Explorando la Justicia: Ética, Leyes y Reparto Equitativo de Bienes

¿Qué es ser justo?

¿Cuándo hablamos de justicia?

El problema es que no siempre está claro qué le corresponde a cada uno. Piensa en los tres casos anteriores en las circunstancias siguientes. Imagina que la compañera que ha sacado un siete en el examen de filosofía ha llegado hace poco a tu país, ha hecho un gran esfuerzo para aprender tu lengua y ha contestado igual que tú a las preguntas del examen. La profesora ha valorado todo eso para ponerle la nota. ¿Ha sido injusto?

Tal vez esas circunstancias particulares, el modo de actuar de la profesora, el tuyo y el de tus padres ha sido justo. O tal vez no. ¿Cómo se puede saber eso?

Justicia y Ética

La justicia está relacionada con la ética. Tendemos a asociar la ética con los actos que hacemos las personas, y la justicia, con los principios que rigen una sociedad.

Por eso decimos de alguien que causa un mal de modo intencionado que no actúa bien desde una perspectiva moral, y de una sociedad que no hace nada ante un crimen, que no es una sociedad justa.

En definitiva, la ética y la justicia son como dos caras de una misma moneda: tendemos a pensar que, si un acto es bueno moralmente, debe ser justo, y que si una ley es justa, también debe ser buena moralmente.

La Ética y las Leyes

La objeción de conciencia se produce cuando alguien piensa que una ley es contraria a sus principios morales y decide no obedecerla y asumir las consecuencias.

Formas de Justicia

  • La justicia retributiva: se fija en quien ha cometido un daño y quiere encontrar el equilibrio entre el daño que ha causado y el castigo que merece.

La justicia retributiva se plantea qué castigo hay que aplicar y cuál es su finalidad. La discusión sobre si la prisión es una medida justa para castigar un delito o no lo es entra dentro del ámbito de la justicia.

  • La justicia restaurativa: se fija en la víctima de un daño y delibera sobre la forma de reparar el daño que ha sufrido.
  • La justicia conmutativa: busca el equilibrio en un intercambio de bienes.
  • La justicia distributiva: examina cómo repartir bienes y cargas en una sociedad de forma equilibrada.

Lo que se Reparte: Bienes y Cargas

¿Qué son los bienes y las cargas?

Las propiedades de las que dispones, por ejemplo, una bicicleta, son bienes. También son bienes los servicios de los que dispones: carreteras, piscina pública, hospitales, escuelas, etc. Muchos de esos bienes son cuantificables en dinero, pero no todos lo son.

Los impuestos que pagamos con dinero son cargas necesarias para el mantenimiento de la sociedad, y hay que distribuir esas cargas de forma justa. Pero, como en el caso de los bienes, hay otras cargas no cuantificables en dinero que también hay que repartir de forma justa.

¿Qué Bienes cuentan?

Los bienes relevantes son aquellos que son necesarios para vivir, es decir, que si no los tuvieses, tu vida no tendría un mínimo de calidad.

Es difícil hacer una lista de bienes en la que estemos todos de acuerdo. Pero convendremos en que el agua potable, la vivienda, el trabajo, el acceso a los servicios médicos, la posibilidad de estudiar, el acceso a la información realmente son bienes básicos a los que todo el mundo debería poder acceder.

Una Complicación Adicional: La Suerte

Cuando nacemos, no todos disponemos de los mismos recursos ni de las mismas capacidades. Quizá para ti no supone ningún problema abrir el grifo y beber agua, pero en muchos lugares del mundo eso no es posible: es necesario invertir un gran esfuerzo diario para obtener un poco de agua potable.

¿Qué condiciona el reparto?

  • Los bienes son cosas que las personas deseamos.
  • Las cargas son necesarias para el mantenimiento de la sociedad, pero en general las personas preferimos evitarlas.
  • Algunos bienes relevantes son limitados y no todo el mundo está en la misma disposición para acceder a ellos.

¿Qué reparto es justo?

El Igualitarismo

El principio de la igualdad proclama que un reparto es justo si afecta a todo el mundo por igual.

Si tú tienes derecho a que el médico te visite, es justo que todo el mundo lo tenga. Si tú tienes la obligación de respetar los semáforos, es justo que todo el mundo esté obligado a hacerlo. Esta noción de justicia la desarrollamos de forma natural desde bien pequeños.

El primer problema es que algunos bienes relevantes son limitados.

El segundo problema es que si el igualitarismo fuese el criterio de distribución justo, sería necesario determinar en qué momento se debe considerar que se produce esa igualdad.

El Principio de Diferencia

El principio de diferencia es una versión del igualitarismo. Según ese principio, el reparto justo es un objetivo a alcanzar y no tiene sentido hacerlo solo en un momento determinado una sola vez.

  • La mejor forma de conseguir un reparto justo es empezar decidiendo los principios de distribución a ciegas.
  • Debe de tener en cuenta la diferencia de partida de las personas.
  • No pretende la distribución de todos los bienes, pero sí garantizar la distribución de los bienes básicos para vivir y también las oportunidades.

El Principio del Mérito

Una posición contraria al igualitarismo es el principio del mérito. El principio basado en el mérito sostiene que el reparto justo es aquel que compensa el esfuerzo de las personas, que son retribuidas de acuerdo con ese esfuerzo.

El Igualitarismo y el Principio del Mérito

El igualitarismo que vimos antes nos dice que, para ser justos, debemos garantizar unos mínimos a la cigarra.

Podemos presentar una objeción al principio del mérito.

Otros Principios

Otras teorías sobre la justicia distributiva proponen como finalidad garantizar unos bienes mínimos o el bienestar.

El suficientarismo no defiende ni un reparto igualitario ni tampoco en función del mérito.

El utilitarismo sostiene que una distribución es justa cuando maximiza el bienestar de las personas.

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