Rousseau es, posiblemente, el filósofo que mejor describe al ser humano. Su pensamiento se enmarca dentro de la Ilustración, movimiento intelectual que defiende una nueva civilización europea basada en:
- La razón, como herramienta para luchar contra la ignorancia y el dogmatismo.
- El desarrollo de la ciencia.
- El optimismo por el progreso, considerado la vía para lograr la felicidad.
- El saber enciclopédico.
- La secularización del pensamiento, su independencia respecto a la religión.
Rousseau realiza una dura crítica contra la sociedad en la que vive, atacando uno de sus principales ideales: el progreso. Para Rousseau, el progreso no conlleva necesariamente el desarrollo del ser humano en cuanto tal, no lleva aparejado el progreso moral ni tiene por qué conducir a la felicidad. El progreso, al que define como una construcción artificial de la sociedad y, a menudo, como herramienta al servicio del poder político, solo ha contribuido a corromper al individuo, a su pérdida de libertad e inocencia y a establecer la desigualdad entre los hombres.
Según Rousseau, en la evolución humana se pueden apreciar dos etapas o estados:
- Estado de naturaleza: Los individuos vivirían en un estado pre-social, en el que serían felices, libres, autosuficientes, viviendo aislados en familia y reinando la igualdad entre ellos. La naturaleza humana se caracterizaría por sentimientos positivos, como el amor, la simpatía y la compasión, y por instintos, como el de autoconservación.
- Estado de civilización o social: Es el estado real en que se encuentra el hombre en la sociedad moderna que le toca vivir a Rousseau, en la que reinan la injusticia, la desigualdad, la opresión, la falta de libertad, las pasiones depravadas como la ambición, etc. En esta situación, el hombre se hace malo, egoísta, vanidoso, superficial.
Hobbes, al igual que Rousseau, el filósofo inglés considera que el hombre no es sociable por naturaleza, pero su concepción sobre el ser humano en estado de naturaleza es radicalmente opuesta a la del pensador ginebrino. Para Hobbes, la naturaleza humana se caracteriza por el deseo de poder y fama, el egoísmo, la competencia constante y la desconfianza entre los seres humanos. Todo ello genera violencia y la guerra de todos contra todos. En este estado, el hombre es un lobo para el hombre, homo homini lupus, como dijo el dramaturgo latino Plauto. De ahí que Hobbes defienda la necesidad del Estado y la sociedad para garantizar la seguridad del individuo, es la única forma de que, a pesar de los defectos de los seres humanos, sea posible la convivencia en sociedad.
Locke; los hombres en estado de naturaleza son libres e iguales, aunque no necesariamente buenos, dado que pueden violar los derechos y las libertades de los demás individuos. No obstante, incluso en ese estado pre-civilizado, la naturaleza posee una ley moral de manera innata, que puede ser descubierta por la razón. De la misma forma, los hombres, por naturaleza, poseen ciertos derechos, como el de propiedad.
El Ser Humano en la Filosofía Contemporánea
La filosofía de los siglos XIX y XX es muy rica en corrientes y tendencias. El objetivo común de todas ha sido conocer al ser humano y a la naturaleza de sus actos. Vamos a ver algunas ideas de ciertos pensadores, los llamados filósofos de la sospecha (Freud, Nietzsche y Marx), que cuestionaron el concepto de persona que, a partir de la Ilustración, se había asentado en la civilización occidental. El objetivo de la crítica de estos filósofos fueron los conceptos de razón y progreso. Los tres pusieron en tela de juicio los pilares de la cultura occidental, posibilitando una nueva visión sobre el ser humano.
Freud
Descubridor de una nueva forma de conocer los procesos de la mente, el psicoanálisis, abrió con ello la puerta a otra dimensión del ser humano, al desvelar su cara oculta e irracional: los instintos y el inconsciente que rigen su mente. Según Freud, todos nosotros llevamos en nuestro interior deseos que son el verdadero motor de nuestra personalidad, pero que no podemos aceptar conscientemente, limitados como estamos por la vida en sociedad, la educación recibida, nuestra voluntad, etc. Estos deseos los mantenemos deliberadamente en la inconsciencia, los reprimimos, aunque están siempre activos, intentando salir fuera. Freud describe la mente humana como una estructura compleja que engloba varias instancias independientes, aunque relacionadas.
Freud siempre concibió la vida mental como un campo de batalla entre dos instintos innatos que rigen la conducta humana:
- El instinto de muerte, cuyo objetivo es el retorno a la materia no viviente, la disolución de la vida.
- El instinto de vida o instinto sexual, que tiende a la reproducción y al mantenimiento de la vida.
Formas de Organización Social
Existen dos posturas fundamentalmente sobre el origen de la sociabilidad humana. Una de ellas la considera consecuencia lógica de la naturaleza humana; la otra defiende la primacía de la necesidad.
- La naturaleza: El carácter social del ser humano está inscrito en su propia construcción. La sociedad se presenta como el lugar natural del ser humano (Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás).
- La necesidad: El ser humano se une en sociedades para satisfacer las carencias derivadas de la vida en solitario. La sociedad es una construcción artificial fruto de un acuerdo (Thomas Hobbes, John Locke, Jean-Jacques Rousseau).
Como consecuencia, la evolución de los grupos humanos está íntimamente unida a los problemas a los que han de enfrentarse, llevó a estas comunidades a unirse en colectivos más amplios y con un nivel creciente de complejidad.
- Tribal: Es la forma más antigua de organización social, basada en la unión de grupos familiares. Estos suelen desarrollar una propiedad comunal, un reparto del trabajo y una jerarquía social muy limitadas. Su economía de subsistencia se apoya en la caza y la recolección.
