La Búsqueda de la Felicidad: Un Puente entre la Psicología Moderna y la Filosofía Antigua
El psicólogo social Jonathan Haidt nos recuerda que ayudar a las personas a encontrar la felicidad y el significado es la meta del nuevo campo de la psicología positiva. Esta tarea, compartida con los antiguos filósofos y maestros de la sabiduría, reconoce que, aunque los antiguos carecían de conocimientos en biología, química y física, muchos eran excelentes psicólogos.
Las Aportaciones de Haidt y la Ciencia del Comportamiento
¿Qué novedades nos aportan las opiniones de Haidt, basadas en la lectura, el diálogo y los resultados de la ciencia del comportamiento? Haidt destaca la importancia de las relaciones interpersonales. Si se mantienen estas relaciones correctamente, emergerá un sentido de finalidad y significado. Además, ofrece datos concretos:
- Los estudios de gemelos muestran que entre el 50% y el 80% de la variabilidad en los niveles de felicidad se explica por diferencias genéticas, más que por las circunstancias vitales.
- Las personas casadas tienden a reportar mayores niveles de felicidad. Parte de este beneficio se debe a la correlación reversible: la felicidad facilita el matrimonio y su duración, ya que las personas felices son más atractivas y fáciles de convivir.
El Papel de las Emociones y la Razón: El Jinete y el Elefante
Según Haidt, las intuiciones emotivas son clave en el comportamiento humano. Identifica seis emociones básicas con expresiones faciales distintivas: alegría, tristeza, miedo, furia, asco y sorpresa. Los procesos cognitivos racionales (el «jinete») están bajo nuestro control, mientras que los procesos emocionales (el «elefante»), intuitivos y automáticos, funcionan casi incontrolablemente. El jinete, situado sobre el elefante, ayuda a este a tomar mejores decisiones.
En la vida social, dejarnos llevar por las intuiciones puede conducirnos a la infelicidad, ya que estas a menudo reflejan actitudes heredadas de nuestros antepasados cazadores-recolectores, cuyas metas se centraban en la supervivencia y la reproducción, no en la felicidad tal como la entendemos hoy. El elefante perseguirá sus metas evolutivas, incluso si la mayor felicidad se encuentra en otra parte.
Métodos para Alcanzar la Felicidad: Armonizando Razón y Emoción
Haidt sugiere que la felicidad puede encontrarse cuando razón y emoción se alinean, aunque advierte que esto es excepcional. Menciona tres métodos para lograr esta armonía:
- Meditación: Una técnica antigua para relajar la mente, con resultados variables y posibles efectos secundarios.
- Control de los instintos: Destaca el fenómeno de «posponer la gratificación», como en el caso de los niños que se abstienen de comer golosinas para obtener una recompensa mayor después.
- Desarrollo de la inteligencia emocional: Un jinete habilidoso puede distraer y manejar al elefante sin conflictos directos de voluntad.
El psicoanálisis, aunque popularizó la idea de que los sucesos de la infancia determinan todo, carece de evidencia científica sólida, según Aaron Beck.
La Importancia de la Interacción Social y el Altruismo
Tras considerar nuestra predisposición genética a la felicidad y al autocontrol, Haidt señala que la principal fuente de felicidad proviene de la interacción social. El segundo paso es cuidar y construir nuestra red de apoyo social.
La hipótesis de la felicidad, según Haidt, es que «la felicidad viene de entre las dos cosas»: los lazos sociales y la conexión con algo más allá del yo, como la participación en una comunidad religiosa.
Sin embargo, surge el problema de la correlación revertida: la gente feliz podría ser más altruista desde el principio, por lo que su trabajo voluntario sería una consecuencia de su felicidad, no la causa. De manera similar, los ricos son generalmente más felices, pero parte de esta relación también es revertida: la gente feliz se hace más rica porque son más atractivos para los demás.
El «Estado de Flujo» y la Oxitocina
Haidt describe el «estado de flujo», un estado de inmersión en una actividad gratificante. Las gratificaciones pueden llevar al flujo. Se ha detectado la influencia de la hormona oxitocina en el sentimiento de elevación, que causa vinculación, no acción. La elevación puede generar sentimientos de amor, confianza y apertura, pero también de relajación y pasividad, lo que podría no traducirse en altruismo hacia extraños.
La actividad sexual, especialmente si incluye caricias y orgasmos, activa los mismos circuitos que vinculan a padres e hijos. La oxitocina, relacionada inicialmente con la maternidad y la lactancia, también actúa en hombres y mujeres durante episodios emocionales de afectividad y vinculación altruista.
La Influencia de la Naturaleza y la Espiritualidad
La vastedad y belleza de la naturaleza pueden hacer que el yo se sienta pequeño e insignificante, creando una oportunidad para la experiencia espiritual.
El Amor: Entre la Pasión y el Compañerismo
El amor cristiano se centra en dos palabras clave: cáritas y ágape. El amor sexual a menudo se confunde con las pasiones sexuales. Las culturas humanas construyen sistemas de significado para dignificar la vida y convencer a las personas de que sus vidas tienen más significado que la de los animales.
Mientras que el amor en la Ilíada y la Odisea se presenta como pasión trágica o fidelidad conyugal, el amor caballeresco medieval, de origen cristiano, introduce características de embelesamiento romántico (idealización, altruismo, pacificación), vinculadas a las concepciones de cáritas y ágape, y al amor maternal.
El mito moderno del verdadero amor implica creencias como que es un amor apasionado que nunca se debilita, que si estás enamorado debes casarte, que si el amor acaba debes dejar a la persona, y que si encuentras a la persona correcta tendrás amor verdadero para siempre. Sin embargo, el verdadero amor puede transformarse en una expresión prolongada de camaradería. El amor de camaradería crece lentamente a medida que los amantes aplican sus vínculos y sistemas de cuidado mutuo, confiando y cuidándose mutuamente. El amor apasionado y el amor de camaradería son procesos distintos con diferentes recorridos temporales.
