El Ser Humano y la Inteligencia
Instinto: Conducta innata, hereditaria y no aprendida, que lleva a actuar de igual manera ante los mismos estímulos y que es común a todos los individuos de una misma especie. Unos animales son más inteligentes que otros. Pero los humanos aventajamos a todos, porque somos capaces de pensar, comunicarnos con un lenguaje muy rico, hacer proyectos, inventar, reflexionar sobre lo que somos, tomar decisiones y, sobre todo, hacernos preguntas.
La inteligencia es la facultad que nos permite aprender con facilidad y ser capaces de resolver problemas nuevos. Todos los animales aprenden, pero nosotros podemos decidir lo que queremos aprender. A todos los animales les llama la atención ciertas cosas, nosotros podemos poner atención en lo que queramos. Todos los animales están movidos por sus deseos y por sus instintos (por eso son amorales, ya que no pueden elegir su conducta), pero nosotros podemos elegir entre nuestros deseos y entre nuestros proyectos. Nuestros actos son susceptibles de valoración moral.
La Inteligencia Humana
La inteligencia humana se define por la capacidad para dirigir bien el comportamiento, utilizando la información para resolver problemas nuevos. Cada elemento de esta definición es importante:
- Dirigir el comportamiento: No podemos considerar que actúa inteligentemente una persona que es incapaz de dirigir su comportamiento, que está impulsada por sus deseos o miedos, que se conduce mecánicamente, sin reflexionar, que es tan perezosa que se deja llevar siempre por lo que en ese momento le apetece.
- Hacerlo bien: Es decir, elegir bien la meta y actuar eficazmente. Si un alumno decide como meta pasarlo bien y deja de estudiar, no ha sido inteligente al elegir su fin, aunque sea muy hábil para conseguirlo. La inteligencia puede llevar a los humanos a ser los animales más destructivos y crueles del universo, los únicos que pueden destruirse a sí mismos. Por eso es tan importante utilizar bien la inteligencia.
- Utilizar la información: Para actuar bien es preciso buscar y utilizar la información necesaria. Un buen médico necesita conocer la fisiología, un buen mecánico, el funcionamiento del motor.
- Para resolver problemas nuevos: Al hablar de problemas no nos referimos solo a los de matemáticas, química o física: estos son problemas teóricos. Los problemas prácticos son más complicados, porque, además de encontrar la solución, tenemos que ponerla en práctica, que suele ser más difícil. En los problemas teóricos buscamos la verdad, en los problemas prácticos buscamos el bien; en el primer caso, hacemos uso de la inteligencia teórica o científica; en el segundo, de la inteligencia práctica o moral.
Preguntas Eternas
Hay tres preguntas que el ser humano se ha hecho a lo largo de los siglos: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar? Las tres, en el fondo, se reducen a una sola: ¿Qué es el hombre?
KANT, Immanuel
Estas son las preguntas fundamentales de la Filosofía, según Kant. ¿Con qué disciplinas se han intentado responder? ¿Por qué la última pregunta sintetiza a todas?
La inteligencia no solo resuelve problemas, sino que también los plantea. Nos hace continuamente preguntas. Hay algunas importantes que todas las personas se han hecho a lo largo de la vida: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Qué puedo hacer para no engañarme ni hacer daño? ¿Tiene sentido la vida? ¿Habrá algo después de la muerte? ¿Existe Dios? La filosofía y las religiones han intentado responder a estas importantes preguntas.
La Condición Social del Ser Humano
«Los hombres han nacido los unos para los otros. Instrúyelos o sopórtalos.»
MARCO AURELIO
Teorías Sociales del Contrato Social: Rousseau y Hobbes
Es la debilidad del hombre lo que le hace sociable; son nuestras comunes miserias las que inclinan nuestros corazones a la humanidad.
ROUSSEAU, Jean-Jacques
Es manifiesto que, durante el tiempo en el que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos.
HOBBES, Thomas
- ¿Cuáles son las razones por las que los hombres deciden vivir en sociedad según estos autores?
- ¿Cuál te parece que se ajusta más a la realidad?
Los seres humanos somos seres sociales. Necesitamos vivir juntos. Nacemos absolutamente indefensos y el período de crianza es muy largo, lo que crea lazos familiares muy profundos y responsabilidades recíprocas. Nacemos muy inmaduros y necesitamos aprender casi todo. Afortunadamente, tenemos una inteligencia con una capacidad asombrosa para adquirir conocimientos.
El Lenguaje
La especie humana puede progresar, puede perfeccionarse mediante la educación, gracias a la cual adquirimos en muy pocos años lo que la humanidad tardó decenas de miles de años en conseguir. Por ejemplo, el lenguaje. Nuestros antepasados lejanos no hablaban. Pasaron muchas generaciones hasta que desarrollaron el lenguaje verbal. En cambio, un niño aprende a hablar en cuatro o cinco años.
El lenguaje es un componente esencial de la inteligencia y de la capacidad humana. Necesitamos el lenguaje para pensar y para comunicarnos. Conocemos todo lo que ha hecho la humanidad mediante las palabras, por eso es tan necesario leer. Los libros nos permiten aprovechar lo que otros han descubierto o pensado.
La Educación y el Ser Humano
Así pues, necesitamos la educación para humanizarnos. Immanuel Kant, un gran filósofo, escribió: «La educación, la disciplina, nos permite pasar del estado animal al estado humano. Un animal es solo lo que su instinto le permite ser. La especie humana necesita la razón, está obligada a desarrollar, con su propio esfuerzo, todas las cualidades que pertenecen a la humanidad. Una buena educación tiene que educar a la siguiente».
