Explorando el Pensamiento de Descartes: Racionalismo y su Impacto

Descartes: Fundamentos del Racionalismo y la Filosofía Moderna

Descartes se formó en la filosofía escolástica, pero pronto advirtió que esta no respondía a los problemas y preocupaciones de su época. En cambio, descubrió en las matemáticas una ciencia rigurosa y segura, ideal para el desarrollo científico.

En las matemáticas, la razón encuentra conocimientos por sí misma, sin recurrir a la experiencia. Por ello, Descartes se aparta de la experiencia y busca en la razón el fundamento de su método y la justificación de todo conocimiento.

Inspirándose en el proceder de la razón en las matemáticas, formuló las cuatro reglas de su método: regla de la evidencia, regla del análisis, regla de la síntesis y regla de la enumeración. En ellas se despliegan las dos operaciones fundamentales de la mente humana: la intuición, que crea los elementos simples del conocimiento, y la deducción, que es una cadena de intuiciones.

Descartes convierte la duda en la base de su método, utilizándola para encontrar la certeza. A pesar de las razones para dudar, encuentra una verdad indudable: su propia existencia como sujeto pensante. Esta primera certeza la expresa con la famosa frase: pienso, luego existo. La actividad de pensar implica la existencia de un sujeto. Esta primera verdad evidente es el primer principio de la filosofía de Descartes. En esta intuición, el sujeto se percibe clara y distintamente como existencia pensante. Con ello, tenemos la primera certeza, modelo de toda otra certeza, que Descartes eleva a criterio: lo que se percibe con igual claridad y distinción.

Sin embargo, solo estamos seguros de nuestra existencia como seres pensantes. Para romper este círculo de soledad, solo tenemos el pensamiento y las ideas que pensamos. Entre estas ideas, Descartes encuentra una idea innata: la idea de infinito, de Dios. En la idea misma de Dios, Descartes encuentra la garantía de su existencia como realidad superior y distinta del hombre. Y como Dios es el ser infinito, perfecto y veraz, no puede permitir que el hombre se equivoque irremediablemente al creer en la existencia del mundo. Por lo tanto, el mundo debe existir.

Así, establece tres ámbitos de realidad: la sustancia pensante, res cogitans (el yo); la sustancia infinita, res infinita (Dios); y la sustancia extensa, res extensa (los cuerpos). La nota más destacada de la noción cartesiana de sustancia es su autonomía o independencia.

Contexto Histórico y Cultural

Durante el siglo XVII, Europa vivió un período de grandes conflictos, motivados principalmente por la intolerancia religiosa y el afán de dominio político. Una de las guerras más cruentas fue la Guerra de los Treinta Años, en la que participó el propio Descartes.

La convulsión política y religiosa de Europa se reflejó también en la filosofía. Según Descartes, la filosofía se encontraba en una posición de continua duda e incertidumbre. Ante esta situación, el objetivo de la filosofía de Descartes fue fundamentar el conocimiento en general, para lo cual se necesitaba una nueva filosofía. Descartes utilizó como único instrumento la razón.

El Antropocentrismo y el Subjetivismo

Con respecto al contexto sociocultural, en esta época del Barroco, la cultura pasó a estar dominada por el antropocentrismo, que hizo del ser humano el centro de sus reflexiones. Así, una característica de la filosofía racionalista de Descartes fue el subjetivismo: el ser humano solo conoce su propio pensamiento. Por ello, es posible dudar de su existencia y de la del mundo. Todo podría ser un sueño. Como sabemos, en el siglo XVII, uno de los grandes temas artísticos y literarios fue la representación de la vida como sueño y tragedia: Shakespeare, La vida es sueño de Calderón de la Barca. En la filosofía de Descartes, el sueño y sus implicaciones aparecen como uno de sus motivos filosóficos.

El Desarrollo de la Nueva Ciencia

Por otro lado, la cultura de esta época estuvo marcada también por el desarrollo de la nueva ciencia. La ciencia se convirtió en paradigma o modelo para la filosofía, que centró su interés en la teoría del conocimiento. Si la ciencia había avanzado gracias al método, era necesario encontrar un método adecuado para la filosofía. Descartes tomó como modelo el método matemático.

El Legado de Descartes

La filosofía de Descartes rompió radicalmente con la filosofía escolástica que dominaba en las universidades. El impacto de sus escritos hizo que muchos autores, entre los que destacan Spinoza y Leibniz, siguieran sus pasos. Así apareció, en este siglo XVII, la corriente filosófica del racionalismo. Descartes es considerado el padre del racionalismo y de la filosofía moderna.

También en este siglo se desarrolló la corriente filosófica del empirismo. Ambas corrientes tienen en común el subjetivismo, característica de toda la filosofía moderna, y afirman que no conocemos directamente las cosas, sino que nuestro conocimiento maneja ideas de esas cosas.

La diferencia fundamental entre estas dos corrientes radica en el origen de esas ideas. Para el empirismo, el origen está en la experiencia, mientras que para los racionalistas, la fuente de todo conocimiento es la razón. Los autores más importantes del racionalismo continental son Descartes, Spinoza y Leibniz.

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