Explorando la Filosofía de Aristóteles y la Escolástica: Ética, Política y Metafísica

Ética: La Acción y la Felicidad

Aristóteles sostiene que cada actividad humana tiende a un fin que es su bien. El bien supremo para el ser humano es la felicidad (eudaimonía), pues es el único fin que se busca por sí misma. Para alcanzarla, es necesario cumplir con ciertos requisitos materiales mínimos, como salud y bienes materiales, pero también hace falta desarrollar la esencia humana. Esta se realiza plenamente a través de la razón, la capacidad exclusiva del ser humano.

La felicidad se logra mediante la práctica de las virtudes, que son hábitos de comportamiento deseables. Aristóteles distingue entre virtudes racionales (sabiduría y prudencia) y virtudes éticas, que regulan nuestros deseos y emociones mediante el término medio. Cada virtud se sitúa entre dos vicios: exceso y defecto (por ejemplo, la valentía está entre la cobardía y la temeridad). La virtud se cultiva a través de la práctica continua y el esfuerzo personal.

Política: El Hombre como Ser Social

Aristóteles considera al ser humano como un animal político (zoon politikón), ya que solo en comunidad puede desarrollar su naturaleza. La polis (ciudad-estado) es la forma perfecta de sociedad, autosuficiente y capaz de proporcionar los medios necesarios para el bienestar de sus ciudadanos. La polis es anterior a la familia y a los individuos, ya que el conjunto es esencial para el desarrollo de sus partes.

La Organización del Estado

En su análisis político, Aristóteles no busca una constitución ideal, sino una que proporcione seguridad y estabilidad. Identifica tres formas de gobierno: la monarquía, la aristocracia y la democracia. Si bien la monarquía es teóricamente la mejor, en la práctica considera más adecuada la aristocracia, debido a la naturaleza humana. La democracia también es viable, pero requiere que el pueblo esté educado. Cuando estos sistemas degeneran, la monarquía se convierte en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la democracia en demagogia.

En resumen, Aristóteles aborda la ética y la política de manera interrelacionada, argumentando que la felicidad del individuo depende del desarrollo de la virtud, y la estabilidad social depende de un gobierno adecuado a las circunstancias.

Metafísica Aristotélica: El Ser y sus Categorías

La metafísica o ontología de Aristóteles estudia el ser en cuanto ser, es decir, lo que existe en su forma más general, sin importar la categoría a la que pertenezca.

Según Aristóteles, la realidad se puede analizar a través de categorías como sustancia, cantidad, cualidad, lugar, tiempo, etc.

Estas categorías ayudan a describir y clasificar las diferentes características de los objetos y entidades.

La sustancia es la categoría principal, ya que es el soporte de las demás características (accidentes) que no pueden existir por sí mismas. Por ejemplo, un árbol es una sustancia que puede tener propiedades accidentales como su color o tamaño, pero su existencia no depende de estas propiedades.

Las sustancias se definen por su género (grupo al que pertenecen) y su diferencia específica (lo que las distingue de otros miembros del mismo grupo). Aristóteles distingue entre las sustancias primeras (los objetos concretos, como un árbol o una persona) y las sustancias segundas, que corresponden a las definiciones o las formas abstractas de esas sustancias.

En cuanto a la materia y la forma, Aristóteles propone que las sustancias son un compuesto de ambas. La materia es la potencialidad, aquello que puede recibir una forma, mientras que la forma es la estructuración que da identidad y propósito a la materia. Ambas no pueden existir por separado, pero en el pensamiento aristotélico, la distinción entre ellas es conceptual. Por ejemplo, un escultor da forma al mármol, transformando la materia en una figura específica, como el David de Miguel Ángel.

Aristóteles rechaza la teoría de las ideas de Platón, que postula la existencia de formas separadas e inmutables en un mundo inteligible. Para Aristóteles, las formas solo existen en las entidades concretas, no en un mundo separado. Además, las ideas platónicas no sirven para explicar el cambio o el movimiento, ya que están fuera del ámbito sensible y no interactúan con el mundo físico.

La teoría del cambio de Aristóteles se basa en la distinción entre acto y potencia. La potencia es la capacidad de convertirse en algo, y el acto es la realización de esa capacidad. Los seres cambian cuando pasan de un estado de potencia a uno de acto. Por ejemplo, una semilla es un árbol en potencia, y un trozo de mármol es una estatua en potencia.

Esta concepción teleológica se aplica tanto a los seres inertes como a los seres vivos, que tienden a alcanzar su forma natural.

En cuanto al ser humano, Aristóteles desarrolla una antropología hilemórfica, según la cual el ser humano es una unidad de materia y forma. La forma es el alma, que es el principio vital que anima al cuerpo. Aristóteles distingue tres tipos de alma: vegetativa (propia de las plantas, encargada de la nutrición y reproducción), sensitiva (propia de los animales, que les permite moverse, percibir y desear) e intelectiva (exclusiva del ser humano, que le permite pensar, razonar y reflexionar).

