Las Teorías Éticas
Los seres humanos nos hacemos preguntas que tienen que ver también con nuestra dimensión moral: ¿cómo podemos saber qué es el bien y la justicia?, ¿es posible establecer normas de conducta universales? Este tipo de preguntas tienen un carácter filosófico y corresponden a la filosofía moral o ética.
Para justificar normas morales o aclarar el significado de ciertos términos, tenemos que acudir a las teorías éticas:
- Las doctrinas morales ofrecen guías de conducta a las personas que pertenecen a una sociedad, que puede ser incluso la sociedad universal de los seres humanos.
- Las teorías éticas proporcionan un conjunto ordenado y sistemático de reflexiones cuya finalidad es clarificar los problemas que se nos platean en nuestra vida, en cuanto seres morales, y justificar las respuestas que les damos.
Sin embargo, no existe una línea clara que separe el ámbito de la doctrina moral del ámbito de la teoría ética.
¿Cómo Clasificar las Teorías Éticas?
Sócrates es considerado el creador de la ética occidental por dedicar su vida a investigar el significado de las virtudes. El centro de la filosofía de Platón lo constituye la investigación sobre el “Bien” y su realización en una república justa. Pero Aristóteles es realmente el primer filósofo que elaboró tratados sistemáticos de ética.
Existe una pluralidad de teorías éticas, cada una de las cuales explica el fenómeno moral desde diferentes puntos de vista, por lo que es posible agruparlas en unas cuantas “familias”, teniendo en cuenta los rasgos que comparten algunas de ellas entre sí:
- Éticas materiales: presentan unos bienes cuya consecución ha de orientar nuestra conducta moral.
- Éticas formales: se fijan más en la forma de obrar para que nuestra acción sea moral.
- Hay éticas que ponen el acento en el logro de la justicia, aunque no son dos alternativas excluyentes.
- Otras éticas inciden más en el deber, sin tener en cuenta las consecuencias de su realización, y otras incluyen también la responsabilidad.
Éticas Materiales: Ni Universales ni Necesarias
Pero, según Kant, las éticas materiales no pueden ser universales ni necesarias, por los siguientes motivos:
- Son empíricas, se basan en la experiencia, que es siempre particular. De hecho, hay una pluralidad de concepciones de la felicidad.
- Producen imperativos hipotéticos de la forma: “si quieres ser feliz, domina tus pasiones”. Pero estos imperativos solo obligan a quienes admiten la condición.
- Son heterónomas: el sujeto se da a sí mismo sus propias normas de conducta, pero su voluntad viene determinada por una instancia ajena a la razón, como las costumbres, los deseos, las pasiones…
Kant considera que solo una ética formal puede ser racional, universal y necesaria. Una ética que nos diga no lo que tenemos que hacer sino cómo debemos actuar.
- Es a priori, es decir, independiente de la experiencia.
- Sus imperativos son categóricos, es decir, obligan sin condiciones: “domina tus pasiones”.
- Es autónoma: es la razón, común a todos los seres humanos, la que dicta la ley moral.
¿Qué es un Valor?
- Necesitas el bolígrafo para realizar las tareas escolares, aunque podría ser sustituido por otro: se puede decir que tiene un valor instrumental, te es útil.
- Aprecias la medalla y la foto por el valor sentimental que tienen para ti y, además, porque simbolizan algo que estimas mucho: el esfuerzo y el amor.
- No te gustaría desprenderte de tu móvil por su utilidad y por su valor económico, pues te costó mucho dinero, aunque lo cambiarías por otro mejor.
- Por último, la escultura que tanto te gusta, la aprecias por su valor estético.
Este concepto de valor es proyectado metafóricamente al terreno de la ética y constituye el eje central de la ética de los valores. Esta ética ha de dar respuestas a las siguientes preguntas que con frecuencia nos hacemos: ¿cómo conocemos los valores?, ¿hay valores universales?, ¿son subjetivos?, ¿algo tiene valor porque lo apreciamos o lo apreciamos porque tiene valor?, ¿qué hacer en caso de que se dé un conflicto de valores?
¿Cómo Conocemos los Valores?
El filósofo español Ortega y Gasset hace una interesante investigación sobre la naturaleza de los valores y el modo de conocerlos.
- Los valores no son las cosas agradables, pues no consideramos buena a una persona porque nos agrade, sino que nos agrada porque es buena. Nuestro agrado se produce después de ver la bondad que tiene.
- Los valores no son las cosas deseadas o deseables: el valor de una cosa no consiste en que la cosa complazca o enoje ni en que sea deseada o, al menos, deseable.
- Valor no es “dar valor” a algo, sino reconocer un valor residente en el objeto. Los valores son conocidos por la facultad estimativa, ante la cual se hacen patentes. Estimar es una función psíquica real, como ver o entender. Dice Ortega que los valores son cualidades irreales porque no existen sino para sujetos dotados de la facultad estimativa, del mismo modo que la igualdad y la diferencia solo existen para seres capaces de comparar.
El Diálogo como Fundamento de la Moral
La ética discursiva, defendida por filósofos como K. O. Apel y J. Habermas, sostiene que el diálogo argumentativo debe ser la base de las normas morales. Esto significa que las normas morales deben surgir de conversaciones razonadas entre las personas.
En este tipo de diálogo, las personas buscan acordar reglas basadas en las mejores razones. Se trata de respetar a las personas involucradas en la conversación, reconociendo su valor y dignidad. Para que este diálogo sea posible, se necesitan ciertas condiciones, como la igualdad de participación, el derecho a ser escuchado y considerado, y la posibilidad de cuestionar cualquier afirmación. Aunque estas condiciones representan una comunidad ideal de conversación que no existe en la realidad, es importante aspirar a ellas como un ideal ético.