Explorando el Conocimiento: Filosofía, Ciencia y Religión

  • Saber argumentativo y reflexivo. No se conforma con que los hechos ocurran, quiere encontrar su sentido, aspira a tener razones sobre por qué las cosas son así. El saber filosófico nos aporta argumentos que deben ser debatidos mediante el diálogo.
  • El saber analítico. No acepta tal cual los conocimientos habituales, los cuestiona y trata de descubrir si las verdades realmente lo son. Necesita clarificar palabras que empleamos y crear otras que describan mejor lo que buscamos.
  • Saber radical. No se queda en las apariencias, busca una verdad profunda y fundamental en la realidad. Quiere llegar hasta la raíz de las cosas.
  • Saber integrador. Ninguna ciencia en concreto puede formular las preguntas y proporcionar las respuestas que busca la filosofía. Pretende entender el mundo y la vida humana en su totalidad.
  • Saber abierto. Quiere encontrar el sentido individual. La filosofía es una reflexión inacabada, una tarea siempre por hacer que comienza de nuevo en cada uno de nosotros.
  • Saber práctico. Apuesta por una forma de vida, una decisión vital. Está comprometido con la acción, vinculado a la moral y la política.


El saber científico

Las principales características de la investigación científica que muestran las diferencias con la labor filosófica son:

  • La ciencia centra sus investigaciones en alguna parcela concreta de la realidad (biología, física, economía, etc.). Nos permite racionalizar el mundo y comprender los hechos.
  • Su método está basado en la experimentación porque parte de hechos observables, algo que no siempre es posible en filosofía y que distingue a las ciencias empíricas, basadas en la experimentación y los hechos, del saber filosófico.
  • A partir de la experimentación, descubre las causas de los hechos y construye modelos o teorías que explican la realidad describiendo cómo funciona. La ciencia es predictiva: sirve para anticiparse a los fenómenos futuros y controlarlos, su objetivo es mejorar las condiciones de vida con ayuda de la técnica.

La ciencia y la filosofía tienen finalidades distintas, que las convierten en complementarias. La filosofía no puede aspirar a descubrir verdades de tipo exacto, ya que sus preguntas son abiertas. Sin embargo, es necesaria para establecer los límites de las ciencias.


El saber religioso

La filosofía también comparte con las religiones el interés por el sentido último de la existencia, aunque la filosofía busca una verdad mediante argumentos racionales y la religión busca una verdad revelada o dogma, que ha sido otorgada a los creyentes por la divinidad, y ha sido recogida en tradiciones y libros sagrados (la Biblia, el Corán y la Torá).

  • La interacción entre el saber religioso y la filosofía ha generado el conocido debate entre la fe y la razón, cuando la filosofía griega entró en contacto con el cristianismo que plantea una nueva manera de pensar y ver el mundo. Esta trata sobre la posibilidad o imposibilidad de conciliar ambas, es decir, sobre los puntos de encuentro y diferencias entre los contenidos que podemos abordar racionalmente (forma filosófica) y los que se fundamentan exclusivamente en la creencia (dogmas religiosos). Entre estas, las pruebas de demostración de la existencia de Dios.
  • La filosofía también ha dialogado con las religiones orientales, que buscan el sentido de la vida de forma similar a la filosofía. El taoísmo, fundado por Lao Tse, que propone una existencia sencilla, abandonando el deseo y la ambición para lograr la armonía con la naturaleza. El confucianismo, que nace de las enseñanzas de Confucio, trata de conseguir la virtud encontrando el lugar correcto en la sociedad mediante la lealtad y el respeto a las normas. El budismo, fundado por Siddhartha Gautama (Buda), quiere eliminar el sufrimiento, causado por el deseo, para llegar, mediante su aniquilación, a un estado de libertad plena, el nirvana.

A la filosofía le interesa la verdad en sí misma, el conocimiento, mientras que la religión quiere alcanzar la verdad, expresada en la divinidad.


