Los Grados de Conocimiento de John Locke
Este texto de John Locke, autor del siglo XVII, presenta su demostración de que la moral y las matemáticas comparten el mismo grado de conocimiento. El texto explora tres ideas clave:
- Locke argumenta que las explicaciones matemáticas de las figuras son independientes de su existencia física. Es decir, las explicaciones siguen siendo válidas independientemente de si las figuras existen en el mundo real.
- Locke relaciona la geometría con las ideas morales, afirmando que la verdad de una idea o discurso moral no depende de si los hombres la siguen o no.
- Locke ejemplifica la segunda idea con el libro Los oficios del pensador romano Marco Tulio Cicerón, argumentando que el estilo de vida propuesto en el libro no es menos cierto aunque nadie lo siga.
Los Tres Grados de Conocimiento
Locke distingue tres grados de conocimiento:
- Conocimiento intuitivo: El más evidente, con una conexión directa de ideas, como «dos más tres es igual a cinco».
- Conocimiento demostrativo: Menos evidente, con una conexión indirecta de ideas que requiere ideas intermediarias, como los teoremas matemáticos o las ideas morales.
- Conocimiento sensitivo: El menos evidente, que relaciona una experiencia sensorial con una idea, como ver un lápiz y relacionarlo con la idea de «lápiz».
Locke considera que las ciencias como la física y la química, aunque útiles, no alcanzan el nivel de conocimiento debido a su naturaleza probabilística. Él coloca la matemática y la moral en el mismo grado de conocimiento: el conocimiento demostrativo.
Comparación con la Teoría de las Ideas de Platón
La teoría de los grados de conocimiento de Locke se puede comparar con el aspecto epistemológico de la teoría de las ideas de Platón. Platón creía que el verdadero conocimiento era el conocimiento de las ideas trascendentes, mientras que Locke sostenía que el conocimiento consistía en relacionar las ideas dentro de la mente. Aunque ambos reconocían la distinción entre conocimiento y opinión, Locke, a diferencia de Platón, reconocía el conocimiento sensitivo como un grado válido de conocimiento.
La Existencia de Dios según René Descartes
En este texto de René Descartes, también del siglo XVII, la idea principal es la existencia de Dios. Descartes presenta tres ideas subordinadas:
- La idea de un ser sumamente perfecto (Dios) es innata, similar a las ideas matemáticas, y se impone a la mente.
- Así como las propiedades demostrables de las ideas matemáticas les corresponden necesariamente, la existencia le corresponde necesariamente a la idea de Dios.
- Descartes concluye que la existencia de Dios es una verdad segura.
El Argumento Ontológico y la Duda Metódica
Descartes utiliza el argumento ontológico para afirmar que la idea de Dios, como ser perfecto, implica su existencia. Su punto de partida es la duda metódica, que lleva a la primera verdad: «pienso, luego existo». A partir de esta verdad, Descartes construye su sistema filosófico, incluyendo la idea de Dios como una idea innata que garantiza la validez de la razón y la realidad del mundo sensible.
El Dualismo Cartesiano: Mente y Cuerpo
En este texto de René Descartes, el tema central es la distinción entre cuerpo y alma, conocida como dualismo. Descartes presenta tres ideas subordinadas:
- La res cogitans (cosa pensante) es el «yo», cuya propiedad esencial es el pensamiento.
- Descartes cuestiona si el «yo» posee también un cuerpo (res extensa) y afirma que lo demostrará.
- Los humanos están compuestos de dos sustancias: mente (pensante) y cuerpo (extensa).
La Duda Metódica y la Separación de Mente y Cuerpo
Descartes utiliza la duda metódica para establecer la existencia del pensamiento independientemente del cuerpo. Aunque cuestiona la existencia de las cosas sensibles debido a la posibilidad de engaño de los sentidos y la incertidumbre entre sueño y vigilia, afirma la existencia del pensamiento como una verdad indudable. Posteriormente, demuestra la realidad del cuerpo, pero como una sustancia distinta de la mente.
Consecuencias del Dualismo
El dualismo cartesiano tiene varias consecuencias:
- La inmortalidad del alma, ya que la muerte del cuerpo no la afecta.
- El problema de la interacción mente-cuerpo (mind-body problem).
- La tesis de los animales-máquinas, que niega el pensamiento y el alma a los animales.
En conclusión, el dualismo cartesiano establece una clara distinción entre mente y cuerpo, con implicaciones significativas para la comprensión de la naturaleza humana.