Presocráticos
No existen obras presocráticas escritas, ya que en esa época la transmisión de la información era de forma oral, ya que la mayoría de la población no sabía ni leer ni escribir. Las características principales son:
- Son autores que han estudiado las cosas de distinta manera, como la cultura, la gente lo veía antes.
- Se basan en la razón (logos) y dejan de lado el mito.
- Las circunstancias históricas.
- El contacto con otras culturas hace que haya diferentes respuestas a las mismas preguntas y se pregunten cuál de todas esas respuestas es la verdadera.
- Relativización del conocimiento y de las creencias; empezarán a valorar otras respuestas a las suyas como verdaderas.
- El desarrollo de la democracia en Atenas, especialmente gracias al crecimiento de las polis (Estado).
- Discurso argumentativo razonado.
Son aquellos filósofos que se encargan, por primera vez, del estudio de la physis (naturaleza). La physis, aparte de referirse a la naturaleza, a la totalidad, se entiende también como el principio que existe en todas las cosas que hace que las cosas sean como son. También se entiende como las leyes (que suceden siempre de manera regular: regularidad) que rigen todo cuanto hay.
Hasta ahora, las respuestas que se daban a los fenómenos naturales de la physis eran arbitrarias, es decir, sin demasiado fundamento en la propia naturaleza.
Se caracterizan porque intentaban encontrar un principio común, que es lo que llamaban “arché” (elemento común originario presente en todas las cosas en la physis) mediante la observación, y lo que observamos nos da la experiencia.
A partir de esta búsqueda del “arché” encontramos:
Monistas:
Un solo elemento que contribuye al arché. Los más conocidos son:
- Tales de Mileto: cuyo elemento fundamental era el agua, la humedad.
- Anaximandro: no sabía exactamente qué elemento era el principal, pero sabía que el arché era indefinido e indeterminado, que existe y que llamó “ápeiron”.
- Anaxímenes: el arché era el aire, tanto en el sentido atmosférico-ambiental como en el de “aliento vital”.
La necesidad o lo necesario es lo que no puede ser de otra manera y se opone a lo arbitrario; en términos humanos, es distinto a la libertad.
Dualistas:
Sostienen que materia y espíritu configuran la realidad, sin que ninguna de ellas pueda ser reducida o explicada desde la otra.
Pluralistas:
Los filósofos pluralistas consideran que no hay solo un arché, sino que hay más de uno. Pero la novedad más importante, quizá, es que el arché ya no será el elemento originario del mundo, sino el elemento propio de la estructura de la materia. Dentro de estos se encuentran:
- Atomistas: para los que la naturaleza está compuesta por átomos. Estos están en continuo movimiento y a veces se unen de una determinada manera, constituyendo seres distintos.
- Pitagóricos: no eran únicamente partidarios de unas doctrinas concretas, sino que formaron un grupo aparte de la sociedad de su tiempo. La tradición atribuye unánimemente al pitagorismo el desarrollo de dos temas filosóficamente relevantes: por una parte, el “descubrimiento del alma” o, más exactamente, el comienzo de la oposición conceptualmente relevante entre “alma” y “cuerpo”; por otra, la fundación de la matemática como ciencia especulativa, es decir, libre de toda instrumentalización al servicio de fines prácticos. Por ello, se dice que el arché son los números, las matemáticas.
La concepción pitagórica del alma defiende la inmortalidad del alma y su transmigración de un cuerpo a otro en un ciclo de purificación.
Es indispensable señalar el origen musical de los descubrimientos matemáticos del pitagorismo; así, Pitágoras habría considerado el número (las proporciones numéricas armónicas) como el “principio” de la naturaleza. Desarrollan una importante especulación matemática en la cual el número se entendía en términos cualitativos y no cuantitativos.
- El arché de Heráclito es que todo está en continuo movimiento; según la medida u orden, se dice que “todo fluye”, “nadie se baña dos veces en el mismo río”, “todo cambia” y “nada permanece”. El concepto “devenir” explica el movimiento y el cambio de la naturaleza. Su elemento simbólico es el fuego, ya que al encenderse y apagarse, está en continuo movimiento. Las ideas de Heráclito se basan en la experiencia, los sentidos.
