumplir para alcanzar el bien supremo y tienen tres características defectuosas:
    1. Son a posteriori: nacen y dependen de la experiencia.
    2. Imperativos condicionales: usan normas sometidas a una condición.
    3. Son heterónomas: las normas se imponen desde afuera.

Kant quiere una ética que valga para todo el mundo y esa es su ética formal, que carece de contenidos, no impone normas, da la forma de actuar en la que estaría de acuerdo todo el mundo atendiendo a la razón.

  • Es a priori: no tiene relación con la experiencia.
  • Imperativo categórico: norma que vale siempre sin condición.
  • Es autónoma: se da a sí misma la norma que se saca de la capacidad racional.

Tres posibilidades de actuar:

  • Con respecto al deber
  • Conforme al deber
  • En contra del deber

Tres postulados de la ética kantiana:

  • Libertad: si no somos libres no tiene sentido hablar de ética.
  • Inmortalidad del alma: necesidad de alcanzar la perfección en la virtud.
  • Existencia de Dios: para que sea posible lo que existe.

La Comunidad Política en la Atenas de Pericles

En el siglo V a. C. surge en Grecia una nueva forma de convivencia colectiva: la ley, la democracia, la ciudadanía, que consiste en que todos tengan igualdad ante la ley (isonomía). La ley proclama la igualdad de todos en el uso de la palabra (isegoría). También hay libertad de palabra (parresía). A esta igualdad de derechos hay que añadir la virtud cívica, la responsabilidad que los ciudadanos poseen con respecto al colectivo. El civismo, la virtud cívica, procede de la conciencia de pertenencia a la ciudad e implica igualdad.

La Comunidad Política en el Mundo Moderno

En el siglo XVII, los pensadores contractualistas conciben el orden social como un pacto entre seres libres. Los que constituyen la política dejan de ser súbditos y se convierten en ciudadanos, como en Grecia. El contrato social supone una garantía frente a los poderes públicos y regula los derechos y deberes de los ciudadanos. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, elaborada por los revolucionarios franceses en 1789, recoge esta situación. Sin embargo, el contractualismo inicial, al desarrollarse en un ambiente liberal, es insuficiente, y los primeros contractualistas, que son propietarios y pertenecen a la burguesía, reclaman la propiedad privada. De hecho, el liberalismo condujo a que en grandes ciudades industriales se hallaran masas proletarias en unas condiciones de vida infrahumanas.

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