Explorando la Teoría del Conocimiento: Sujeto, Objeto y Proceso Cognitivo

Teoría del Conocimiento: Una Exploración Profunda

La teoría del conocimiento examina la intrincada relación entre un sujeto cognoscente y un objeto conocido. Esta relación es fundamental, ya que no existen sujetos y objetos de forma aislada, sino que su existencia se define en el acto mismo del conocimiento. Aunque todos los entes pueden ser conocidos, solo aquellos dotados de facultades cognoscitivas pueden conocer activamente.

El Objeto del Conocimiento

El objeto es todo ente que está siendo conocido, es decir, el término de un acto de conocimiento. Proviene del latín ‘obiectum’, que significa ‘estar colocado frente a’. El objeto existe independientemente del acto de conocimiento del sujeto y no se modifica por el hecho de ser conocido. El acto de conocimiento no le añade ni le quita nada.

El Sujeto Cognoscente

El sujeto es quien realiza el acto de conocimiento, adquiriendo o asimilando algo que antes no poseía. A diferencia del objeto, el sujeto sí se modifica por este acto, perfeccionándose a través del conocimiento.

El Acto de Conocimiento

El conocimiento es el acto por el cual el objeto se hace presente en el sujeto. El objeto adquiere una nueva existencia, llamada existencia intencional. Los objetos poseen tanto una existencia real extramental como una existencia intramental-intencional. En esencia, el conocimiento es la presencia intencional del objeto en el sujeto.

A nivel del conocimiento sensible, el objeto está presente materialmente, pero no con su materia propia extramental, sino con la materialidad que le dan los sentidos del sujeto cognoscente. El conocimiento comienza con los sentidos externos y luego se elabora a través de los sentidos internos. Los sentidos externos, que son receptores pasivos, necesitan un contacto directo con las cosas y sus cualidades para funcionar.

La sensación es el acto por el cual el sentido conoce su objeto propio, revelando el ser real existente.

El ser humano posee tanto conocimiento sensible (a través de los sentidos) como conocimiento intelectual (a través de la inteligencia).

El conocimiento es un acto espontáneo en cuanto a su origen e inmanente en cuanto a su término, mediante el cual se hace presente una determinada región del ser. No es una acción, sino algo acabado y realizado. Surge de la interioridad del sujeto y su fruto permanece en el sujeto, perfeccionándolo.

Tipos de Conocimiento

Conocimiento Sensible

  1. Los sentidos externos informan sobre su objeto propio, siendo el único acceso al ente real existente.
  2. Los sentidos internos elaboran la información aportada por los sentidos externos. El sentido común unifica los datos y crea la imagen del objeto.

Conocimiento Intelectual

La inteligencia, al ser inmaterial, se conecta con la imagen del objeto elaborada por el sentido común. A partir de esta imagen, separa lo universal y abstracto de lo particular y concreto, es decir, la esencia del objeto. Como resultado de esta abstracción, la inteligencia forma el concepto, que contiene la esencia del objeto.

El conocimiento no termina ahí; una vez captada la esencia, se unifica con la imagen del sentido común, permitiendo conocer al ente real existente.

Actos Propios de la Inteligencia

  1. Simple aprehensión: La inteligencia capta directamente la esencia de las cosas. No afirma ni niega nada, por lo que no es ni verdadero ni falso. El objeto producido es el concepto.
  2. Juicio: El intelecto afirma o niega algo acerca de algo, uniendo o separando conceptos mediante el verbo ‘ser’. Aquí surge la verdad (adecuación entre el intelecto y la realidad) o la falsedad.
  3. Raciocinio: A partir de dos o más juicios (premisas), se obtiene un tercer juicio (conclusión) por vía deductiva.

Posturas sobre la Problemática del Conocimiento

Escepticismo: Sostiene que no es posible conocer ni alcanzar la verdad.

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