La filosofía occidental arranca en Grecia, con los filósofos presocráticos (Tales de Mileto, Pitágoras, Heráclito…). Estos aportan explicaciones racionales frente al saber mítico, así sucede el paso del mito al logos. Buscan el arjé, el principio o elemento primordial que da origen a toda la realidad material. Con el auge de Atenas y de la democracia, en el siglo V, la filosofía se traslada a las polis, y se centra en las normas morales y las leyes políticas que pueden proporcionar una vida buena. Los sofistas se autoproclaman sabios y maestros, y enseñan a otros ciudadanos a utilizar habilidades políticas y el arte de la persuasión en sus discursos: la retórica. Sócrates expresa, mediante el diálogo, la importancia de reconocer la propia ignorancia y recuerda que se deben buscar la verdad del conocimiento y la virtud, el hacer buen moral. Siglo IV. Los dos filósofos más destacados de la antigüedad: Platón y su discípulo Aristóteles, quienes plantean los grandes problemas de la filosofía. Platón, muy influido por la injusta muerte de su maestro Sócrates, busca organizar la ciudad con un sistema político perfecto gobernado por sabios. Los valores que deben guiarnos (bien, belleza o justicia), existen de forma objetiva en una dimensión racional a la que se puede acceder mediante la filosofía, el mundo de las ideas. Una buena vida consiste en abandonar todo lo que nos aleja de los ideales, y cultivar la inteligencia y el alma, que nos mueven a la perfección. Aristóteles critica el idealismo platónico y desarrolla un pensamiento de corte más científico: investiga las causas de la realidad, el proceso de nuestro conocimiento y la lógica, creando un sistema ético y político centrado en la felicidad (eudemonía).

Surgen las escuelas morales, que proponen distintas formas de encontrar la vida buena: el hedonismo de Epicuro o de Lucrecio, que busca el goce sereno de los placeres y la pérdida del miedo; el estoicismo de Zenón o de Séneca, que plantea el control de las pasiones y la aceptación del destino; los cínicos, como Diógenes o Hiparquía, que hallan su camino en la vida natural, siguiendo la razón en vez de las convenciones; el escepticismo de Pirrón, que propone la investigación minuciosa sin aspirar a la verdad completa, y el neoplatonismo de Plotino o de Hipatia de Alejandría, que continúa el platonismo unido al saber científico.


La filosofía estará centrada en la teología, temas como el alcance de la razón para comprender los dogmas de la fe, la demostración de la existencia de Dios, la ley moral que evite el pecado, así como las relaciones entre el poder político y la iglesia. La primera corriente de pensamiento medieval es conocida como patrística: Agustín de Hipona, quien considera que la creencia para llegar hasta Dios es inseparable de la razón.

Siglo XI, en torno a las universidades se desarrolla la escolástica impulsada por el pensamiento árabe, con figuras como Averroes, que dice que la razón debe ser autónoma, porque sus verdades pueden ser independientes de las de la fe. Se recuperó el pensamiento aristotélico, adaptado al cristianismo por Tomás de Aquino, quien pretendía conciliar la razón y la fe y estableció cinco vías de demostración de la existencia de Dios. La escolástica entró en crisis con pensadores como Guillermo de Ockham, que cuestionó los conceptos básicos de la teología y se enfrentó a la autoridad política del Papa, comenzando una línea de investigación moderna que preparó el Renacimiento.


Se conoce a través de las facultades del conocimiento:

  • Percepción: proceso por el que transformamos los estímulos de nuestros sentidos en una imagen mental de un objeto exterior.
  • Imaginación: capacidad de construir imágenes mentales a partir de las percepciones.
    • Imaginación reproductora: reproducimos la imagen sin tenerla delante.
    • Imaginación creadora: creamos libremente imágenes a las que llamamos fantasía.
  • Memoria: capacidad de retener el pasado en nuestra mente (asociada al aprendizaje).
    • A corto plazo: capacidad limitada y duración finita.
    • A largo plazo: almacenar hechos, conocimientos.
  • Razón: facultad para comprender y resolver problemas.
    • Abstracción: lo esencial.
    • Concepto: representación mental.
    • Juicio: enunciado que atribuye a un sujeto una propiedad.
    • Razonamiento: combinación de juicio.
  • Autoridad: incuestionable de una persona experta en la materia.
  • Tradición: algo se considera correcto porque siempre fue así, la costumbre se convierte en verdad.
  • Evidencia: es verdad si se demuestra, con experimentación (evidencia empírica) o mediante deducción lógica (evidencia racional).
  • Coherencia: es verdadero si no entra en contradicción con otras verdades.
  • Consenso: Es verdadero aquello que acuerdan los participantes tras un diálogo ideal.