- La única realidad de Parménides es el “ser”: “todas las cosas son y el ser no es el no ser”. Por ello, el arché es el “ser”, que es una realidad compacta e inmóvil, ya que el intento de decir algo de ella ya sería un modo de dividirla, de traicionar su inmovilidad, de separar en dos aquello que solo es uno. El “no ser” es nada. Las ideas de Parménides se basan en la razón; en lo lógico, esto conduce a la verdad.
Sofistas
Aparecen en Atenas en el siglo V a.C.
Expresan sus ideas con elocuencia, lo que les lleva al éxito. Tienen la cualidad de persuadir y convencer mediante el lenguaje. Su postura es relativista (“todo depende”) y sostienen una única opinión unilateral de que no hay un único concepto de verdad. Un rasgo característico de los sofistas es que son escépticos. Destaca Protágoras de Abdera con la teoría: “El hombre es la medida de las cosas, de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son”, es decir, el hombre es la medida de las cosas o el que deja de dársela.
Platón
Metafísica
Teoría de las ideas:
Platón es un totalitario radical. Hace una distinción entre dos mundos: el mundo sensible (material) y el mundo inteligible (de las ideas).
El mundo sensible es moderado por el demiurgo, queriendo imitar el mundo de las ideas. Además, es terrenal y material, compuesto por los seres particulares y concretos que son una copia de las ideas.
El mundo de las ideas es el mundo trascendental. Existe de forma independiente. Las ideas son entidades reales y objetivas que existen; son la esencia, la verdadera realidad de las cosas, y todas ellas son únicas, inmutables, eternas, perfectas e inteligibles.
El mito de la caverna explica estas dos realidades.
En conclusión, el mundo real y verdadero es el mundo de las ideas, y el mundo material y sensible es solo una copia.
Las ideas constituyen un mundo perfecto que se encuentra jerarquizado. En su cúspide aparece la idea del bien, que es a la vez causa y fin de las demás ideas. Por este motivo, su conocimiento, que es propio de la razón, permite apreciar el orden de las cosas. La idea del Bien es también el fundamento epistemológico de la realidad: las ideas no son conocidas plenamente (su racionalidad y perfección) hasta que no se conoce la idea del bien.
Antropología (dualismo del ser humano, cuerpo y alma)
Platón defiende el dualismo alma y cuerpo. El alma y el cuerpo forman una unión accidental. El alma pertenece al mundo de las ideas y el cuerpo al mundo material, siendo así el cuerpo una cárcel para el alma. La muerte significa una liberación del alma.
Platón sostiene que el alma es inmortal y espiritual.
El hombre es una parte única en el conjunto del mundo sensible; es único porque tiene inteligencia. Inteligible es lo que se puede entender e inteligente es quien puede entender, y las ideas solo pueden ser entendidas por el hombre, ya que tiene nous, que es el principio inteligente que procede del mundo sensible y ese es el alma según Platón.
El principio vital expresa que todos los seres vivos tienen alma, la cual pertenece al mundo inteligible (inmortalidad, imperfección). El alma cae en un cuerpo y el cuerpo tiene vida; cuando cae al cuerpo, olvida todos los conocimientos del mundo inteligible, por lo que es necesario que a lo largo de su existencia vaya recordando todo lo que ya sabe. Las ideas están en el alma y son innatas.
Las cosas sensibles pueden ayudarnos en el proceso de reminiscencia (recuerdo) hasta el conocimiento que habíamos olvidado. La transmigración de las almas: el alma puede pasar al otro cuerpo (cuando uno muere).
Purificación a través del conocimiento para llegar al mundo inteligible (ascendiendo).
El alma tiene tres funciones, que quiere decir que esté dividida, que constituyen su totalidad:
- Alma racional: pertenece al mundo inteligible. Colabora con la voluntad, es la que nos impulsa a la vida intelectual, busca el conocimiento y debe dirigir nuestras acciones. El alma debe servirse de su parte racional (única inmortal) para no caer en la temeridad y desenfreno. (Cabeza)
- Alma irascible: es la función que nos da el valor, la voluntad, que es fuente de las pasiones nobles. (Pecho)
- Alma concupiscible: engloba los deseos relacionados con las necesidades más básicas.
