Distinción entre fenómeno y noúmeno
Las categorías no son aplicables más allá de la experiencia, más allá de lo intuido en el espacio y en el tiempo. Lo dado en el espacio y en el tiempo se llama fenómeno. Ahora bien, la idea de algo que se ofrece implica la idea de algo que no aparece, la idea de algo en sí.
El objeto en cuanto aparece, se llama fenómeno, y lo correlativo al objeto, Kant lo denomina cosa en sí o noúmeno. La distinción entre estos dos términos es fundamental en el sistema kantiano. Hay dos significados del concepto noúmeno: uno positivo y otro negativo.
En sentido negativo, noúmeno significa una cosa que en la medida no puede ser conocida por medio de la intuición sensible.
En sentido positivo, un objeto que puede ser conocido por medio de la intuición intelectual, pero, como solo poseemos intuición sensible, nuestro conocimiento se halla limitado a los fenómenos y, por consiguiente, el concepto de noúmeno queda como concepto negativo, es decir, como límite de la experiencia, como límite de lo que puede ser conocido.
Los noúmenos o cosas en sí, no pueden ser conocidos. Esta distinción entre fenómeno y noúmeno nos permite conocer el idealismo trascendental de Kant. Este idealismo consiste en la afirmación de que el espacio, el tiempo y las categorías son condiciones que hacen posible la experiencia, los fenómenos, y que por tanto no son propiedades reales de las cosas en sí mismas.
Sentido negativo de la crítica: limitación del uso teórico de la razón a los fenómenos
Kant, en su “Crítica de la razón pura” nos presenta la llamada dialéctica trascendental. Esta es la que se encarga de examinar las facultades de la razón y trata de la posibilidad de la metafísica como ciencia. La pregunta que se intenta contestar es ¿Son posibles los juicios sintéticos a priori de la metafísica? La razón se encarga de reducir la multiplicidad de los conceptos puros del entendimiento a un número mínimo de principios. La razón es la facultad de la unidad de las reglas del entendimiento bajo principios. La razón intenta unificar lo dado por el entendimiento en unidades superiores. La razón conlleva unos juicios con otros, siguiendo la estructura del silogismo, para formar razonamientos de estos. Relacionar la condición que se establece en las premisas con lo condicionado que se tiene en la conclusión. Los silogismos presentan la siguiente estructura:
- Premisa mayor (regla general)
- Premisa menor (condición de la regla)
- Conclusión (aplicación de la regla)
Son conceptos puros de la razón a priori y significan la unificación de todos los conocimientos del entendimiento mediante su emisión a unos principios primeros y condicionados que constituyen el límite de nuestro conocimiento posible. Ideas o unidades límites de la razón pura:
- Alma
- Mundo
- Dios
Sentido positivo de la crítica: defensa del uso práctico de la razón
Kant vivió en el siglo XVIII y se vio influenciado por los adelantos científicos alertados por Newton. Su filosofía parte de la seguridad de certeza de los juicios de las ciencias, la certeza de la existencia de una realidad exterior y la necesidad de buscar una certeza única de la validez de los juicios de la metafísica. Kant pretende hacer una crítica de la razón con la razón en su dimensión especulativa y práctica para demostrar la validez de los juicios, establecen los límites de la razón para determinar la validez de los juicios de la metafísica, analizar la razón en su dimensión práctica de determinado uso práctico y consecuencia de ser así es intermedio entre racionalismo y empirismo. Espacio y tiempo: formas a priori de la sensibilidad, trascendentes. La relación se conoce a través de categorías a priori de la razón. Tipos de realidad: noúmeno y fenómeno, aunque la razón en su uso político puede llegar a pasar la posibilidad en algunos momentos. El funcionamiento de los objetos de la razón (Dios, alma) es la búsqueda de la última explicación. Para Kant los contenidos de la conciencia son:
- Máximas o juicios morales
- Juicios sintéticos a priori sin valor en la realidad e imperativos generados por la razón si son categóricos, formales, puros y a priori, si hay se demuestra el uso práctico de la razón. La razón obra a la moral de carácter universal.
Metafísica, crítica e ilustración
En la dialéctica trascendental Kant se ocupa de la posibilidad de la metafísica como ciencia y de la naturaleza de la razón.
Imposibilidad de la metafísica como ciencia
A la pregunta que se plantea Kant al principio de la Crítica de la razón pura, ¿Es posible la metafísica como ciencia? Responde en la dialéctica trascendental de forma negativa.
La metafísica entendida como un conjunto de juicios acerca de realidades (el yo, el mundo, Dios), que están más allá de la experiencia es imposible como ciencia porque las categorías sólo pueden aplicarse a los fenómenos, a lo dado en la experiencia, por tanto, aplicar las categorías más allá de los fenómenos es lógicamente ilegítimo y da lugar a errores e ilusiones.
La dialéctica trascendental es la crítica que Kant hace de la razón al pretender alcanzar el conocimiento de las cosas en sí.
La razón y su naturaleza
El conocimiento intelectual no se limita a formular juicios, sino que también encadena unos juicios con otros formando razonamientos. La razón tiende por naturaleza a encontrar juicios, leyes e hipótesis cada vez más generales que abarquen y expliquen un mayor número de fenómenos. Así se construye la ciencia.
Mientras esta búsqueda se mantiene dentro de los límites de la experiencia, la tendencia de la razón es eficaz y amplía nuestro conocimiento, pero lo que ocurre es que esta tendencia de la razón lleva inevitablemente a traspasar las barreras de la experiencia en busca de lo incondicionado y absoluto.
De esta manera la razón pretende unificar y explicar todos los fenómenos a través de 3 ideas fundamentales (el yo, el mundo y Dios), cayendo en los consiguientes errores o ilusiones:
- La razón pretende unificar y explicar todos los fenómenos psíquicos por medio de teorías metafísicas, acerca del yo o del alma; y así cae en los paralogismos o falsos razonamientos.
