Monistas
Los monistas creían en un solo principio fundamental para explicar la realidad. Estudiaron en la escuela de Mileto, donde se inició el paso del mito al logos.
Principales exponentes del monismo:
Tales:
Consideraba al agua como el primer principio, el elemento más esencial, que genera y da la vida.
Anaximandro:
Para Anaximandro, el primer principio era el apeiron. Buscaba el principio y lo que lo genera, encontrando respuesta en algo ilimitado e indefinido, y al mismo tiempo que limita y define la naturaleza. Consideraba que ese algo no podía estar en la naturaleza, ya que ella misma deriva de este principio.
Anaxímenes:
El primer principio para Anaxímenes era el aire. Explicaba la génesis y buscaba el principio de la naturaleza, basándose en el aire, ya que lo veía como el aliento que necesitamos para vivir.
Escuela Pitagórica:
Creían en la reencarnación y en una concepción dualista del hombre (cuerpo y alma). El destino de la vida era liberar el alma del cuerpo. Su principio fundamental eran los números, creyendo que todas las cosas son su estructura matemática. Descubrieron que los números se relacionan con las cosas y en el universo, viendo la regularidad de la vida, que tiene unos constituyentes últimos que son los números. Como el número es orden y todo está constituido por el número, todo es orden, regularidad y verdad.
Otros Filósofos Presocráticos
Heráclito de Éfeso:
Para Heráclito, el cambio era la base de la naturaleza. Nada permanece, todo es cambio. El fuego simbolizaba el cambio, su principio. Para explicar la realidad no negaba lo racional, porque creía que los cambios están ordenados y la ley que los rige es la lucha de contrarios. Esto significa que el mundo no es caótico, hay un equilibrio y armonía.
Parménides:
Parménides criticaba a Heráclito, centrándose en la respuesta de la realidad y rigiéndose por la ley de la identidad. Mediante principios lógicos, define las características del ser: es único, porque para que hubiera dos seres iguales debería haber entre ellos un espacio que es un no ser, y como el no ser no existe, solo puede haber un ser. El ser es eterno, porque para ser creado debería haber un momento en el que no hubiese existido. El ser es inmutable, porque siempre es. Ni nacemos ni morimos, ya que no hay cambio, todo es constante. Parménides negaba el mundo que percibimos.
Para explicar la contradicción, decía que nuestros sentidos nos engañan, lo real es lo que dice la razón. Se contraponen dos mundos: el sensible (el que muestran los sentidos, ilusorio y falso) y el racional e inteligible (solo lo reconocemos usando la lógica y la razón, así llegamos a la verdad).
Pluralistas
Los pluralistas creían en la existencia de varios principios para explicar la realidad.
Empédocles:
Para Empédocles, la naturaleza se puede explicar con cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego. Las cosas nacen por la combinación de estos elementos y mueren por la separación de los mismos. Para explicar esto, se basa en dos fuerzas cósmicas: el amor y el odio.
Anaxágoras:
Anaxágoras explicaba la existencia de diferencias entre las cosas de la naturaleza con la existencia de unas semillas. La diferencia radica en la combinación de las semillas. El origen y orden de las partículas es una inteligencia ordenadora, lo que implica una concepción finalista, ya que esta inteligencia ordena las semillas, si existen por un fin y hay cambio, hay fin.
Atomistas:
Los atomistas creían que los átomos tienen movimiento, lo que implica la existencia del vacío. Explicaban el movimiento sin una inteligencia ordenadora. La unión de átomos es el nacimiento, la separación es la muerte. Esto da lugar al vacío. Es una concepción mecanicista, a través del movimiento natural de los átomos se crean y destruyen las cosas.
Platón
Platón afirmaba la existencia de dos mundos: el mundo inteligible o mundo de las ideas y el mundo sensible o de las cosas, mundo en el que vivimos. Propone un dualismo ontológico.
Mundo Inteligible (MI):
Las ideas son esencias de las cosas, aquello que una cosa es. Son inmateriales, se ven y perciben por la inteligencia, son únicas, universales, eternas e inmutables. Son el modelo al cual las cosas imitan, deduciéndose que el mundo de las ideas es más real que el de las cosas, es una copia. En la cúspide está la idea del bien.
Mundo Sensible (MS):
Es un mundo imperfecto, perecedero, múltiple y variable. Copia al mundo verdadero, se conoce por los sentidos.
Concepción Dualista del Ser Humano:
Platón también tenía una concepción dualista del ser humano, en dos partes opuestas: el alma y el cuerpo.
Alma:
Es la parte espiritual, eterna e inmortal, la verdadera esencia del ser humano. Es intermediaria entre los dos mundos, pero el alma se cayó en el mundo de la materia y se unió al cuerpo. Al ser eterna, preexiste en el mundo de las ideas y subsiste después de la muerte porque es inmortal. Su destino es la transmigración. El alma se liberará con la muerte. Tiene tres partes:
- Racional: Conocimiento intelectual, esencia del ser humano e inmortal.
- Irascible: Voluntad, emociones y sentimientos.
- Concupiscible: Deseos, instintos.
Cuerpo:
Es la parte material, imperfecta, está llena de deseos y necesidades. El ser humano es un alma encerrada en un cuerpo, la muerte es la liberación.
Epistemología:
El conocimiento también es dualista: conocimiento intelectual (las ideas) y conocimiento sensible (de las cosas), que es un conocimiento erróneo. El problema es conocer las ideas si no pertenecen a este mundo. Se basa en la reminiscencia, o recuerdo. El alma, antes de su unión con el cuerpo, estuvo en el mundo de las ideas, las olvidó, pero las cosas imitan a las ideas. El contacto con las cosas sensibles hace que recordemos el otro mundo.
Grados de Conocimiento:
Hay varios grados de conocimiento hasta llegar al conocimiento de las ideas. Se llama alegoría de la línea. Se divide en doxa (opinión) y episteme:
- Dianoia: Conocimiento matemático, hace uso del conocimiento sensible.
- Noesis: Conocimiento de las ideas, dirigido por la razón, representa la verdad absoluta y la culminación del proceso.
Ética:
Platón analiza la virtud, que es la cualidad para vivir en armonía consigo mismo y con los demás. Si somos virtuosos, podemos ser felices. El ser humano será virtuoso si las partes del alma cumplen con la virtud que le es propia. La suma de esto lo llama justicia. El hombre es justo y feliz si la razón lo controla y conoce la verdad. No podemos alcanzar la felicidad absoluta, solo se consigue en sociedad, si es justa y feliz, y por eso lo lleva a la política.
Política:
Platón crea un modelo de estado ideal, justo, perfecto y feliz. El estado es justo si hay armonía en sus clases sociales, que se corresponden con el alma y sus virtudes:
- Gobernantes: Filósofos, alma racional, virtud prudencia.
- Guardianes: Alma irascible, virtud fortaleza.
- Trabajadores: Alma concupiscible, virtud templanza.