Hay individuos en los que predomina el alma racional y son los que deben ser gobernantes, los filósofos, que aplicarán la idea del bien. Otros, en cambio, en los que predomina el alma irascible, son los soldados, los guerreros, que muestran valentía. Y en los que predomina el alma concupiscible, son los artesanos, los mercaderes, los que están en contacto con el mundo material.
Epistemología
El conocimiento: reminiscencia y dialéctica
Platón sostiene que la doctrina del conocimiento es la reminiscencia. El hombre es el cuerpo y alma, y esta, que es inmortal, pertenece al mundo de las ideas, a donde regresa cuando muere el cuerpo. Mientras permanece en el mundo de las ideas, el alma conoce todo cuanto existe, pero al encarnarse en un cuerpo, olvida lo que sabe. Sin embargo, el contacto con las realidades físicas del mundo sensible hace que recuerde y comience de nuevo su aprendizaje (conocer es recordar las ideas que nuestra alma ya tenía pero que había olvidado = reminiscencia).
Este aprendizaje se gradúa en dos niveles: la opinión y la ciencia.
La dialéctica, que es el conocimiento de las ideas dirigido por la razón, representa la culminación del conocimiento y la verdad absoluta.
Ética y política
Mediante el alma racional se adquiere el conocimiento y se controlan las pasiones. Saber y felicidad son las finalidades del hombre. Para que el saber sea posible, el ser humano debe gozar de equilibrio en su alma, y este se alcanza haciendo que cada parte del alma desempeñe la labor que le corresponde (virtud).
Al igual que con el alma, el significado de justicia es de dar a cada uno lo suyo, estar cada cosa en su sitio. La idea de equilibrio entre las partes se entiende como Estado, es lo que llamaría estado ideal; aquel en el que cada ciudadano cumple con la función en la que debe desempeñar la virtud que le es propia. Hay individuos en los que predomina el alma racional y son los que deben ser gobernantes, los filósofos, que aplicarán la idea del bien. Otros, en cambio, en los que predomina el alma irascible, son los soldados, los guerreros, que muestran valentía. La virtud del alma racional es la prudencia. Y en los que predomina el alma concupiscible, son los artesanos, los mercaderes, los que están en contacto con el mundo material. La virtud del alma irascible es la valentía y la del alma concupiscible, la templanza.
Aristóteles
Metafísica
Aristóteles es realista. Piensa que no existen dos mundos separados, sino un único mundo, formado por objetos individuales: las sustancias. Cualquier sustancia es un compuesto hilemórfico (un compuesto de materia y forma), donde la forma es la idea platónica, unida a la materia que la configura. Las formas son universales. La sustancia se divide en sustancia primera (el individuo concreto; este perro) y la segunda (es el universal; ser perro). Para explicar la naturaleza, recurrimos a la teoría de las 4 causas: formal (lo que es, la esencia); materia (de qué está hecho); agente (quién o qué lo hizo); final (para qué lo hizo). Con estas cuatro causas se puede explicar cualquier fenómeno natural.
La teología dice que los seres cambian buscando llegar a ser tan perfectos como marque su esencia y cumplir su finalidad. Este cambio se produce por el paso de la potencia al acto, guiado por la esencia.
La metafísica se encarga de estudiar las primeras causas y los primeros principios de la realidad. El ser se manifiesta de 10 maneras diferentes, denominadas categorías: sustancia (categoría fundamental), cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión.
