Falacias Lógicas y Cosmología Aristotélica: Un Análisis Filosófico

Falacias Lógicas

Ad Hominem: En lugar de analizar el razonamiento y discutir las razones que presenta, se ataca a la persona que lo sostiene.

Ad Ignorantiam: Afirma que una proposición es verdadera solo porque no se conoce si es falsa.

Ad Populum: Apelación a los sentidos del agente como recurso para obtener asentimiento ante una proposición.

Ad Verecundiam: Apela indebidamente a la autoridad intelectual de alguien para justificar alguna proposición o creencia.

Generalización Precipitada: A partir de pocos datos se establece una generalización.

Falsa Causa: Afirma que un fenómeno es causa de otro simplemente por el hecho de ser anterior a este cronológicamente.

Falacia de la Ambigüedad: Emplea términos que pueden tener más de un significado.

Falacia de la Vaguedad: Términos con significado poco preciso.

Afirmación del Consecuente: p→q

                                                                            p


                                                                            q

Negación del Antecedente: Igual pero con ¬ en la p y q de abajo.

Petición de Principio: La conclusión quiere probar a partir de premisas que a su vez se prueben o deberían probarse con la misma conclusión.

Razonamiento Deductivo e Inductivo

Razonamiento Deductivo: Es un razonamiento deductivo válido, la conclusión debe derivarse necesariamente de las premisas, si las premisas son verdaderas, la conclusión también lo será.

Razonamiento Inductivo: En este razonamiento la verdad de las premisas no convierte en verdadera la conclusión, sino que la conclusión de un razonamiento inductivo válido solo es probable. Podemos afirmar las premisas y negar la conclusión.

Tablas de la Verdad

Negador ¬, conjuntos (y) ^ solo es V cuando es VV, disyunciones (o) v solo es F cuando es FF, condicional ( -> ) solo es F cuando es V-F, bicondicional (<->) -> es V si VV y FF.

Cosmología Aristotélica

Aristóteles afirma que cada elemento tiene un movimiento natural simple, el movimiento natural solo puede darse si los cuerpos tienen algún lugar propio, pues es aquel movimiento iniciado por la naturaleza misma del cuerpo. Extrae las conclusiones siguientes:

El universo es finito: Si fuera infinito no habría ningún punto destacado hacia el cual un cuerpo pudiera dirigir su movimiento. Al ser finito tiene un lugar central y un lugar extremo que lo delimita.

El vacío no existe: Pues un cuerpo en el vacío estaría aislado del resto del universo y no podría determinar la dirección en que se debe mover, el universo es único pues no puede existir el vacío que separaría a los distintos universos independientes.

Mundo Sublunar

Constituido por los 4 elementos, en él se dan la generación y la corrupción, la mezcla de los elementos, etc. Los movimientos naturales rectilíneos se producen en las direcciones siguientes: la tierra y el agua van hacia el centro del universo, el fuego y el aire se alejan del centro, esto significa que cada elemento del mundo sublunar tiene un lugar propio en el universo hacia el cual tiende por naturaleza y en el cual permanece en reposo si no actuase sobre él ninguna causa eficiente exterior: la tierra estaría en el centro, encima el agua, el aire y el fuego.

Mundo Supralunar

Constituido por éter, su estructura es una versión mecánica del modelo de las esferas homocéntricas, cada esfera se mueve con un movimiento circular uniforme, ya que el vacío no existe. La causa del movimiento circular de las esferas del éter es la propia naturaleza del éter, pero debe haber además una causa final, pues de lo contrario todos los procesos del universo, resultado en último término del movimiento de las esferas celestes, carecerían de sentido. Esto lleva a Aristóteles a postular la existencia de un Primer Motor Inmóvil, causa final de todo el movimiento, que está constantemente en acto pensándose a sí misma. Cada esfera del éter se mueve por propia voluntad para alcanzar la perfección del motor que contempla intelectualmente.

Implicaciones Filosóficas (Aristóteles)

La Realidad: Está perfectamente ordenada, todas las cosas están organizadas e integradas en la totalidad del universo y cada parte tiene una finalidad propia dentro del todo.

La Realidad es totalmente cognoscible: Utilizando su razón el ser humano puede comprender el funcionamiento del universo, se basa en relaciones de causalidad que están dispuestas en relación a un fin que es comprensible por medio de la observación y la reflexión.

Los Cielos son divinos e influyen en la tierra: Aristóteles no habla de divinidad, su modelo se puede adaptar a esquemas religiosos gracias a la naturaleza divina. El movimiento celeste proporciona una justificación inmediata de la dependencia de todas las cosas de la voluntad de Dios.

La perspectiva es antropocéntrica: El mundo como si estuviese hecho justo a su medida, la naturaleza se ajusta perfectamente a la razón humana que la puede comprender por completo, la perspectiva que se tiene del universo es la que corresponde a un observador terrestre.

El sentido de la vida humana es el conocimiento: El ser humano tiene una finalidad propia con la cual debe obrar. Para Aristóteles esta finalidad es la sabiduría, el Primer Motor, la razón es la característica esencial del ser humano, el hecho de tener un lugar y una misión perfectamente definidos proporciona al ser humano seguridad y confianza en sí mismo.

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