Confucionismo
El confucianismo es un pensamiento desarrollado por Confucio (551-479 a.C.) que tuvo gran importancia, especialmente en China. Consideró que hay dos fuerzas que determinan nuestras vidas: la Ley del Cielo, un decreto universal que propone actuar moralmente sin ser obligatorio, pero necesario, buscando que la acción realizada sea la que nos gustaría recibir; y el destino, que escapa al control humano. Confucio propone “actuar por nada”, es decir, hacer lo correcto solo porque es lo correcto.
Hinduismo
Predomina en el subcontinente asiático. Considera que todo lo que tiene vida está interconectado, por lo que el yo del ser humano se encuentra radicalmente conectado con todos los seres. El yo último, según la Upanisad Brihad Aranyaka, es una parte de la amplia red de interrelaciones que es la realidad. El yo lo es todo, y todo es el yo. El principal problema de la naturaleza humana es que ignoramos la verdadera naturaleza de la realidad, el brahmán, el cual no podemos percibir. Al no poder percibir la auténtica realidad, nos identificamos con el mundo de las formas transitorias y no podemos saber quiénes somos de verdad.
La Biblia
Dios es el creador del mundo. Sin embargo, la relación de Dios con el mundo se sitúa dentro del sentido de estas dos palabras: inmanencia y trascendencia. La trascendencia establece que Dios, siendo el creador del mundo, tiene que ser necesariamente distinto del mundo mismo. La inmanencia, sin embargo, significa que Dios, aun a pesar de estar fuera del mundo, también está presente en este. El punto más crucial en la concepción cristiana de la naturaleza humana es la noción de libertad, la capacidad de amar. Es decir, la consecución del fin verdadero de la vida humana es el amor a Dios, y la vida según su voluntad, por lo tanto, está limitada a las ideas de obediencia o desobediencia. Según la Biblia, estamos infectados por el pecado, elegimos el mal en lugar del bien abusando de nuestra voluntad libre y rompiendo nuestra relación con Dios. El remedio que propone la Biblia está basado en Dios, es decir, solo Dios puede limpiar nuestra imperfección para así aceptar su salvación; su mensaje de amor nos llegará por medio de Jesús.
Platón
Para Platón, hablar de Dios es algo que queda sin concreción, no es el Dios de la Biblia, sino algo más abstracto. Platón sostenía que es el alma y no el cuerpo quien alcanza el conocimiento. Los rasgos fundamentales que persisten en la teoría platónica de la naturaleza del hombre son que somos irremisiblemente sociales y que vivir en sociedad es natural al hombre; cualquier otra cosa está por debajo de lo humano. La solución para producir individuos perfectos es hacer una sociedad perfecta en armonía. El mundo debería estar gobernado por filósofos, ya que son estos los que han alcanzado el conocimiento de las Ideas.
Kant
Pertenece a la corriente filosófica llamada “Ilustración”, cuya ideología pretendía llevar la razón a todos los campos de la sociedad. Para Kant, el concepto de razón es fundamental. El ser humano busca saber el porqué de las cosas más que lo que son en sí. Según Kant, la razón unifica nuestro conocimiento en leyes o principios. Kant creía en la libertad humana y en la responsabilidad moral, aunque no explica claramente el porqué del comportamiento humano. El ser humano tiende a razones egoístas por los deseos e impulsos; sin embargo, también es un ser racional que reconoce obligaciones morales. La filosofía práctica kantiana es sumamente ambigua entre la esperanza de mejora de la sociedad, con su correspondiente resolución de contribuir a ella, y la gracia divina.
Marx
El hombre está sometido a cierta indefensión natural, es decir, el hombre ha nacido con un cuerpo débil y está sometido a muchas enfermedades. El hombre necesita al hombre, vivir en sociedad. Con lo cual, el hombre es un ser social por naturaleza. Hablamos de la naturaleza del trabajo: el trabajo es social, es decir, la sociedad ha nacido por la necesidad de colaboración de individuos para realizar un trabajo. Sobre el trabajo se constituye la sociedad y se constituye la naturaleza del individuo, pues este nace sin ella. La forma en la cual se desarrolla el trabajo determina las relaciones sociales, es decir, el tipo de sociedad. La alienación es que la inmensa mayoría de los individuos que conforman una sociedad capitalista están insatisfechos, pues no tienen recursos suficientes para satisfacer sus necesidades.
