Contextualización de Platón
El mito de la caverna, del libro VII de La República, intenta explicar el estado de la mayoría de los seres humanos con respecto a la educación. La República es un diálogo de madurez de Platón y una de sus obras más importantes. El protagonista es Sócrates, quien expone la doctrina platónica de la justicia. El gran adversario doctrinal es la sofística con su doble afirmación acerca de la justicia:
- a) que la justicia consiste en el dominio del más fuerte;
- b) que el que es injusto según los criterios morales establecidos o vigentes es más feliz, puesto que consigue mayor poder, provecho y placeres.
La justicia es una cualidad del alma individual, pero antes de decidir si proporciona o no la felicidad, hay que establecer qué es. Lo que es la justicia se ve más claramente en el Estado que en el individuo. Sin embargo, la justicia es, de por sí, una virtud o excelencia y no puede ser conocida si no se sabe qué es virtud o excelencia. Por eso, hay que analizar la naturaleza y estructura del Estado. Para ello, Sócrates propone «construir» idealmente una ciudad.
En La República, Platón aborda todos los temas de su filosofía y expresa su concepción de la realidad, estableciendo la existencia de dos mundos. También presenta su teoría del conocimiento, su teoría tripartita del alma y una prueba de la inmortalidad. Casi todas las obras de Platón están escritas en forma de diálogo, y su obra se divide en cuatro períodos:
1. Período de juventud o socrático (393-388 a.C.)
Período socrático, ya que en los diálogos que escribe intenta reflejar la personalidad e ideas de Sócrates, así como exonerarlo de las inculpaciones que lo llevaron a la muerte.
2. Período de transición (388 a.C. – 385 a.C.)
Platón ya ha fundado la Academia. En los diálogos de este período comienzan a despuntar sus genuinas ideas.
3. Período de madurez (385 – 370 a. C.)
En los diálogos de este período se desarrollan las teorías específicas de Platón: la teoría de las Ideas, la política y la dialéctica.
4. Período de vejez (369 – 347 a.C.)
Se revisan algunas concepciones platónicas. Podría afirmarse que el sentido de la obra de Platón fue político.
Vida de Platón
Platón nació en Atenas en el año 427 a.C., en una familia aristocrática. Recibió una cuidada educación y a los veinte años entró en contacto con Sócrates, quien marcó su vocación filosófica. La actitud intelectual y moral de Sócrates, así como su condena a muerte en el año 399 a.C., influyeron de forma determinante en su obra.
A la muerte del maestro, y ante el peligro de persecución, realizó varios viajes que lo pusieron en comunicación con importantes centros filosóficos y con los pitagóricos, de quienes aprendió la importancia de las matemáticas. Platón tenía muy claro que el verdadero filósofo debe intentar llevar a la realidad sus ideas. Por ello, trató de implantar su modelo ideal de Estado en Siracusa, pero cayó en desgracia y fue vendido como esclavo. Un amigo lo rescató y regresó a Atenas en el 387 a.C., donde fundó la Academia, una escuela filosófica en la que se formó Aristóteles. Allí, Platón se dedicó a la enseñanza y a la composición de obras filosóficas.
En 367 a.C., Platón viajó dos veces más a Siracusa con el intento de llevar a cabo su modelo político, pero de nuevo encontró dificultades para salir. Desde entonces, permaneció definitivamente en Atenas hasta su muerte en 347 a.C.
Platón entendía que la causa de la decadencia de Atenas se debía a la ignorancia y la incompetencia de sus políticos, así como a la lucha de los partidos que permitían crecer los intereses del grupo sobre las necesidades de la ciudad. Era necesaria una reforma política basada en la educación y en un gobierno de filósofos. Buscaría un fundamento objetivo para los valores que debían tener los gobernantes, extendiéndolo a todo el ámbito del conocimiento, tanto matemático como de la naturaleza. La teoría de las Ideas o Formas se convierte así en la columna vertebral de la filosofía platónica.
Influencias en el Pensamiento de Platón
El pensamiento de Platón estuvo influido por algunos presocráticos, como los pitagóricos. Estos influyeron en Platón en un doble aspecto:
1. Por su afirmación de que el mundo está ordenado matemáticamente y su origen es geométrico. Platón afirma tal ordenación y tal origen.
2. Por su concepción del alma como inmaterial e independiente del cuerpo, así como por su admisión de la reencarnación de las almas.
Heráclito tuvo una gran influencia en el pensamiento platónico, con ideas que le sirvieron de base para la concepción del mundo sensible y el planteamiento de la necesidad de otro mundo capaz de fundamentar el conocimiento intelectual y la moral.
Parménides influyó en la concepción platónica del mundo inteligible, pero fue sin duda Sócrates quien tuvo mayor influencia. Sus adversarios intelectuales fueron los sofistas, cuyo relativismo y escepticismo quiso superar con su teoría de las Ideas.
La Academia y el Legado de Platón
En 387 a.C., Platón funda en Atenas la Academia, uno de los centros educativos más importantes de la Antigüedad, donde se enseñaba música, astronomía, matemáticas y filosofía. En ella destacaron importantes matemáticos y astrónomos, y se formó Aristóteles, su discípulo más importante, quien criticó la teoría de las Ideas al rechazar que haya realidades trascendentes e independientes del mundo físico. Aristóteles sostuvo que, junto a las realidades individuales, existen las entidades universales, pero situadas en los seres, y que es a dichas entidades universales a las que se debe referir la ciencia.
Platón entendió la Idea de Bien en términos que eran fáciles de encajar en el monoteísmo de judíos, cristianos y musulmanes.
El Renacimiento supuso la renovación del pensamiento griego y, de modo destacado, el de Platón. En la Edad Moderna, tiene presencia en el racionalismo; por ejemplo, Descartes comparte el entusiasmo de Platón por el ejercicio de la razón y la sospecha de la capacidad de los sentidos. Incluso las Ideas de Platón han servido de inspiración a las ideas trascendentales kantianas.
Contexto Histórico de Atenas
Las polis griegas tenían pocos miembros y la población se repartía en tres categorías de habitantes: los ciudadanos, los habitantes libres carentes de ciudadanía y los esclavos.
En 461 a.C., Atenas era un mercado donde se ofrecían y demandaban ideas y creencias de la más diversa procedencia. Acudían los más ilustres médicos, artistas, filósofos… Los sofistas ofrecían los conocimientos necesarios para triunfar en la vida, y el arte vivía momentos de esplendor. Los políticos que comenzaron a regir los destinos de Atenas, una nueva generación educada en el espíritu de las enseñanzas de los sofistas, recibieron el nombre de demagogos, empeñados solo en el éxito personal. Platón los critica en La República por medio del mito de la nave del Estado.
En 404, Atenas capituló y la asamblea aceptó confiar el gobierno a un Consejo de Treinta tiranos que debía preparar una nueva constitución. Dos de ellos eran familiares de Platón, por lo que se le ofreció la oportunidad de colaborar con este gobierno.
Pero los atenienses amaban el régimen democrático y, tras año y medio, se reinstauró la democracia. Fue entonces cuando algunos de los que estaban en el poder llevaron a Sócrates ante los tribunales, acusado de no respetar a los dioses de la ciudad y de corromper a la juventud. Platón, al observar esto, llegó a la conclusión de que era sumamente difícil administrar los asuntos públicos con rectitud.