- La razón pretende unificar y explicar todos los fenómenos físicos, por medio de teorías metafísicas acerca del mundo y así cae en las antinomias o juicios contradictorios.
- La razón pretende unificar y explicar todos los fenómenos psíquicos y físicos por medio de teorías metafísicas acerca de una causa suprema, incondicionada y absoluta, dando lugar al ideal de la razón.
El yo, el mundo y Dios son tres ideas de la razón que juegan un papel muy peculiar dentro del sistema de conocimientos, aunque no nos proporciona conocimiento objetivo alguno, sin embargo, expresan el ideal de la razón de encontrar leyes y principios cada vez más generales.
Son como el horizonte que nunca se alcanza, pero que nos indican que hay que avanzar más y más. Por tanto, toda metafísica debe basarse en el uso regulador de la razón, es decir, la razón dirige el entendimiento por medio de unas normas, hacia un fin donde se alcance la máxima unidad y extensión, por eso, los contenidos de la metafísica (el yo, el mundo y Dios) aunque no son científicos, cobran realidad, desde la función práctica de la razón.
El giro copernicano
Kant propone un procedimiento totalmente nuevo en el tratamiento de las cuestiones epistemológicas, lo cual supone un cambio absoluto en el planteamiento de los problemas epistemológicos.
Kant cree necesaria una revolución del pensamiento filosófico, que relacionará con la revolución que causó Copérnico en la astronomía; intentando superar el dogmatismo racionalista y el escepticismo empirista.
Hasta ese momento se creía que eran los objetos los que se adaptaban a la mente para poder ser conocidos, pero el giro copernicano era todo lo contrario; es decir; que es la mente la que se adapta a los objetos para conocerlos con claridad.
Esta propuesta ha sido llamada giro copernicano. Toda explicación del conocimiento tiene su origen en esa experiencia aunque no todo procede de ella sino que hay una estructura del conocimiento que está dada a priori.
El conocimiento es una elaboración compartida necesariamente por dos elementos:
- El material, que procede de la realidad (datos sensibles).
- Elementos que aporta el sujeto (la razón humana) con los que se elabora ese material recogido por los sentidos.
Ninguno de los dos por sí solo son suficientes para el conocimiento.
La mente es la encargada de dotar de sentido a estas sensaciones, aportando unos principios generales a los que estas sensaciones han de someterse; estos principios generales son los elementos a priori del conocimiento, también llamados condiciones trascendentales del conocimiento, que al ser independientes de la experiencia pueden aportar la universalidad y necesidad propias del conocimiento científico.
La experiencia nunca puede lograr que algo sea universal y necesario. La ciencia, sin embargo, es universal y necesaria.
En el sujeto cognoscente radica la posibilidad de convertir la ciencia en lo que es (universal y necesaria).
El conocimiento es posible haciendo que los objetos se sometan a las condiciones que el propio sujeto les impone. Esto significa que la universalidad y necesidad las impone la naturaleza del ser.
El giro copernicano concuerda plenamente con los conceptos de la filosofía crítica y trascendental.
Conceptos de Descartes
Razón → facultad mejor repartida entre los hombres. Es la facultad de distinguir lo verdadero de lo falso, facultad natural de juzgar bien. Lo importante será dirigirla adecuadamente siguiendo las reglas del método.
Método → conjunto de reglas ciertas y fáciles gracias a las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca lo falso por verdadero y llegará al verdadero conocimiento de todo aquello de que sea capaz.
Deducción → movimiento continuo de un pensamiento que percibe cada cosa una por una con evidencia. Es la vinculación entre verdades. Tras captar intuitivamente como cada verdad se une a la siguiente y a la anterior se pueden recorrer rápidamente los eslabones de la cadena.
Intuición → es la captación simple e inmediata del espíritu que no deja lugar a dudas.
Innatismo → defensa de la existencia en nuestra razón de ideas innatas. Son aquellas que no proceden de la experiencia sensible sino que el entendimiento las posee por su propia naturaleza. Uno de los puntos fundamentales del racionalismo.
Sustancia → una cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra para existir.
Certeza → resultado subjetivo de una verdad objetiva. Es la seguridad que resulta de poseer la verdad.
Duda → es el reconocimiento del carácter incierto que tienen todos aquellos conocimientos a los que afecta y supone rechazarlos y considerarlos provisionalmente falsos.
Claridad y distinción → son características de la evidencia. La claridad de una idea consiste en la inmediatez y obviedad. La distinción consiste en la captación de todos sus elementos de manera que resulta imposible confundirla con cualquier otra idea.
Sujeto → alma y cuerpo son dos sustancias separadas y distintas e independientes. Descartes se afirmará en primer lugar como “res cogitans”, sustancia pensante, más fácil de conocer que el cuerpo (res extensa) y que no necesita de este para existir. Pensar será el último atributo del cual Descartes no puede prescindir.
Evidencia → es el criterio de verdad y se opone tanto a la probabilidad como a la verosimilitud. Será verdadero todo aquello que es evidente.
Imaginación → es la capacidad de representarnos o contemplar imágenes o figuras. El peligro está en fiarse de ellas en lugar de fiarse de la razón ya que aunque a veces la imaginación nos ofrece la posibilidad de representarnos alguna solución antes de que la razón la haya comprendido y constatado.
Idea → son el objeto del pensamiento y como tales ideas, indudablemente existen en él. Se dividen en: innatas, adventicias y facticias.
Armonía preestablecida → Leibniz propuso la armonía preestablecida. Según esta teoría Dios habría coordinado las sustancias en el mismo momento en que estableció las leyes que había de seguir cada una de ellas.