La Estética Trascendental: Crítica a la Sensibilidad
En esta sección, se enuncian las condiciones que hacen posible el conocimiento sensible y la posibilidad de juicios sintéticos a priori en las matemáticas. La sensibilidad recibe datos, sensaciones, que gracias a las formas a priori de la sensibilidad o intuiciones puras, el espacio y el tiempo, pasan a ser ordenadas en intuiciones empíricas. Los objetos de estas intuiciones serán los fenómenos, es decir, lo intuido en el espacio y en el tiempo, constituidos por una materia (sensaciones) que se da a posteriori y una forma (espacio y tiempo) que son la estructura misma de la sensibilidad y, por tanto, son a priori.
En cuanto a los juicios matemáticos, al tener como objeto el espacio (geometría) y el tiempo (aritmética), serán a priori (pues son anteriores a la experiencia, por tanto, universales y necesarios) y sintéticos (pueden aplicarse a la experiencia, pues el espacio y el tiempo son condiciones que hacen posible el conocimiento sensible, es decir, pueden aplicarse a los fenómenos).
La Analítica Trascendental: Crítica del Entendimiento
Aquí se estudian las condiciones que hacen posible el conocimiento de los objetos y la posibilidad de juicios sintéticos a priori en la física. Las intuiciones empíricas que proporciona la sensibilidad no son aún conocimiento. La sensibilidad y el entendimiento han de actuar conjuntamente para que el conocimiento sea posible: «las intuiciones sin conceptos son ciegas, los conceptos sin intuiciones son vacíos». Para que la intuición adquiera sentido ha de ser pensada bajo un concepto y para ello se requiere que se apliquen las categorías o conceptos puros (formas a priori del entendimiento) de manera que lo diverso de las intuiciones sea subsumido bajo la unidad de un concepto. Esta operación es la de juzgar. Luego habrá tantos tipos de categorías como tipos de juicios lógicos, es decir, doce, si nos atenemos a la lógica de Aristóteles. Algunas de las categorías más importantes son sustancia, causalidad, realidad, existencia, etc.
¿Cuál es la función de las categorías? La de constituir el propio objeto de conocimiento. Esto es lo realmente nuevo que introduce Kant, a lo que él se refería con su revolución copernicana: el proceso de conocimiento es el mismo que el de la constitución del objeto. Es decir, no hay objeto antes de que el sujeto lo haya formado al aplicar sus categorías a lo dado en la intuición. En este sentido, las categorías son las propias formas del entendimiento y las condiciones del conocimiento y como tal conceptos puros, a priori, que aporta el sujeto y trascendentales (gracias a ellas, el sujeto es capaz de constituir el objeto).
Pero para que haya conocimiento se han de referir los conceptos a un sujeto, por esto Kant considera necesaria la unidad de la autoconciencia o unidad sintética de la percepción que permita cualquier unidad en el conocimiento, y por tanto, que el conocimiento sea de algo (objeto) y de alguien (sujeto). Kant dice: «Yo pienso, acompaña a todas mis representaciones». Se podrá hablar por ello de un sujeto trascendental (hace posible el conocimiento) y un sujeto empírico (del cual tenemos experiencia interna).
¿Qué puede, según todo lo expuesto, ser conocido? ¿Cuál es el límite de nuestro conocimiento? Puede decirse que el límite del conocimiento son los fenómenos, pues tan sólo las categorías nos aportan conocimiento si se aplican a ellos. Mientras que las cosas en sí o noúmenos serían el «límite negativo» de nuestro conocimiento, pues a ellos, al no tener intuición empírica de los mismos, no les podemos aplicar las categorías y, por tanto, no los podemos conocer.
La posición teórica de Kant, puesto que defiende que el mundo conocido necesita al sujeto para ser, es el idealismo trascendental.
Queda también explicado en la Analítica que los principios de la física son juicios sintéticos a priori porque versan acerca de las categorías o conceptos puros y de ahí que sean a priori (anteriores a la experiencia y, por tanto, universales y necesarios) y sintéticos (son válidos y aplicables a todos los fenómenos, pues las categorías para proporcionarnos conocimiento deben aplicarse a éstas).
La Dialéctica Trascendental: Crítica de la Razón
En esta sección se hace una crítica de la razón y se responde a la pregunta por la que Kant escribió toda su obra: ¿Es posible la metafísica como ciencia?
Para ello, Kant distingue dos usos de la razón, regidas por los siguientes principios:
- Principio lógico: Rige el uso lógico de la razón, que no es sino la función natural de la misma: razonar. En cada juicio se busca la condición que lo hace posible hasta llegar el fundamento incondicionado. Por esta tendencia, se formarán las llamadas ideas trascendentales:
- Idea de alma: en la que se pretende unificar todos los fenómenos psíquicos.
- Idea de mundo: en la que se unifican todos los fenómenos físicos.
- Idea de Dios: en la que se unen todos los fenómenos.
- Principio supremo: Rige el uso puro de la razón, que es la pretensión de la razón de conocer dichas ideas trascendentales sin la ayuda de la experiencia. Por ello se dice que es un uso ilegítimo, ya que la razón no es capaz de tener un uso constitutivo de sus objetos de conocimiento, sino que conocer es aplicar las categorías a los fenómenos, y de ideas no tenemos experiencia alguna.
De este modo, la metafísica, al estudiar objetos que van más allá de la experiencia, no será posible como ciencia. En ella no son posibles los juicios sintéticos a priori, pues no pueden ser aplicadas las categorías a las intuiciones, ya que de los objetos metafísicos no hay intuición. Cuando la razón pretende conocer el alma (psicología racional) caerá en paralogismos, el mundo (cosmología racional) en antinomias y al pretender conocer racionalmente a Dios (teología racional), caerá en argumentos falaces, pues todas las pruebas de su existencia están basadas en última instancia en el argumento ontológico que parte de un error fundamental: la confusión entre el concepto de Dios como ser perfecto y su existencia real como máximo ente.
Sin embargo, a pesar de la imposibilidad de la metafísica como ciencia, las ideas trascendentales tendrán un uso regulativo de la razón, ya que animan hacia la investigación, al ser tomadas como meta inalcanzable.