Exploración del Ser y la Realidad: De Aristóteles a Descartes

Metafísica

Significado

Metafísica: «más allá de la naturaleza», viene del griego y surge cuando Aristóteles publica una obra de 14 volúmenes relacionados con la filosofía general.

¿Qué es?

  • Entender la realidad mediante la razón.
  • Estudio del ser (todo lo que es).
  • Determinar las características generales de todo lo que existe.
  • Se conoce como filosofía primera, ya que estudia las causas de las cosas.
  • Ontología (Estudia el ser y se ocupa de las causas primeras). Teología (estudia los fines como causa de la realidad).

Metafísica de Aristóteles

  • Realidad en el mundo sensible, sujeta al espacio y al tiempo.
  • Teoría de las 4 causas.
  • Cree que el fin de los humanos es la felicidad y que todos los hechos no se producen por casualidad.
  • Ser dividido en dos términos: substancia (lo que realmente es el sujeto) y accidentes (lo que le ha hecho llegar a ser lo que es).
  • Problema del cambio: las cosas son en Acto (Actual) y Potencia (Futuro, lo que puede llegar a ser).
  • Primer motor: Mover sin ser movido (Acto puro perfecto autónomo, inmóvil, eterno).

René Descartes (Idea innata)

El método

Surge con el objetivo de fomentar la nueva ciencia.

  • Evidencia: No aceptar nada que no sea evidente, dudar de todo hasta que no sea algo claro y distinto.
  • Análisis: Dividir las dificultades en partes pequeñas de manera que es más fácil llegar a la verdad científica.
  • Síntesis: Empezar el estudio por las partes sencillas.
  • Enumeración: Revisar las veces que haga falta para no dejarse nada.

El proceso metafísico

A lo largo de la vida de Descartes, ha creído cosas que luego realmente, con el paso del tiempo, han resultado ser falsas; es por eso que analiza todo antes de hacer una afirmación precipitada.

Descartes considera como falso todo aquello que no es evidente que sea cierto.

Afirma que no hay que fiarse de los sentidos, ya que le han engañado antes.

De lo que sí le parece coherente fiarse es de las matemáticas y la lógica, ya que estas no dependen de la percepción de cada uno. Sin embargo, él propone la idea de que existe un ser maligno que hace que cada vez que confiemos en las matemáticas nos haga fallar, de manera que nunca estaríamos diciendo la verdad. Pero si existe un genio maligno que me engaña, es obvio que está engañando a alguien; por lo tanto, si dudo, pienso; si pienso, existo. A esto se le conoce como «Cogito ergo sum«, que no significa que cuando deje de pensar dejaré de existir, sino que si pienso, al menos existo como cosa que piensa; por lo tanto, existo.

Las 3 sustancias

Descartes llega a la conclusión de que la realidad la componen 3 sustancias.

El yo pensante

Lo anterior (duda metódica) nos lleva a una realidad irrefutable: la existencia de un yo que piensa y de los pensamientos en sí.

Mi subjetividad la forman todo el conjunto de ideas que fluyen en mi cabeza, pero no tenemos seguridad de que estas ideas se correspondan a los hechos del mundo exterior.

Clasifica las ideas en estos tipos:

  • Adquiridas: Ideas que vienen de afuera de nosotros, percepciones.
  • Artificiales: Creadas por nosotros mismos, mitología.
  • Innatas: Construidas por el pensamiento, por ejemplo, Dios.

Dios, sustancia perfecta e infinita

El yo pensante no es perfecto, pero entiende el concepto de perfección; por lo que, si sabemos que somos imperfectos, es porque sabemos que hay un ser perfecto con el cual nos comparamos; así surge la idea de Dios.

Por Dios entendemos un ser infinito, inmutable, eterno, independiente, omnisciente, omnipotente, que es el creador de todo, incluido yo mismo.

Descartes llega a plantearse si él es Dios, por lo tanto, el creador de todo, pero lo desmiente, ya que dice que si él se hubiera creado, se habría hecho perfecto, y como no lo es, quiere decir que hay un ser superior, el cual lo ha creado.

Además, si él sabe lo que es el infinito siendo un ser finito, quiere decir que un ser infinito le ha puesto esa idea en la cabeza.

Para demostrar que Dios no engaña, para desmontar el argumento del genio maligno y así poder confiar en la matemática y la lógica, entiende que reconocemos a Dios como un ser perfecto y poderoso, por lo que, si engañara, sería un ser débil, algo que es contradictorio. Si Dios no engaña, no puede permitir que mis sentidos me engañen; por eso vuelve a confiar en los sentidos.

Entonces, ¿por qué después de todo esto se sigue produciendo el error? Pues simplemente llega a la conclusión de que se produce debido a la precipitación de las decisiones no contrastadas.

Mundo, sustancia extensa

El yo pensante descubre a Dios, pero ¿qué pasa con lo que me rodea y mi propio cuerpo?

Si Dios existe y no me engaña, no es una locura el aceptar como verdaderos los estímulos que recibimos del exterior.

Hay otro tipo de materia finita y creada, la materia, que incluye cualquier vida, la de mi propio cuerpo, la de los animales, etc., no es más que un mecanismo.

Entonces, si el yo pensante y la materia son dos realidades independientes, ¿cómo se explica que mi yo pensante decida ir a dar una vuelta y seguidamente mi cuerpo lo ejecute?

Descartes resuelve esta pregunta argumentando la existencia de una glándula pineal, donde se encuentra el alma y se conecta al cuerpo para realizar los movimientos.

Libertad y mecanismo

Descartes vuelve a plantear el dualismo antropológico (cuerpo/alma). El cuerpo es una cosa externa a la materia, gobernado por las leyes mecánicas; por eso el mundo se puede explicar con leyes mecánicas.

Si el yo pensante no estuviera separado del cuerpo, no habría libertad, y seríamos como máquinas.

Las máquinas se pueden desmontar, y el cuerpo es simplemente una máquina.

Refutación definitiva de la hipótesis del sueño

Como en el sueño hay una falta de coherencia y continuidad, no nos podemos fiar de estos, ya que la mente no puede enlazar y juntar nuestros sueños los unos con los otros, debido a que lo suele hacer cuando estamos despiertos.

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