Dimensiones de la Moralidad
Dimensión Personal
Las personas somos inevitablemente morales porque, a la hora de actuar, imaginamos distintas posibilidades entre las que hemos de elegir. Además, hemos de justificar nuestra elección si queremos comportarnos como seres racionales. Un ser amoral actúa automáticamente y, por lo tanto, no es dueño de sus actos. Este es el caso de los animales. Las personas podemos comportarnos moral o inmoralmente según unas normas de conducta determinadas.
Los códigos no carecen de valor si las personas no los practican o los aceptan. Las normas morales no funcionan como las leyes de la naturaleza. Aquí es donde aparece la dimensión personal de la moral. Lo específico del comportamiento humano es la posibilidad de elegir entre hacer esto o lo otro, o no hacer nada. Si los actos son libres o si se da un margen de libertad, podemos decir que son nuestros y debemos responder de ellos y de sus consecuencias ante nosotros y los demás.
Dimensión Social
El individuo se volvería loco si tuviera que estar a cada paso inventando su vida, es decir, haciendo continuamente elecciones. La sociedad en la que vivimos posee normas de conducta. No es concebible una sociedad sin tal conjunto de normas. La moral pretende orientar el comportamiento a través de valores y normas. Toda sociedad cuenta con un conjunto de normas morales, la aceptación de estas normas por la sociedad es llamada moralidad.
Ética Formal Kantiana
Kant distingue dos usos de la razón: el uso teórico (el conocimiento) y el uso práctico (la moral). Con frecuencia, se refiere a ellos como “razón pura” y “razón práctica”. En el ámbito práctico, quería construir una moral cuyos principios fuesen leyes de validez universal. Las éticas anteriores a Kant eran éticas materiales: todas ellas proponen un fin.
Ahora bien, todas las éticas materiales son éticas heterónomas: la voluntad humana está dirigida por instancias ajenas a ella. La voluntad de todo ser racional habrá de ser la única legisladora universal.
sino en la máxima que determina a la voluntad para su realización cuando este móvil es el deber.
“Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”.
La persona no puede ser utilizada como un objeto, sino respetada como ser racional que es. Él mismo es el fin de la ley y la humanidad es el “reino de los fines”.
“Obra de tal manera que la voluntad, mediante su máxima, pueda considerarse como legisladora universal”.
Kant distingue tres tipos de acciones:
- Contrarias al deber
- Conformes al deber
- Por deber
De manera que el hombre actúa moralmente, según Kant, solo cuando actúa por deber, cuando se somete a una ley no por utilidad o la satisfacción que su cumplimiento pueda proporcionarle, sino por respeto a la ley.
Ética Discursiva
El criterio para determinar qué normas son éticas es similar al kantiano, aunque formulado de formas distintas. Si en Kant tenía validez aquella norma que podía convertirse en ley universal, para las éticas discursivas es norma moral aquella que es aceptada por una comunidad de diálogo, cuyos participantes tienen los mismos derechos y mantienen relación de libertad e igualdad. Esta situación debe cumplir una serie de requisitos:
- Todos los afectados por una norma deben participar en su discusión.
- Todos los participantes deben tener los mismos derechos para argumentar y defender su postura.
- No puede existir coacción de ningún tipo.
- Todos deben participar en el diálogo teniendo como finalidad el entendimiento.
Ética de Rawls
Las bases del comportamiento justo y honesto (principios de justicia) se establecen mediante una situación hipotética: un diálogo por el que se llega a un pacto (contrato) entre personas ignorantes del lugar (Velo de ignorancia) que ocuparán en la sociedad.
Esta ética tratará de maximizar los mínimos, es decir, de proponer unos principios que favorezcan a los peor situados, que es lo que se le llama principio maximin.
El procedimiento racional para elegir principios justos consistirá en situarse imaginariamente en una posición original. Elegiríamos en ella un principio que proteja la libertad de todos.
El Lenguaje Natural
El lenguaje ordinario, el que utilizamos normalmente para comunicarnos y expresar nuestros pensamientos, deseos o situaciones, es lo que se conoce como lenguaje natural. Se caracteriza por tener una extraordinaria riqueza.
Esta riqueza expresiva no lo es tanto en otros ámbitos, en los que se requieren rigor y exactitud, como las matemáticas. El lenguaje natural presenta ciertas dificultades, de las que la ciencia debe huir para llevar a cabo su labor. Dos dificultades:
- La ambigüedad. Todas ellas no son útiles para dialogar y reflexionar, pero también pueden dar lugar a equívocos, dan un sentido distinto a una misma palabra.
- Las paradojas
Lenguaje Formal
Para evitar problemas como los anteriores, se han construido lenguajes artificiales, como el de las matemáticas o la lógica. Es el llamado lenguaje formal. Tiene las siguientes características:
- No utiliza palabras, sino símbolos (x, y…). Estos símbolos constituyen su vocabulario específico.
- Los símbolos se enlazan unos con otros mediante otros signos especiales. Operadores: (+, =, x).
- Posee unas reglas que sirven para utilizar y operar correctamente con dichos símbolos.
- Prescinde por completo del significado semántico de los símbolos. Lo fundamental es que el razonamiento esté correctamente construido.
Esta posibilidad de prescindir de un significado natural específico:
- Permite evitar problemas y ambigüedades.
- Hace que el lenguaje artificial se convierta en modelo de todo el lenguaje, pues puede ser utilizado en contextos bien distintos.
Qué es la Lógica
La ciencia que estudia las formas generales de nuestro pensamiento, es decir, el razonamiento correcto, que ponen orden en otros pensamientos y en las palabras que los expresan.
La lógica favorece nuestra capacidad de razonamiento y nuestra capacidad de análisis.
Qué es Razonar
Un razonamiento es aquel conjunto de enunciados que presenta una serie de afirmaciones o juicios de forma estructurada. Razonar es deducir una o varias conclusiones a partir de ciertos datos (premisas) que ya se poseían previamente.
- Premisas. Son los puntos de partida del razonamiento.
- Deducción. Acto de la razón mediante el cual, a partir de unos datos, obtengo ciertos resultados.
- Conclusión. Es el resultado y la finalidad del razonamiento.
De este modo, partiendo de unas premisas, se deduce la conclusión correcta utilizando para ello las reglas adecuadas.