Exploración de la Ética: Desde el Intelectualismo Moral hasta el Humanismo Cívico

Intelectualismo Moral

El intelectualismo moral afirma que quien actúa de forma correcta es porque conoce el bien. Virtud y sabiduría van unidas. El que más sabe es el que mejor actúa, por eso recibe este nombre. El mal procede de la ignorancia. Sócrates y Platón son sus principales exponentes. Los valores morales son independientes de la conciencia humana. Las personas que se comportan mal son incapaces de distinguir entre lo injusto y lo justo. Conócete a ti mismo.

Las Escuelas Helenísticas

Las escuelas helenísticas ofrecen diversas perspectivas sobre la ética:

  1. Cínicos: Rechazan la vida social. Su ideal de vida es que el ser humano se integre en la naturaleza (Diógenes de Sinope).
  2. Estoicos: La finalidad de la vida es la buena vida, en armonía con la naturaleza, pero también con la vida política y social (Séneca y Marco Aurelio). Frente a los sucesos naturales, revelarse es en vano. No hay que dejarse dominar por el temor, el miedo o la tristeza. No se puede ir contra la naturaleza. Hay que asumir con razón para conseguir la ataraxia, la tranquilidad del alma. El sabio vive sin ser perturbado por sus pasiones.
  3. Epicureísmo: Fundado por Epicuro. Dan solución al problema de la felicidad relacionándola con el placer. La felicidad consiste en evitar el dolor físico y anímico y buscar el placer. Consideran que el hombre debe eliminar lo que provoque angustia y desasosiego: miedo a los dioses (viven en su mundo y no intervienen con los humanos), a la muerte (perturbadora y preocupante, pero cuando llega no es nada para nosotros porque no somos nada), al dolor y al fracaso (dolor breve, el fracaso depende de lo que los demás piensen).

Formalismo Kantiano

Para Kant (1724-1804), la acción moral es un fin en sí misma. Su concepción es deontológica. La acción buena se basa en el deber. Estudia el hecho moral en sus obras (Fundamentación de la metafísica de las costumbres y Crítica de la razón práctica). Toma como punto de partida la moral de la mayoría de las personas. Su interés es saber por qué algo es bueno o malo.

La Buena Voluntad

Para Kant, es lo único realmente bueno sin restricción. El talento se puede emplear para hacer el mal. Este concepto ha sido criticado porque dicen que Kant elabora una moral de intenciones y se desentiende de las consecuencias. Pero Kant dice que la buena voluntad determina si una acción ha sido buena, y no las consecuencias.

El Deber

Actuar por buena voluntad o deber es equivalente. El deber es obrar por una norma de conducta (no hay que robar). Actuar por el deber es lo contrario a actuar por intereses. Obrar moralmente supone actuar de forma desinteresada (ayudar a los amigos). Actuar por deber no es lo mismo que actuar conforme al deber. Actuar por deber significa que el deber es la única motivación a la acción, sin pensar en las consecuencias; nuestro fin es cumplir el deber. Kant considera que las acciones meramente conforme al deber no son morales. Kant cree que ayudar a un amigo solo es moral cuando no se busca nada a cambio. Para Kant, una norma moral hay que cumplirla con independencia de los deseos.

Imperativo Categórico

Actuar por deber es actuar por respeto a una ley moral. Kant estaba convencido de que todas las normas de conducta se podían simplificar en una única ley denominada imperativo categórico. Tiene que ser imperativo porque el deber constriñe la voluntad y el deber. Kant distinguió dos tipos de imperativo:

  • Hipotético: Representa la necesidad práctica de una acción como forma para conseguir otra cosa. Son imperativos pragmáticos formados por la estructura «haz tal cosa si quieres conseguir este fin». Se aplican por interés y para Kant no son morales.
  • Categórico: Es un mandato universal y necesario que dice que las acciones son buenas en sí mismas con independencia de las consecuencias. Es el imperativo moral porque indica si nuestras acciones son o no por deber. Tienen la estructura «deber hacer algo» o su negativa «no deber hacer algo». Es el concepto central de la ética kantiana. Solo hay un imperativo categórico, pero se puede formular de cuatro maneras distintas.

La Autonomía de la Voluntad

Si el ser humano es un fin en sí mismo, no puede estar sometido a una legislación que sea externa a él. El autor de la norma moral es el ser humano y no una divinidad. Cuando alguien obra por deber, lo hace siguiendo su propio criterio. La voluntad es autónoma. La ética autónoma kantiana choca con las heterónomas, que se basan en la felicidad o en Dios.

Charles Taylor y el Humanismo Cívico

Charles Taylor, nacido en 1931, es una de las referencias del pensamiento contemporáneo. Aunque no sabemos si este pensador podrá clasificarse como uno de los últimos filósofos morales del siglo XX, sí podemos decir que será uno de los primeros filósofos políticos del siglo XXI. Es el representante del humanismo cívico. Expresa un humanismo que alimente el tejido asociativo de unas sociedades culturalmente plurales y políticamente aterrorizadas. Profesor en Canadá, EE. UU. y Oxford, donde atendió dos cuestiones: la dimensión práctica del lenguaje moral y el humanismo del romanticismo alemán (Hegel y la sociedad moderna) (Las fuentes del yo). También ha editado sus conferencias en dos trabajos distintos (Argumentos filosóficos) (Ética de la autenticidad). La democracia no es solo un conjunto de leyes, sino un proyecto de convivencia.

Liberalismo y Comunitarismo

Quienes plantean el liberalismo como un conjunto de normas que garanticen unos mínimos de justicia son denominados liberalistas, encabezados por Rawls. Sin embargo, Taylor considera que los mínimos de justicia a los que han llegado las sociedades liberales se alimentan de las tradiciones culturales que se mantienen vivas en comunidades que tienen proyectos de vida buena para sus miembros.

Elogio de la Vida Asociativa

Mientras los liberales inciden en los procedimientos, los comunitaristas inciden en los bienes compartidos que alimenten la justicia. Lo que Taylor defiende más que el comunismo es la vida asociativa. Sin la vida asociativa, los individuos no encuentran referencias con las que orientarse (Ética de la autenticidad). El peligro no lo constituye el despotismo, sino la fragmentación.

Cinismo: Referente a la escuela cínica y al desprecio de las normas morales, procede del griego Kion, que significa perro.

Ataraxia: En la doctrina estoica, es la tranquilidad de ánimo a la que llega el sabio que vive en la naturaleza, obedeciendo a la recta razón.

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