Kant también se pronunció sobre los fines últimos de la educación: «Debemos educar a nuestros niños no para el mundo que hay, sino para un mundo mejor, posible en el futuro, es decir, según la idea de humanidad y perfección». Dicho con otras palabras, debemos educar para realizar el proyecto humano, el proyecto ético común de toda la humanidad.
Identidades Propias y Naturaleza Común
El individuo no puede vivir solo, y las familias tampoco. Por eso siempre se han agrupado en tribus, han construido poblados y ciudades cada vez más grandes, han formado reinos, naciones, Estados… Pero al reunirse en tribus, naciones y Estados, en muchos casos, se producían enfrentamientos con otras tribus, naciones o Estados. Pues bien, se daba que todos tenemos una naturaleza común, y cada uno se identificaba con el grupo cultural al que pertenecía: español, francés, inglés, cristiano, musulmán, etc., que se consideraba opuesto a otros grupos.
En el terreno político, ocurre algo parecido a lo que sucede en el deporte. Somos de un equipo, pero eso no parece suficiente. Tenemos que estar contra otro equipo. Parece que solo podemos firmar nuestra personalidad, nuestra identidad, nuestra pertenencia, enfrentándonos a otros. Pero no debemos olvidar que las diferencias son secundarias y que lo importante es que todos tenemos una humanidad compartida, una naturaleza común. Lo que nos une es mucho más importante que lo que nos diferencia. Por eso somos ciudadanos de nuestra localidad, de nuestro país, pero, al mismo tiempo, ciudadanos del mundo.
Los Sentimientos y la Voluntad
Los Sentimientos y la Motivación
Continuamente estamos experimentando sentimientos, emociones, deseos, impulsos. Unos sentimientos son agradables (alegría, placer, serenidad, confianza, sentirse querido) y otros son desagradables (tristeza, furia, miedo, humillación). Pero hay una división todavía más importante: hay sentimientos buenos y sentimientos malos. Son buenos sentimientos los que favorecen la convivencia, la justicia, la igualdad, el respeto a la vida y a las otras personas. Son sentimientos malos los que favorecen el enfrentamiento, el afán de revancha, la violencia.
Los sentimientos despiertan en nosotros deseos de actuar. Si sentimos miedo, deseamos huir. Si sentimos furia, ir contra la persona que la provoca. Si sentimos ternura, acariciar y proteger. Cuando tenemos buenos sentimientos, nos sentimos movidos a realizar actos buenos. Estamos «motivados» para hacer el bien. Estar motivado significa «sentir ganas de hacer algo». Cuando estamos motivados, nos resulta fácil actuar. Pero si solo pudiéramos hacer algo cuando estamos motivados, no seríamos libres. Estaríamos esclavizados por nuestros sentimientos.
Libertad y Naturaleza Humana
La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: sí o no. En su brevedad instantánea, como a la luz del relámpago, se dibuja el signo contradictorio de la naturaleza humana.
PAZ, Octavio: La otra voz
- Explica en qué consiste la libertad para Octavio Paz. ¿Qué relación tiene con la capacidad humana de «darse órdenes»?
Motivación: Deseo que impulsa a actuar para alcanzar un objetivo o realizar un proyecto.
Libertad: Facultad de los seres humanos para obrar o no obrar, o para elegir la forma de hacerlo.
Voluntad: Capacidad de tomar decisiones de forma responsable y de actuar en el sentido decidido por uno mismo.
La Libertad y la Voluntad
La libertad está directamente relacionada con nuestra capacidad de actuar. Los seres humanos somos libres porque podemos dirigir nuestro comportamiento de dos maneras: porque tenemos ganas de hacerlo (estamos motivados), o porque, aunque no estemos motivados, pensamos que es lo que debemos hacer, que es nuestro deber y responsabilidad.
Llamamos voluntad a la capacidad de tomar decisiones responsables, es decir, sabiendo lo que hacemos y previendo sus consecuencias. Gracias a ella somos libres. Los niños pequeños no tienen todavía voluntad, son incapaces de dirigir su conducta. Poco a poco aprenden a obedecer lo que les dicen sus padres y aprenden a regular sus propias emociones. Después comienzan a darse órdenes a sí mismos, y así seguimos comportándonos toda la vida, dándonos órdenes.
Para tomar decisiones de forma responsable, es decir, para ejercer nuestra voluntad, tenemos que darnos órdenes a nosotros mismos y obedecerlas aunque cueste trabajo. La voluntad es el conjunto de cuatro destrezas aprendidas:
- Parar el impulso: Es la primera. Los deseos nos empujan a hacer algo. Si no somos capaces de detenerlos, si somos impulsivos y nos dejamos arrastrar por ellos, no tenemos voluntad.
- Deliberar: Es la segunda destreza. Gracias a ella podemos considerar las mejores opciones. Pero deliberar no es suficiente, porque puedo pasarme la vida dudando entre una cosa y otra.
- Tomar decisiones: Es la tercera destreza. Hay personas muy indecisas, unas veces porque nada les interesa lo suficiente, y otras porque no se atreven a decidir.
- Ser capaces de soportar el esfuerzo y de aplazar la recompensa: Una vez tomada la decisión, es preciso ponerla en práctica, lo que a veces es muy difícil. Si no podemos aguantar ninguna molestia, si enseguida nos rendimos, no tenemos voluntad y, por tanto, no somos libres.