1. Parménides de Elea: Su tesis acerca del ser es la siguiente: el ser es (existe), y no puede (es imposible) no-ser; y el no-ser, no es (no existe), y no puede (es imposible) ser. Lo que existe, lo que es real, puede pensarse y conocerse; mientras que lo que no existe, lo que no es real, no puede pensarse ni conocerse. Es necesario decir y pensar lo que es; pues es posible ser, mientras a la nada no le es posible ser.
Platón: La Teoría de las Ideas
Según Platón, además de las cosas existen las Ideas. Nos encontramos con la primera formulación de la Teoría de las Ideas, donde Platón trata de sintetizar los planteamientos de Heráclito y Parménides, lo que le llevará a admitir una doble realidad y, por tanto, un doble conocimiento. Existe una realidad cambiante, móvil, el «mundo de las cosas», que son conocidas mediante un conocimiento sensible, por medio de los sentidos; y una realidad puramente estable, permanente, el «mundo de las Ideas», que son conocidas mediante un conocimiento inteligible, por medio del entendimiento puro. Cada conocimiento tiene su propio órgano; así, las cosas se ven con los ojos sensibles, mientras que las Ideas solo se pueden «ver» con el ojo del alma (psiqué), que es el órgano del entendimiento. Las Ideas no son simplemente conceptos que están en la mente humana, sino que son entidades reales que existen por sí mismas, son la «forma» de las cosas y existen independientemente de ellas. Las Ideas son causas de las cosas y fundamento de todos los juicios que formulamos sobre ellas. Frente a las cosas sensibles, cada Idea es única, eterna e inmutable. Para Platón, las Ideas no solo son reales, sino que son la verdadera realidad, frente a las cosas sensibles, que no son más que apariencias imperfectas, copias de las Ideas. Las Ideas son elevadas por Platón al primer plano de la reflexión y del pensamiento racional. La misma posibilidad de constituir un saber científico hace que debamos afirmar la realidad de lo inteligible, la realidad de las Ideas, ya que estas son el objeto del conocimiento universal. Sin Ideas, los razonamientos universales, científicos, serían vacíos.
Aristóteles: El Ser como Substancia
El estudio del ser lo realiza Aristóteles. No hay ciencia sino de lo universal y, por tanto, la filosofía tratará de lo más universal que existe: el ser en cuanto ser y sus atributos esenciales. Las demás ciencias tratan al ser desde un cierto punto de vista, por lo que todas ellas son ciencias particulares; en cambio, la metafísica es la ciencia más universal, pues trata al ser en cuanto ser, al ser en sí mismo, porque para que un ser sea móvil, vivo, social, etc., primero tiene que «ser». La filosofía es una Ontología, una ciencia del «ser» de la substancia.
Aristóteles diferencia entre substancia y accidentes. La «substancia» es aquello que tiene entidad en sí mismo, que no necesita de otro para existir, mientras que los «accidentes» son las diferentes acepciones o modificaciones que pueden darse en la substancia y que, por tanto, no pueden existir en sí mismos, sino solo en la substancia. La substancia es un ser-en-sí, mientras que los accidentes tienen que ser-en-otro necesariamente, tienen que ser-en la substancia. Por ejemplo, no existen la blancura o la frialdad en sí mismas, sino en las cosas, en los seres (la mesa blanca, el agua fría). La sustancia es el ser, los accidentes son las diferentes formas o manifestaciones del ser, por eso no hay accidentes sin substancia, ya que aquellos «se apoyan» en esta, la presuponen, la necesitan para poder existir. Para que un ser se manifieste de una determinada manera, primero tiene que «ser», que existir. Lo esencial es el ser y luego este puede accidentalmente manifestarse de diferentes modos o con diferentes acepciones. Aristóteles reprocha a Platón el haber afirmado que lo verdaderamente real era la Idea, que existe separadamente de las cosas particulares, las cuales no son más que meras apariencias y cuya existencia no es esencial, sino accidental. Aristóteles está estableciendo la existencia y la realidad del mundo físico, natural, que negaba Platón. Los individuos y cosas concretas no solo no son meras apariencias, sino que son la auténtica y estricta realidad. La forma universal existe, pero está en todos y cada uno de los individuos particulares, reales, y no fuera de ellos. Mayor diferencia, imposible. La pluralidad y el movimiento son explicadas por Aristóteles a partir de la propia composición de la substancia, utilizando para ello la teoría de la materia y la forma y la teoría de la potencia y el acto, respectivamente. La ontología que propone Aristóteles: la materia es el sustrato básico, material, que constituye las cosas, algo absolutamente indeterminado y carente de forma. La materia hace posible la pluralidad, ya que permite la existencia de múltiples individuos en cada especie. La materia es particular de cada individuo, es el factor de individualización de los seres, el que hace de cada particular un individuo único en su especie. La forma es la que determina la materia, la que hace que aquello indeterminado (la madera, por ejemplo) pase a ser algo determinado (la mesa);