- Arcaica: Es una evolución de las sociedades tribales ligada a la aparición de la agricultura y la esclavitud. Surgen la propiedad privada y la gestión de los recursos y, como consecuencia, también las clases sociales y los impuestos.
- Feudal: La propiedad de la tierra está en manos de grandes señores a los que los vasallos deben obediencia. El poder político es ejercido por el rey, aunque los grandes terratenientes ejercen considerable influencia.
- Capitalista burguesa: Con el desarrollo de la industria y el comercio, los centros económicos se trasladan a las ciudades. La burguesía se convierte en la clase social más poderosa dando lugar, a partir del siglo XVIII, a las modernas democracias representativas.
Marx
La sociedad surgida de la revolución industrial tenía grandes desigualdades y condiciones laborales infrahumanas -por ejemplo, se trabajaban los siete días de la semana durante catorce horas o más-. Marx analizó este modelo de sociedad y su influencia sobre el ser humano, y concluyó que el sistema social y económico es lo que impide al hombre desarrollarse.
- Para Marx, el hombre es un ser activo, dinámico y, por tanto, no es un ser ya terminado, sino que está en constante desarrollo. El hombre está permanentemente construyendo la historia y a sí mismo, y se caracteriza por transformar la realidad.
- Esta transformación la realiza a través del trabajo, que le sirve para ganar un salario pero, sobre todo, para realizarse como persona, para relacionarse con otros.
- En un trabajo ideal, el hombre se proyecta sobre los productos que crea, pone en ellos su personalidad, su esfuerzo, su tiempo, su creatividad, etc. Son sus obras, desde que las piensa hasta que las realiza.
Sin embargo, denuncia Marx, lo que está sucediendo en realidad es que el producto del trabajador no le pertenece a él, sino al dueño de los medios de producción, entre los que se encuentra el propio trabajador. Esto produce la alienación de la persona: el producto de su trabajo se aleja de él, le es extraño y, además, cuanto más produce, más pobre es. Debido a esto, el producto acaba convirtiéndose en su enemigo, cuando debería ser el símbolo de su realización como persona.
Nietzsche
La tercera gran crítica a la cultura occidental la realizó un pensador que, defendiendo como valor fundamental la vida humana, criticó duramente la moral occidental, asentada sobre los valores cristianos y el razonamiento procedente de Sócrates y Platón. El resultado de dichos valores es para Nietzsche una cultura decadente, que mata la vida y al ser humano auténtico. Así, la moral judeocristiana se olvida del hombre concreto y real, ya que:
- Sitúa la clave de esta vida en otro mundo trascendente, provocando el desprecio por ella.
- Afirma que alguien desde fuera del mundo, Dios, lo dirige.
- Utiliza el castigo y la culpa para aniquilar los valores más nobles de la vida, como la inocencia.
- Ensalza los valores del rebaño: el dolor, la renuncia, la resignación, la obediencia, la humildad, el sacrificio, etc.
Frente a esto, Nietzsche propone un nuevo ser humano caracterizado por:
- Una nueva moral que acepte y exalte la vida, la grandeza, el placer, lo noble, el orgullo, la alegría, las pasiones, la negación de límites, etc.
- Nuevos valores humanos que han de lograrse mediante la voluntad de poder, la tendencia a ser más, a desarrollarse, a crecer y a crear, el instinto de superación, la energía absoluta, etc.
- El objetivo de superar el estado actual del hombre para alcanzar el del súper hombre, aquel capaz de crear nuevos valores, de amar la vida y el mundo por encima de todo, de ser fuerte y señor de sí mismo para crecer y crear.
El Filósofo Gobernante según Platón
Para el filósofo griego, el objetivo primordial del poder político es la felicidad de todos los miembros de la polis. Dicha felicidad descansa en la existencia de un poder que actúe y promulgue leyes de forma justa. Sin embargo, para Platón, solo aquellos que tienen capacidad para alcanzar el mayor grado de sabiduría posible podrán ser los gobernantes. Únicamente los filósofos pueden alcanzar, según él, dicha sabiduría. Este conocimiento les permitirá elegir siempre la forma más justa para encaminar la vida de la polis hacia la felicidad. Así, Platón realiza una crítica a las formas de gobierno más usuales en su época, ya que considera ilegítimas todas aquellas en las que no se realiza la justicia.
- Timocracia: Gobierno de castas guerreras. Utilizan el poder para enriquecerse. Dan lugar a la oligarquía.
- Oligarquía: Gobierno de pequeños grupos de alto rango social. No distribuyen bien los recursos. La protesta social da lugar a la democracia.
- Democracia: Gobierno de muchos. No todos los ciudadanos están preparados. Alguien audaz podría tiranizar la asamblea.
- Tiranía: Un individuo con apoyo de la fuerza. Solo se busca el interés personal. Acaba por convertirse en una timocracia.
El Carácter Comunitario del Bien: Aristóteles
Para Aristóteles, el hombre es social por naturaleza. Esto es así porque el ser humano solo se realiza desarrollando la virtud que le es propia y característica: el cultivo de la razón. La sociedad, para este autor, tiene como fin primordial proporcionar los mecanismos y oportunidades apropiados para que el hombre pueda cultivar su virtud fundamental (la razón). Al igual que Platón, Aristóteles prestó especial atención al concepto de legitimidad política y distinguió entre diferentes formas de gobierno legítimos e ilegítimos.
- Legítimos:
- Monarquía: Gobierno de uno en interés de la comunidad.
- Aristocracia: Gobierno de los mejores en pro de la polis.
- Democracia: Gobierno de la mayoría a favor de la comunidad.
- Ilegítimos:
- Tiranía: Gobierno de uno ejercido en interés propio.
- Oligarquía: Gobierno de unos pocos a favor del grupo dominante.
- Demagogia: Gobierno de la mayoría atendiendo a sus apetitos.