Racional

Define un saber más preciso que el de la experiencia cotidiana, conduce a un conocimiento universal

Sistemático

La ciencia se basa en principios que orientan la investigación, utilizan un método que describe los pasos para obtener un conocimiento adecuado y obtiene resultados que son modelos explicativos

Objetivo

Describe de forma exacta la realidad, no depende de nuestros deseos. La ciencia es predictiva, es decir, adelanta y controla los hechos que estudia. Mide los fenómenos que aborda y los expresa de forma matemática

Contrastable

Tiene carácter experimental, se apoya en hechos y sus conclusiones son comprobables (verificables) y repetibles en nuevos experimentos

Mejorable

La ciencia se perfecciona para ajustarse a los hechos. Necesita institucionalizarse, producir resultados públicos, aceptados por la comunidad científica y divulgados a la sociedad. Las conclusiones pueden ser cuestionadas y revisadas o desechadas


La ciencia surgió de la mano de la filosofía.

En Grecia despertó las matemáticas. La ciencia se institucionalizó en la antigüedad en los primeros grandes centros de saber.

En la Edad Media, el saber científico fue recuperado por los árabes, que cultivaron las matemáticas y la medicina, y comenzó el camino de experimentación en las universidades, que estaban organizadas en una formación humanística y científica.

La Edad Moderna trajo consigo el heliocentrismo y la revolución científica.

Hipótesis: suposición aceptada temporalmente como verdadera — Leyes: hipótesis comprobadas — Teorías: conjunto de leyes

Método hipotético deductivo, o simplemente método científico:

  • Los hechos y el planteamiento del problema. Los hechos observados y datos que planteen retos prácticos. La observación debe expresarse de forma comunicable y verificable.
  • Hipótesis de trabajo. Las hipótesis son el punto de partida de la experimentación, puesto que aportan una respuesta probable al problema planteado. Es la parte más creativa.
  • La deducción de consecuencias de la hipótesis. Hacen predicciones basadas en la aplicación de esa hipótesis.
  • El diseño de una prueba para comprobar la hipótesis. Experimento que pone a prueba la suposición científica. Se efectúa la prueba y se recogen los datos, esos datos son interpretados y corroboran o rechazan la hipótesis.
  • La introducción de las conclusiones. Las hipótesis comprobadas experimentalmente son aceptadas por la comunidad. Y estas se organizan en modelos teóricos más amplios o teorías.


Las ciencias formales

La lógica y las matemáticas estudian objetos abstractos. Explican las reglas por las que estos símbolos forman un sistema, se combinan y expresan sus conclusiones.

Razonamiento deductivo

La deducción es un tipo de razonamiento por el cual obtenemos una conclusión que se sigue necesariamente de unas informaciones previas, a las que llamamos premisas.

Los sistemas formales deben respetar unas normas: ser consistentes (demostrar solo deducciones válidas), coherentes (no contener elementos contradictorios entre sí) y completos (todas sus leyes deben ser potencialmente demostrables).

Las ciencias naturales

Las ciencias de la naturaleza, como la física, la química o la biología. Estas ciencias parten de la experiencia, de manera que sus resultados pueden ser contrastados con la realidad para controlarla y predecir fenómenos nuevos.

Razonamiento inductivo

La inducción es el proceso de observar datos, reconocer patrones y hacer generalizaciones.

Inducción: parte de la observación de casos particulares, encuentran un patrón en ellos y llega a una conclusión universal, válida para cualquier caso posible.


Las ciencias sociales

Las ciencias sociales, como la antropología, la sociología, la economía, la geografía o la historia. Son más complejas a la hora de predecir resultados. No pueden solo medirse de forma matemática.

Modelo interpretativo y crítico

La investigación cuantitativa. En esta investigación se parte de documentos y observaciones para establecer un modelo estadístico.

Busca un modelo interpretativo.

Las ciencias sociales son también críticas, Habermas dice que no se conforman con describir modelos sociales, sino que buscan transformar la sociedad.

¿Qué distingue a la ciencia y por qué progresa?

La ciencia dejó de llevar preguntas filosóficas, sobre el origen, el destino del universo y sus causas últimas para centrarse en hechos y problemas que pueden llegar a resolverse.

