Exploración de la Ética: Un Recorrido desde la Antigüedad hasta la Modernidad

1. Los Orígenes de la Ética

1.1 La Ética en la Edad Arcaica

El mundo griego arcaico entendía que el orden del cosmos y el orden humano seguían un desarrollo regular y paralelo. Se reconocía un grado mínimo de respeto hacia el ser humano que, si se infringía, provocaba la ira de los dioses y causaba la ruina de la polis. La justicia se convertía en el valor (virtud) que era necesario buscar y seguir.

Solón, Anaximandro, Parménides y Heráclito consideraban que la justicia del cosmos y de la realidad humana era una y la misma. Estos pensadores hablan de un sentimiento ético del término areté. El ser humano que aspira a la sabiduría debe buscar ese conocimiento supremo, la razón cósmica que lo abarca todo, para saber cómo actuar con acierto y regir su propia vida con orden y armonía. El alma humana se rige por esta ley sublime y el sujeto ha de mirar en su interior para acercarse a ese conocimiento y obrar en consecuencia. Heráclito y los pensadores griegos posteriores señalan que el acto de cometer una injusticia merece todas las condenas. El ser humano debe seguir el curso del devenir cósmico (logos) y huir de la desmesura (hybris) y el caos a los que le arrastra el comportamiento irracional.

1.2 La Primera Sofística

En la Atenas democrática de Pericles se produce una novedad importante: la llegada desde diferentes lugares de Grecia de los sofistas, profesionales del saber que enseñan, a cambio de dinero, disciplinas útiles para aquellos jóvenes que quieran dedicarse a la vida política. Los primeros sofistas como Protágoras comparten una visión de la sociedad fundada en la confianza del ser humano y en su razón. Protágoras era relativista, “el hombre es la medida de todas las cosas”, en el conocimiento, cada individuo interpreta la realidad según como la percibe, de una forma subjetiva. La virtud de los sofistas es la virtud política: actuar bien en una ciudad es tener éxito como ciudadano.

1.3 La Segunda Sofística

Defienden la ley del más fuerte. Las leyes de la ciudad son vistas por estos sofistas como el escudo protector que los débiles han creado para defenderse de los fuertes, un freno a la libertad y a la expresividad de los que pueden imponerse.

Según Nietzsche estas doctrinas aparecen en un momento de crisis de la democracia instaurada por Pericles, que había muerto en la guerra del Peloponeso. El conflicto entre Atenas y Esparta fomentó las ideas antidemocráticas, el pueblo se aferró a la política imperialista iniciada por Pericles.

2. Sócrates

Introduce una alternativa al pensamiento de la sofística ateniense. Una de sus mayores contribuciones en el terreno de la ética fue establecer la virtud (areté) como valor interior del ser humano. El término virtud adquiere connotaciones morales. La virtud es una actitud estrechamente relacionada con el deber. Sócrates introdujo la máxima “conócete a ti mismo” en el método de la mayéutica. Sócrates, además del universalismo de las leyes y de los valores morales, establece un intelectualismo ético: la verdad, la virtud y la felicidad. Quien obra incorrectamente lo hace por ignorancia, por no saber diferenciar lo bueno de lo malo.

3. Los Problemas de la Ética

La finalidad de la acción moral se distingue en dos tendencias:

  • La ética material: Las acciones tienen una finalidad.
  • La ética formal: Las acciones son realizadas porque es un deber realizarlas. La ética kantiana sigue este modelo.

4. El Origen de la Ética

  • La ética heterónoma: Considera que la norma moral ha sido impuesta a partir de una fuente externa, a posteriori. Esta posición es defendida por éticas materiales.
  • La ética autónoma: Defiende que la norma moral que el sujeto tiene interiorizada proviene de su conciencia moral o razón práctica, como la llamó Kant. La norma moral existe en la persona a priori. Es defendida por una ética formal.

5. Los Sistemas Éticos Materiales

5.1 El Eudemonismo: El Bien como Felicidad

Para Aristóteles el bien supremo del hombre es la felicidad. Aristóteles considera que todo el mundo está de acuerdo en que la felicidad es el bien supremo, en lo que no coinciden es en qué se debe entender por felicidad. Algunos confunden felicidad con los placeres, la riqueza o los honores. La felicidad es el bien supremo del hombre porque ha de ser escogida por sí misma y no como medio para un fin y ha de ser autosuficiente. Consiste en obrar bien y vivir bien.

La Virtud

Es un elemento esencial de la vida. Aristóteles la definió como el término medio entre dos extremos. La elección virtuosa es la que se hace sin caer en el vicio, ni por exceso ni por defecto. La virtud no es innata sino el resultado de la educación y del hábito. La actividad de la razón nos proporciona la verdadera felicidad: la vida contemplativa. El fin de la vida humana ha de ser la contemplación de la verdad.