Altruismo, Cooperación y Selección de Grupo
En interacciones sociales, cooperar a largo plazo es beneficioso, siempre y cuando se esté atento al engaño. La solución al problema de los tramposos es el altruismo de parentesco (portarse bien con quienes comparten genes) y el altruismo recíproco (portarse bien con quienes corresponderán en el futuro).
La religión, al hacer que las personas se sientan parte de un solo cuerpo, reduce la influencia de la selección individual (que nos modela para ser egoístas) y activa la selección de grupo (que modela a los individuos para trabajar por el bien común).
Haidt concluye que el altruismo opera desde la perspectiva de la selección de grupo, atendiendo a intereses particulares. La selección de grupo crea adaptaciones genéticas y culturales que promueven la paz y la cooperación dentro del grupo para aumentar su capacidad de competir con otros grupos.
La Hipótesis de la Felicidad frente a la Hipótesis de la Virtud
La «hipótesis de la felicidad» de Haidt, que enfatiza la importancia de las conexiones óptimas, se opone a la «hipótesis de la virtud», basada en la ética del carácter, esencialmente cristiana. La hipótesis de la virtud, al reducir la moralidad a lo opuesto al propio interés, se vuelve paradójica: actuar contra el propio interés es actuar en el propio interés.
Sería ingenuo pensar que hacer lo correcto siempre hace sentir bien. La recompensa (no material) del altruismo puede provenir de un tercero, como Dios en las religiones teístas. La gratificación dependerá de la capacidad de autosugestión del individuo.
Conservadurismo, Bienes Materiales y Afectivos
Haidt equipara los bienes materiales y afectivos, pero la obsesión por la reciprocidad en bienes materiales puede volverse neurótica, como en la preocupación política por la igualdad en la distribución de bienes de consumo o en los fenómenos potlatch de las culturas primitivas. La acumulación de bienes materiales, más allá de lo imprescindible, se relaciona con el prestigio y el estatus social, lo que puede generar una demanda ilimitada según las pautas culturales.
Haidt defiende el conservadurismo político, argumentando que una sociedad sin conservadores perdería estructuras sociales valiosas, como las que Durkheim describió. Sin embargo, el estudio de la felicidad y el amor sugiere posibilidades que un marco conservador inamovible podría impedir.
Reflexiones sobre una Campaña Publicitaria: «Maricón es el que maltrata a una mujer»
Esta campaña publicitaria utiliza ingeniosamente el doble sentido de la palabra «maricón», invirtiendo su significado y usándolo como insulto, no hacia los homosexuales, sino hacia los hombres que maltratan a las mujeres. El presentador chileno que aparece en la campaña banaliza la palabra en su sentido homofóbico, redirigiendo el desprecio hacia los maltratadores.
Análisis Ético de la Campaña
- Desde la perspectiva kantiana: Los maltratadores no siguen el imperativo categórico, ya que no respetan la libertad individual de cada persona y no actúan por deber. Utilizan a las personas como medio, no como fin. La palabra «maricón» no podría universalizarse, ya que perdería su significado.
- Desde la perspectiva utilitarista: Si la campaña es malinterpretada por un colectivo que considera ofensivo el uso de «maricón» como insulto, no sería éticamente correcta, ya que no proporcionaría felicidad a ese grupo. Sin embargo, si la mayoría banaliza el término y lo considera aceptable en este contexto, sería éticamente correcta, ya que generaría mayor felicidad a un mayor número de personas.
- Desde la perspectiva relativista: La campaña podría no ser éticamente correcta, ya que la aceptación de la palabra «maricón» varía según la cultura y el lugar. Lo que es aceptable en un país puede ser ofensivo en otro.
Explicación: Contracultura y Consumismo según Potter y Heath
Potter y Heath analizan diversas perspectivas culturales, como los activistas ecológicos, los jammers, los skaters y la lucha contra el consumismo, señalando sus similitudes. Estos movimientos suelen percibir al resto del mundo como oprimido o conformista, considerando a la sociedad y sus normas como represivas.
Argumentan que el «sistema capitalista» no busca acabar con la individualidad, sino que la impulsa como una fuerza de distinción social, lo que a su vez alimenta el mercado. Así, elementos de la contracultura, como la ropa o las costumbres, se transforman en moda y se integran en el modelo de consumo capitalista.
Las normas, según los autores, no son inherentemente opresivas, sino que proporcionan seguridad mental al individuo. Los movimientos contraculturales, al no entender esto, terminan siendo absorbidos por el mainstream. Esto se observa en la música, donde géneros como el rap o el hip hop, nacidos como contracultura, se han convertido en productos de consumo masivo.
Los autores también critican la tendencia de la contracultura a rechazar soluciones institucionales, limitando su eficacia social.
Crítica al Planteamiento de Potter y Heath
Derrick O’Keefe argumenta que el libro de Potter y Heath no aboga por una izquierda política más coherente, sino por una defensa del capitalismo. Acusa a los autores de utilizar argumentos basados en la mala interpretación y de tergiversar a quienes critican, como Naomi Klein y Antonio Gramsci.
O’Keefe critica la defensa de Eminem por parte de los autores, mientras critican el hip-hop negro contemporáneo, ignorando la conciencia política de algunos artistas. También señala que el estudio se centra demasiado en Norteamérica, ignorando otras formas de capitalismo y disidencia no mercantilizada.
Finalmente, O’Keefe afirma que las buenas ideas del libro fueron tomadas de Thomas Frank y David Brooks.