La filosofía de la ciencia:

  • ¿Qué es la ciencia y qué no lo es? Busca un criterio de demarcación, una frontera clara entre lo que es científico y lo que no lo es.
  • ¿Cómo progresa la ciencia? Quiere saber cómo avanza y cómo cambia con el tiempo la ciencia, y si evoluciona de forma progresiva o con saltos o revoluciones científicas.


Auguste Comte y el positivismo

El positivismo es la corriente filosófica que considera la ciencia como una herramienta infalible que nos conduce al progreso ilimitado. Según la ley de los tres estadios, la humanidad después de estar sumida en el pasado en un estadio teológico, con explicaciones míticas, y pasar por un estadio metafísico, en el que se proporcionaban explicaciones filosóficas apoyadas en ideas abstractas no experimentables, la humanidad había alcanzado el estadio positivo, el camino seguro de la ciencia. La ciencia es lo real, que puede ser captado y convertido en leyes científicas gracias a la observación.

Karl Popper y el falsacionismo

Karl Popper decía que la inducción es problemática, nunca podremos contrastar todos los casos posibles de la experiencia. La ciencia no puede verificar completamente sus afirmaciones. La ciencia es falsable, es decir, las teorías que se consideran científicas tienen que ser susceptibles de ser refutadas. El progreso científico ocurre por ensayo-error, de forma que teorías con el tiempo son falsadas y sustituidas por otras más precisas.

Sin embargo, el falsacionismo es más complejo de lo que parece, porque en toda teoría hay afirmaciones contradictorias.


Thomas Kuhn y las revoluciones científicas

Se centró en el análisis del progreso científico en el aspecto social e histórico de la ciencia. Son los investigadores de la comunidad científica los que aceptan en cada época una serie de ideas que orientan su investigación: los supuestos y el tipo de problemas que estudiar. En toda época, la ciencia tiene que convivir con problemas o anomalías que no concuerdan con el modelo explicativo. Cuando esas anomalías cobran protagonismo y crecen en importancia, surgen nuevos paradigmas.

¿Todo sirve en ciencia? Paul Feyerabend

El conocimiento objetivo necesita que haya pluralidad de opciones. El problema es que la ciencia quiera ser la única forma “correcta” de ver el mundo, convirtiéndose en “la institución religiosa, más reciente, más agresiva y más dogmática”.

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Actitudes ante la tecnología

Martin Heidegger afirmó que el avance técnico era un “olvido del ser”, pues desvirtuaba lo auténtico del existir humano.

  • Tecnofobia: actitud de desconfianza y rechazo de la tecnología al considerar, en su origen, que el mundo debe ser lo más natural posible y alejarse de la transformación que produce la tecnociencia. Solo tiene sentido si repercute en una sociedad más equitativa.
  • Tecnofilia: defiende que la tecnología es un bien que hay que perseguir. Han mantenido posiciones favorables a lo que hoy podemos llamar progreso tecnológico.
  • Tecnorresponsabilidad: Hans Jonás afirma que la técnica tiene una función reparadora que debe guiarse por el principio de responsabilidad: permitir que tanto la humanidad como la tierra puedan continuar su existencia sin ser destruidas.


¿Quién debe decidir el avance de la ciencia?

La mayoría de las personas no tenemos ni tiempo ni formación para abordar estos asuntos. Algunos han defendido el control de este tipo de decisiones por parte de especialistas.

Jürgen Habermas reflexionó sobre este dilema y concluyó que la tecnocracia impide que la ciencia cumpla su auténtica función. La ciencia puede ser el instrumento esencial para solucionar los principales problemas de nuestras sociedades, combatir el cambio climático, mejorar la salud.

Uno de los retos de la ciencia en este momento es dar a la ciudadanía información de la mejor calidad posible para que pueda tomar las decisiones necesarias.

¿Debe tener límites el progreso científico?

¿Si algo puede hacerse, debe hacerse? ¿La ciencia solo debe regirse por principios científicos?

Hans Jonás piensa que la ética debe controlar a la ciencia, ya que la ciencia por sí misma no posee criterios éticos. Jonás propuso el siguiente principio ético: “actúa de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica:

  • En las personas.
  • En los animales.
  • En el medio ambiente.

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