Defiende que los seres naturales son aquellos que tienen en sí mismos el principio del movimiento y del reposo. Todo movimiento requiere un ser en acto previo que actúe como causa, dirigiéndose hacia una meta (causa final). Las cosas materiales tienden hacia su lugar natural o a su perfeccionamiento o desarrollo total (finalidad). Como resulta imposible la existencia de una serie infinita de motores y móviles de la naturaleza, es necesario admitir el primer motor inmóvil. Todas las cosas se mueven porque hay en el mundo físico una causa; todo lo que se mueve es movido por otra cosa (cadena causal en el movimiento) no puede ser infinito, sino que tiene que haber un primer motor inmóvil. Este motor inmóvil no tiene causa alguna (al ser inmóvil es incausado), es eterno, es un acto puro: que no tiene potencialidad, ya que implica cambio; finalmente, como mueve sin ser movido, ya que es perfecto y no necesita buscar nada para perfeccionarse, Aristóteles lo compara con su Dios.
Antropología
Siguiendo su teoría hilemórfica, al igual que cualquier otra sustancia, el hombre se compone de alma (forma) y el cuerpo (materia), siendo el alma el principio vital que anima y organiza el cuerpo. Forman una única sustancia natural y su unión es esencial; son inseparables y niega que el alma sea inmortal.
El alma humana tiene 3 funciones: facultad nutritiva o vegetativa (capacidad para alimentarse y desarrollarse, propia de los seres vivos); facultad sensitiva (permite sensibilidad, propia de los animales); facultad intelectiva (permite pensamiento y es propia de los seres racionales).
Epistemología
El alma racional del hombre es capaz de adquirir la ciencia, abstrayendo las formas y separándolas de la materia a la que están unidas. A través de la imaginación, se genera una imagen mental, que es recogida por el entendimiento que hace el proceso de abstracción. Para ello, operan el intelecto paciente y el intelecto agente.
Aristóteles fue el creador de la lógica, que pretende ser un método para la argumentación rigurosa y coherente, dando menos valor al contenido de los argumentos y más a la validez de su estructura.
Ética
Teoría eudemonista: los seres tienden a un fin que, en los seres humanos, es la felicidad. Esta consiste en desarrollar y cumplir lo propio de cada ser de acuerdo con su esencia; en los seres humanos, es la actividad intelectual, la vida contemplativa. El ejercicio de la contemplación permite al hombre alcanzar las virtudes intelectuales, como la prudencia y la sabiduría, pero como el hombre también es un ser corporal, requiere también un disfrute moderado de los bienes externos, sin los cuales no se podría ser eternamente feliz.
Lo fundamental será perfeccionar esta característica racional y las virtudes intelectuales, aquellas que perfeccionan el entendimiento.
Ya que hay que desarrollar ambas necesidades, hay que determinar con prudencia un término medio entre ambas de forma personal; esta es la considerada virtud ética.
Dice que todas nuestras acciones tienden a perseguir un fin (teología) y este fin es la felicidad, que tiene que ver con el desarrollo máximo de aquello que nos caracteriza como humanos y, por tanto, tiene que ver con la actividad intelectiva y el conocimiento.
Sociedad y política
El hombre es un ser social por naturaleza, y en su esencia se encuentra implícita su sociabilidad, ya que posee logos y lenguaje, lo que le permite comunicarse. Puede definirse como un animal político, ya que carece de sentido fuera de la sociedad. Es social porque su alma le permite conocer lo justo e injusto, así como crear leyes que regulen la vida colectiva.
La felicidad humana solo se puede conseguir dentro de una sociedad cuyas leyes posibiliten el desarrollo de las virtudes de los ciudadanos; es donde el hombre alcanza su perfección, ya que el Estado le permite actualizar sus potencialidades intelectuales y morales.
La ética aristotélica culmina en la política, ya que no busca el bien y la felicidad, sino el bien colectivo en el marco del Estado.
La justicia social se da cuando el gobierno no busca intereses particulares y busca la realización de la virtud de todos los ciudadanos.
Defiende distintas formas de gobierno: monarquía (una persona que persigue el bien común que determina la forma de gobierno), tiranía (no persigue el bien común, sino sus intereses), aristocracia (tienen las mejores virtudes, pero son pocos y persiguen el bien común), oligarquía (gobierno de pocos pero ricos que persiguen sus propios intereses), politeia (muchos gobiernos que persiguen los intereses de todos) y la democracia (más justo, todos persiguen el bien común); esta última la considera la mejor.