Freud
Es el inventor del psicoanálisis y sus teorías tienen mucho peso en la psicología actual. Según Freud, la personalidad de un ser humano está marcada por una serie de fases en las cuales se producen pautas de comportamiento perfectamente delimitadas.
Fase Oral
Comprende el periodo de tiempo entre el nacimiento y el año y medio. Dicha fase tiene como característica fundamental el desarrollo de la sensibilidad en torno a la boca, los labios y la musculatura cercana.
Fase Anal
Transcurre entre el año y medio y los dos años y medio. Dicha fase supone para el niño el control y descubrimiento de los esfínteres (músculos cuya relajación genera la expulsión de heces).
Fase Fálica
Se desarrolla entre los tres y cinco años. Dicha fase es crucial, ya que el niño empieza a tomar conciencia de su diferencia sexual, lo cual es fundamental para Freud en el desarrollo posterior de la personalidad. Todas las deficiencias que se producen en esta etapa generan en la edad adulta repercusiones que pueden ser perjudiciales, dependiendo de la gravedad del trauma. Puede desarrollarse el complejo de Edipo y el complejo de Electra.
Fase de Latencia
Abarca entre los 6 años y los 12/13 años. Dicho nombre se debe a que el instinto sexual de la fase anterior permanece latente. Esto significa que ese instinto sexual se interioriza y no muestra signos ni se manifiesta, es decir, permanece escondido.
Fase de la Pubertad
Se desarrolla entre los 10/12 años hasta los 16/17 en las chicas y entre los 14/18 años en los chicos. La primera característica es la modificación más o menos traumática del organismo del individuo mediante una serie de signos bastante claros (aparición del vello púbico, cambios de voz, la menstruación). Vinculado con estos cambios, se produce la manifestación del instinto sexual que había permanecido latente en la fase anterior. Esta etapa es de gran importancia para Freud por las posibles afecciones negativas de personalidad.
La salud mental del individuo depende de una relación armoniosa entre las partes de su mente y la persona y el mundo en el que tiene que vivir.
Fases del psicoanálisis
- El psicólogo invita al paciente a hablar sin que exista ningún argumento ni tema.
- Tras un periodo de tiempo, al psicoanalizado le resulta molesto hablar, tiene cierta resistencia a comunicar, menciona cuestiones, pero el psicólogo no se implica.
- Es entonces cuando el papel del psicólogo cambia, deja de ser pasivo y pasa a ser activo. Es decir, a partir de este momento, el psicólogo empieza a incidir con sus preguntas acerca del asunto del cual se produce “la resistencia”.
- La finalidad es procurar que el psicoanalizado tome conciencia del motivo por el cual se produce su frustración y sea capaz de traer a la conciencia aquello que, de manera inconsciente, le está haciendo daño.
- A partir de aquí se produce la “transferencia”, en la cual el paciente siente una fuerte emoción hacia el psicólogo, producida por la confianza que se genera entre paciente y psicólogo.
- El final del tratamiento puede resumirse como un autoconocimiento.
Sartre
Para Sartre, el planteamiento es claro: la negación de la existencia de Dios, considerando que el único fundamento en el ser humano en su naturaleza es la libertad para escoger, para elegir, no existiendo ningún Padre celestial que nos ayude a dar respuesta al absurdo de nuestras vidas. Para Sartre, hay dos elementos fundamentales: la conciencia y la idea de libertad. Solamente puede ser libre el que tiene ante sí distintas posibilidades. Cuando uno ejerce su libertad, se decanta, se posiciona por una posibilidad y, al decantarse por esa posibilidad, la libertad está perdida y se llega a la angustia. La angustia vital es la experiencia que se tiene al decantarse por algo, de no poder ya elegir más veces.