Platón: Exploración de su Filosofía
Epistemología: Teoría del Conocimiento
En el Teéteto, Platón concluye que el conocimiento no puede ser la percepción sensible. Afirma que a los distintos grados de conocer le corresponden distintos grados de realidad. Como Sócrates, afirma que se puede conocer y que el verdadero conocimiento ha de tratar sobre lo infalible y lo que *Es*. Por tanto, como el mundo sensible no es infalible y está en continuo cambio, no *Es*, y el conocimiento no va a tratar del mundo sensible. De acuerdo con Protágoras, acepta el relativismo, pues cada uno ve su realidad, pero no está de acuerdo con el relativismo universal, pues no es lo mismo la percepción del mundo sensible que el conocimiento. Además, dice que únicamente con la percepción no conocemos nada, la mente ha de actuar para conocer. El conocimiento no es un juicio verdadero, y menos si somos conscientes de ello, aunque se le añadiera una explicación a dicho juicio, de lo que extraemos que los objetos particulares son indefinibles porque no son objeto de conocimiento verdadero. El conocimiento lo vemos en La República, el verdadero objeto de conocimiento es el universal, por ser eterno, inmutable e infalible como el ser de Parménides.
Antropología: El Ser Humano Según Platón
El hombre es alma espiritual separada del cuerpo, pero guardan relación. El Alma es lo más valioso del hombre y debe cuidarla y preocuparse por la verdad. Es una visión dualista al separar cuerpo y alma. Obras que hacen referencia: Las Leyes (el alma es principio del movimiento), Timeo (el alma es la única cosa existente con inteligencia y es invisible), Fedón (el alma es distinta a la armonía del cuerpo). En La República distingue 3 funciones del alma: racional (el alma es inmortal y nos distingue de los brutos), irascible (las pasiones) y concupiscente (el apetito humano). En Timeo, relaciona las funciones del alma con el cuerpo: racional (cabeza), irascible (pecho) y concupiscible (vientre). Dice que la irascible y la apetitiva perecen y solo queda la racional. En Fedro compara el alma con un carro tirado por 2 caballos, es manejado por el alma (racional) y los caballos son la función irascible (el bueno) y la apetitiva (el malo).
Inmortalidad del Alma
Argumentos sobre la inmortalidad del alma:
- En Fedón: los contrarios engendran contrarios, es decir, la vida produce muerte y al revés, por lo que se genera la sucesión típica de todo un proceso cíclico del universo.
- A priori del conocimiento: tenemos el conocimiento de valores absolutos que lo tenemos de antes, lo que explica la preexistencia del alma frente al cuerpo.
- En Fedón: explica también la simplicidad del alma, pues si las cosas sensibles son compuestas se deshacen y desaparecen, por lo que el alma es simple y no desaparece.
- El alma contempla las ideas que son eternas e inmutables. El alma es inmortal al guardar similitud con lo que ya conoce.
- El alma no se destruye porque es inmaterial y espiritual. La idea de una cosa sensible no influye en la idea de la cosa contraria, por lo que son incompatibles. Así pues, el alma participa de la idea de vida y no es compatible con la idea de muerte, por lo que cuando muere un cuerpo, el alma se aparta del cuerpo y no muere.
- La República: las cosas sensibles no se destruyen si no es por un mal inherente. Los males inherentes del alma son intemperancia, injusticia, ignorancia y cobardía, pero aun así estos males no destruyen el alma, por lo que tampoco la pueden destruir agentes externos.
Ética Platónica
La ética platónica es eudemonista: la posesión del bien supremo nos da la felicidad. En Filebo se dice que la felicidad es un estado del alma. Con los placeres sensibles únicamente no se llega a la felicidad y tampoco únicamente con la cultivación del intelecto. La buena vida ha de ser mixta y ha de tener una buena proporción de los placeres. La buena vida pues incluye: conocimientos verdaderos y del mundo sensible; placeres intelectuales y sensibles (no los de locura y maldad); y también el conocimiento de dios para la inmortalidad del alma, imitando al Demiurgo hemos de conocer las ideas. La felicidad se consigue con la práctica de la virtud. A cada tipo de alma le corresponde una virtud (racional-sabiduría, irascible-fortaleza, concupiscente-templanza). Al ejercer estas virtudes la persona es justa. No hemos de hacer el mal justificándonos con el aspecto de que el mal da un beneficio. En Gorgias critica las virtudes por no estar de acuerdo con la naturaleza, pues existen seres fuertes y débiles que se dominan, por lo que los gobernantes han de conocer la idea de bien para no destruir la ciudad.
Política Platónica
La política platónica guarda relación con la ética. El hombre es social por naturaleza, la moralidad del estado depende de la moralidad de sus individuos, el estado no es árbitro ni fuente de justicia. Las obras que hacen referencia a política son La República, El Político y Las Leyes. Expone una teoría sobre la Polis: existe para que los individuos puedan producir sus elementos y puedan vivir. Cada uno tiene unos dotes y se ocupará de una cosa: los Artesanos (producen los elementos, se dividen el trabajo y se especializan), los Guardianes (tienen valor, han de conocer los enemigos del estado para lo cual han de formarse en música y gimnasia) y Gobernantes (se extraen de los guardianes con experiencia y que consideren el bien común igual de importante que el propio, no pueden tener poder del dinero). Cada grupo se relaciona con una virtud (prudencia-gobernantes, fortaleza-guardianes, templanza-artesanos). Cuando cada clase se dedica a su virtud reina la justicia. La comunidad de mujeres e hijos en los guardianes la ha de controlar el estado para el orden perfecto de la polis. La Democracia es absurda dice Platón pues considera que no debería poder gobernar cualquiera, sino que es necesario una persona formada en la música, gimnasia, matemáticas y astronomía.