El cambio, entonces, se entiende como la actualización de una posibilidad latente en la realidad. Además, Aristóteles introduce las cuatro causas para explicar los fenómenos naturales:

  • Causa material (de qué está hecho algo)
  • Causa formal (su forma o esencia)
  • Causa eficiente (quién o qué lo produce)
  • Causa final (el fin o propósito que busca)

En el campo de las ciencias naturales, Aristóteles estudia la physis (la naturaleza), entendida como el principio interno de cambio y movimiento. Las sustancias naturales tienen un fin o telos hacia el cual tienden, y todo cambio o movimiento está orientado hacia el mismo.

El alma intelectiva se divide en tres funciones: la función teórica (el entendimiento o nous que busca la verdad), la función práctica (la prudencia, que decide la mejor acción a tomar) y la función productiva (la técnica, que permite la creación de objetos). La virtud para Aristóteles es el buen desempeño de estas funciones. La sabiduría es la virtud de la función teórica, la prudencia es la virtud de la función práctica y la técnica es la virtud de la función productiva.

Por último, Aristóteles se enfrenta a la cuestión de la inmortalidad del alma. Según su concepción hilemórfica, el alma y el cuerpo están inseparablemente unidos, lo que sugiere que el alma no puede existir sin el cuerpo. Sin embargo, en relación con el entendimiento agente, que es responsable de la abstracción y la captación de las formas, Aristóteles sugiere que esta parte del alma podría ser inmortal y eterna, ya que no depende de un órgano específico.

La Escolástica: Razón y Fe en la Edad Media

La Escolástica surge como el principal movimiento filosófico y teológico de la Edad Media, alcanzando su plenitud entre los siglos XII y XIV. Su objetivo fundamental fue armonizar la razón y la fe, usando la filosofía como herramienta para comprender las verdades religiosas. Este enfoque tuvo como base las ideas de Aristóteles, que fueron redescubiertas en Occidente a través de traducciones árabes y latinas.

Características Principales

Relación entre razón y fe: La Escolástica defendía que la razón podía ser un instrumento para profundizar en los misterios de la fe, pero sin contradecirla. Para los escolásticos, las verdades reveladas y las descubiertas por la razón eran complementarias.

Las verdades conocidas por medio de la fe incluyen una comprensión de Dios, del ser humano y de la historia, de ahí que exijan su elaboración filosófica. Surge así una necesaria relación entre dos fuentes de conocimiento, la razón y la fe, que precisa ser regulada.

Método: Se utilizaba un método dialéctico, basado en preguntas, objeciones y respuestas, para analizar problemas teológicos y filosóficos. Este método promovía el debate riguroso en las universidades medievales.

Síntesis del pensamiento clásico: Se buscó integrar el legado filosófico de Aristóteles y Platón con las enseñanzas cristianas, creando una base sólida para la reflexión teológica.

Fases de la Escolástica

Formación: Influida por el neoplatonismo y el pensamiento de San Agustín, se caracteriza por la síntesis entre filosofía griega y cristianismo.

Plenitud: Con figuras como Tomás de Aquino, la Escolástica alcanza su madurez, consolidando una síntesis entre la filosofía aristotélica y la teología cristiana.

Decadencia: En los siglos XIV y XV, el movimiento enfrenta críticas que darán paso al pensamiento moderno.

Santo Tomás de Aquino sostenía que la razón y la fe son dos caminos hacia la verdad, y que no hay contradicción entre ellas porque ambas provienen de Dios. La razón puede llevarnos a comprender aspectos del mundo natural y a algunas verdades sobre Dios, mientras que la fe nos revela verdades sobrenaturales que la razón sola no puede alcanzar.

En su obra magna, «Summa Theologica«, Tomás afirma que la fe perfecciona la razón, y que la teología (la ciencia sagrada) es la disciplina suprema porque se basa en la revelación divina.

Santo Tomás distingue entre verdades que pueden ser conocidas tanto por la razón como por la revelación, como la existencia de Dios, y verdades que solo pueden ser conocidas por la revelación, como la Trinidad.

Esta distinción permite a Tomás de Aquino reconciliar la filosofía aristotélica con la doctrina cristiana, mostrando que, aunque la razón humana tiene sus límites, es capaz de llegar a la verdad en armonía con la fe.

En la metafísica de Tomás, la noción de «ser» (ens) es fundamental. Tomás distingue entre la «esencia» de una cosa (lo que es) y su «existencia» (el hecho de que sea). Según Tomás, en todos los seres creados, la esencia y la existencia son distintas; en Dios, sin embargo, la esencia y la existencia son idénticas, lo que significa que Dios es el Ser Necesario, cuya existencia es su esencia.

Esta distinción le permite argumentar que todo lo que existe de manera contingente (es decir, que podría no existir) debe tener su existencia derivada de un ser cuya existencia es necesaria (Dios).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *