Explorando la Realidad: Percepción, Idealismo y el Impacto de lo Virtual
El Problema de los Sentidos: Realismo Ingenuo
El primer problema al afrontar el significado de la realidad es la relación entre apariencia y realidad, y, en concreto, el de los sentidos. Basta un vistazo para comprender que la realidad no siempre es como la muestran los sentidos, ya que a veces las cosas no son lo que parecen (Ej: de lejos un objeto parece una cosa, pero cuando nos acercamos es otra). Además, hay cosas que vemos que no son reales, como por ejemplo los colores; y viceversa, hay cosas reales que no captamos por los sentidos, como por ejemplo el O2.
Realismo vs. Idealismo
Desde el comienzo de la filosofía, autores como Parménides y Platón, nos recuerdan que aquello que captamos a través de los sentidos, se encuentra en constante cambio, está sometido a nacimiento y muerte. Además, cada sujeto lo percibe de un modo distinto, por lo que concluyen que el mundo material es inestable, engañoso, incapaz de ofrecer conocimiento científico objetivo y, en último término, es una mera ilusión. Por el contrario, los objetos racionales, es decir, las ideas, son inmutables, perfectas, objetivas, universales y necesarias. El conocimiento científico solo puede tratar sobre elementos ideales, por lo que concluyen que éstos son la verdadera realidad.
Idealismo Trascendental
En el s. XVIII, Kant saca a la luz un importante problema relativo al conocimiento y, por ende, a la realidad. Hasta entonces, siempre se había pensado que el sujeto del conocimiento es una realidad independiente del objeto que desea conocer. Sin embargo, Kant advierte que el objeto de conocimiento no es independiente del sujeto, puesto que es, en cierta medida, un producto construido por él. Un objeto cualquiera es el resultado de las sensaciones que captamos a través de los sentidos organizadas o estructuradas por nuestra mente, de forma que si bien hay un elemento que proviene del exterior (sensaciones), hay otro que es plenamente subjetivo, es decir, del sujeto (estructuras mentales). Por consiguiente, si somos nosotros quienes construimos los objetos, nunca podremos conocer qué o cómo es la realidad en sí misma, es decir, con independencia de nosotros. Esto no quiere decir que no podamos obtener un conocimiento científico u objetivo de la realidad, ya que la razón humana es universal, de manera que todos construimos los objetos de igual manera.
Realidad Virtual
A los problemas anteriores se suma un problema actual derivado del desarrollo científico tecnológico que nos invade, como es el de la realidad virtual. Este concepto se refiere a un mundo o realidad paralelo al físico, el cual se desarrolla exclusivamente a través de vías telemáticas y que, en cierta medida, posee cierta independencia respecto del mundo físico. El problema de esta realidad virtual es que es capaz de sustituir al mundo físico, de lo cual derivan diversos problemas:
- Dificultad para diferenciar entre realidad física y virtual.
- Dificultad para evaluar información verídica.
- Problemas de suplantación de identidad y, en general, de identidad por parte de aquellas personas que generan perfiles falsos en las redes sociales.
- Problemas psicológicos (soledad, introversión, fobia social, adicción a las redes sociales y a la tecnología).
Entidades Físicas y Objetos Ideales: El Problema de los Universales
Los universales son los conceptos, y se llaman así porque un mismo concepto, como por ejemplo mesa, se refiere o engloba a todo el universo de las mesas. El problema es si el objeto existe o no realmente, porque lo único que sabemos es que existen mesas particulares, es decir, objetos concretos. Ante esta dificultad, existen tres posturas diferentes:
- Realismo extremo o exagerado: sostiene que los universales son reales; es más, son las verdaderas realidades, existen con independencia de las cosas concretas físicas, se hayan en otro mundo distinto al material y solo pueden captarse mediante la razón y el intelecto. Esta teoría es defendida por Platón.
- Realismo moderado: los universales no existen realmente, es decir, con independencia del ser humano lo único que existe son las cosas particulares. Sin embargo, a partir de éstas el ser humano genera los universales mediante un proceso de abstracción, consistente en quedarse con las características comunes de un conjunto de objetos de la misma clase y dejar de lado las características particulares o diferenciales. Esta teoría es defendida, entre otros, por Aristóteles.
- Nominalismo: según esta posición, los universales no existen, sino que son meros «flatus vocis«, es decir, voz/palabras vacías, meros sonidos o símbolos sin correspondencia alguna con ninguna realidad física. Esta teoría es defendida por Guillermo de Ockham.