5.2 El Cinismo y el Estoicismo: El Bien como Armonía con la Naturaleza

La escuela cínica (significa perro), según Diógenes, llevar la vida sencilla y austera del perro equivalía a volver a vivir en consonancia con la naturaleza.

Antístenes y Diógenes son los fundadores de esta escuela filosófica, que consiste en el retorno a la naturaleza y en el rechazo de las convenciones sociales. El cinismo denuncia los elementos sociales como una perversión de la naturaleza. Su máxima aspiración es alcanzar la autarquía: la libre expresión del individuo y su autosuficiencia para poder vivir fuera de la polis, sin depender de la sociedad. Independencia total y libertad más absoluta.

Diógenes reivindica el cosmopolitismo, la abolición de las diferencias entre los individuos por razón de raza, lengua, etc., en la polis.

El estoicismo fue fundado por Zenón. El ser humano no vive para conseguir la sabiduría sino para aspirar a ella, condición indispensable para vivir mejor. El sabio es feliz si vive conforme a la naturaleza, si acomoda el comportamiento individual a la ley que rige el cosmos. El mundo humano es una imagen desordenada y caótica; el mundo natural es unitario y sistemático: logos. El ser humano solo puede conseguir la felicidad si es capaz de descubrir esa racionalidad cósmica y fusionarse con ella, en armonía con la naturaleza. Aspira a la ausencia de pasiones que molesten a la ataraxia.

5.3 El Hedonismo Epicúreo: El Bien como Placer

La identificación del bien y la felicidad con el placer está representada por la escuela helenística fundada por Epicuro. La finalidad de la vida es la tranquilidad; el placer es la ausencia de dolor. La felicidad se alcanza cuando se llega a la autarquía y, a través de ella, a la liberación de toda inquietud y temor: ataraxia.

Epicuro critica a los dioses como creadores de angustia y obstáculos de los impulsos humanos; niega toda posición determinista basada en la creencia en el destino. El otro gran temor que las personas deben vencer para vivir con tranquilidad y paz es el miedo a la muerte. La muerte no afecta nunca. La supresión de las sensaciones lleva a la felicidad. El individuo que conozca cuáles son estas necesidades básicas y pueda darles satisfacción conseguirá su propio equilibrio. El placer no es material sino espiritual; equivale a la salud y al equilibrio del cuerpo.

5.4 Utilitarismo: El Bien como Utilidad

El utilitarismo es la teoría filosófica que defiende lo bueno y valioso como útil. Es una elaboración teórica y una práctica política. La Revolución Industrial, junto con el sueño de progreso anunciado por los ilustrados, impulsó la idea de que felicidad = bienestar.

Jeremy Bentham señaló el principio de interés. El ser humano siempre obedece a sus propios intereses: busca el placer y evita el dolor. Se intenta asegurar la felicidad al mayor número posible de individuos; es un hedonismo social.

Stuart Mill, seguidor de Bentham, no solo da importancia al aspecto cuantitativo sino también al cualitativo. Placeres superiores son los del intelecto, la imaginación y los que se refieren a los valores morales.

6. Los Sistemas Éticos Formales

6.1 El Formalismo de la Ética Kantiana

El ser humano es un ser que actúa individual y colectivamente. Para actuar, la persona debe tener algún criterio.

La voluntad humana se guía por éticas heterónomas = éticas materiales; la acción moral tiene sentido en función del bien establecido.

La voluntad se determina a partir de leyes o principios de la propia razón humana y no provienen del exterior; la voluntad se autodetermina: éticas autónomas. Kant afirma que es necesario hacer el bien porque así se consigue el fin u objetivo establecido como máxima aspiración humana: la felicidad.

Máxima y Ley Moral

Los principios de actuación son subjetivos y referencias o propósitos = máximas morales. La ley moral que determina incondicionalmente la acción de todas las personas, un mandamiento ético universal sin intereses o condiciones, se denomina imperativo.

  • El imperativo hipotético es la ley condicionada; obedece a otra ley.
  • El imperativo categórico es la ley incondicionada; obliga a hacer algo por sí mismo.

7. Teorías de la Motivación

  • Conductista de Skinner: Entiende la motivación como incentivos que estimulan la conducta desde el exterior y la orientan en una dirección concreta, de manera que se convierte en hábito.
  • Psicoanálisis: Surgió con el propósito de reducir la conducta, en especial la patológica, a causas de naturaleza inconsciente. Sigmund Freud consideró que los procesos mentales inconscientes afectan a la conducta del individuo sin que este tenga consciencia de la razón que determina el comportamiento.
  • Teorías humanistas: Consideran que no se puede reducir la autonomía funcional de los motivos superiores, exclusivos del ser humano, a simples mecanismos biológicos.

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