Filosofía Contemporánea: Marx, Nietzsche, Wittgenstein y Ortega y Gasset

Filosofía Contemporánea

Marx

Hombre y Conocimiento

El hombre es el creador de sí mismo. La producción de cosas para sobrevivir se lleva a cabo en sociedad. El humano, cuando trabaja, se autoconfigura. No toda formación histórico-social del hombre puede considerarse correcta. La mayoría de las veces aparece deformada, quedando así alienado de sí mismo. En Marx, el sujeto de la alienación es el humano real.

La propiedad privada capitalista, al tomar como suyos los productos del trabajo en el que el obrero se ha proyectado, hace que el productor quede alienado, sea propiedad de otro, haciéndose él mismo cosa, mercancía. Mediante la praxis, el hombre se abre al mundo, a la realidad y desarrolla su ser en la historia. La realización del trabajo aparece como la desrealización del trabajador. El producto se convierte en algo independiente del productor. De este modo, el mismo productor se convierte en una cosa. Esto es algo no natural, negativo, y fruto del modo de entender y organizar las relaciones de producción.

Formas de alienación:

  • Económica: trabajo.
  • Social: basada en la división de clases.
  • Política: división de la sociedad entre sociedad civil y Estado.
  • Filosófica: falsa interpretación de la realidad.

La producción de cosas para sobrevivir se lleva a cabo en sociedad, lo explica mediante el materialismo histórico: el materialismo es la afirmación de que no existe más realidad que la materia. El materialismo de Marx afirma la propiedad del ser sobre el pensamiento.

Político

La historia se reduce a la sucesión de los diversos modos de producción. La transformación de la naturaleza por el trabajo supone la realización del hombre. Pero la realización del hombre a través del trabajo queda alterada por la situación de alienación en la que vive. Las estructuras en las que se interrelacionan los medios, las fuerzas y las relaciones de producción son los modos de producción. Marx resalta el carácter radicalmente social del trabajo y la producción. El proceso técnico de producción no se da aislado, sino dentro de unas condiciones sociales determinadas históricamente.

En la sociedad capitalista, hay propietarios de los medios de producción y proletarios que tienen que vender su fuerza de trabajo a los propietarios, infraestructura sobre la que se forma una superestructura jurídico-política a la que corresponden formas de la conciencia social.

Relación entre infraestructura y superestructura:

  • La realidad social determina la conciencia.
  • Se trata solo de determinación.
  • Hay una acción recíproca entre ambas.

El hombre, cuando fabrica sus propios instrumentos de producción, empieza a diferenciarse de los animales. En esta época se encuentra sometido a las fuerzas naturales, las cuales no conoce, y establece una relación religiosa con la naturaleza. Época de la religión natural. Funciona a base de mitos. Las ideologías nacen con la división del trabajo. Hay humanos que crean teorías puras porque están separados de la práctica social de la producción. Así, las ideologías falsean la realidad. Estas desaparecerán cuando se instaure la sociedad sin clases.

Nietzsche

Conocimiento

4 etapas en su pensamiento:

  1. Periodo romántico: contraposición entre lo dionisiaco y lo apolíneo continúa en su pensamiento.
  2. Periodo positivista o ilustrado. Condena la metafísica, la religión y el arte. Su figura ahora es el hombre libre. Critica la cultura occidental.
  3. El mensaje de Zaratustra. Su pensamiento llega a su máxima altura. Aparece la figura de superhombre.
  4. Periodo crítico. Ataca toda la cultura occidental. La expresión es cada vez más agresiva, filosofía a martillazos.

En su primera obra »El nacimiento de la tragedia» Nietzsche considera que la tragedia griega se originó por la fusión de dos elementos: lo apolíneo y lo dionisiaco. El primero simboliza el día. El segundo la noche. Ambos principios coexisten en el mundo griego, pero con Sócrates el principio dionisiaco queda eliminado. Platón reforzará la postura socrática al separar el mundo en dos realidades y considerar la razón como fuente única de conocimiento. El cristianismo introduce el nihilismo y negativismo en nuestra cultura al reducir a nada la vida terrena. Desprecio por los sentidos y valoración de la razón. Nietzsche hará estas ideas bajo la forma de una crítica global a la cultura occidental.

Esta crítica se puede dividir en:

  • Crítica a la ontología: no existe mundo aparente y mundo verdadero, sino el cambio constante del ser creando y destruyendo el mundo. Las categorías que se emplean para hablar del mundo verdadero son categorías de la nada. Inventar ese otro mundo implica desconfianza contra la vida como cambio.
  • Crítica a la gnoseología: se establece la identidad realidad-concepto. Tiene el siguiente origen: se pasa de la sensación a la imagen mediante metáforas. Esta fijación la produce la costumbre. El olvido de la naturaleza metafórica del concepto ayuda a representar un grupo de cosas y la forma de ellas. Nietzsche cree que al olvidarnos de la naturaleza metafórica del concepto creemos que en él se establece la verdad. El concepto se ve reforzado por el lenguaje. La palabra fija un sentido único para el concepto. Las categorías gramaticales refuerzan esta fijación.
  • Crítica a la moral: la moral occidental es una contranaturaleza ya que se dirige contra los instintos de la vida. Platónicos y cristianos han puesto el centro de gravedad del hombre en otra vida más allá de esta, negando esta. Esta negación se ha llevado a cabo invirtiendo los valores humanos originarios. Nietzsche analiza la genealogía de esta inversión.

Estos aspectos de la cultura occidental se completan con las críticas que Nietzsche hace al conocimiento proporcionado por la ciencia, al progreso y al Estado.

Dios, Hombre y Moral

Esta crítica conduce a la necesidad de cambiar las bases de la cultura occidental. El cambio supone en Nietzsche una transformación de los valores, una nueva creación de los mismos que suponga ir más allá del bien y del mal. Para ello resulta imprescindible proclamar la muerte de Dios. La muerte de Dios anuncia un tiempo nuevo, donde el hombre liberado de la moral occidental es capaz de ser libre y afirmar su querer frente a los deberes impuestos por la moral. Esta libertad para crear inicia el nihilismo positivo nietzscheano en el que sabemos que el devenir del mundo es lo único existente.

La necesidad de crear nuevos valores al haber desaparecido Dios alude al nuevo hombre que anuncia Nietzsche: el superhombre. El superhombre es el nuevo modelo moral. Recoge las características de Dionisos y es el producto de 3 transformaciones: del camello al león y del león al niño. Es decir, del hombre de la cultura occidental que soporta su vida como una pesada carga al hombre que niega a Dios con todas sus fuerzas, y de este al niño que ha recuperado la inocencia del devenir, un ser capaz de crear valores.

La voluntad de poder es el término con el que Nietzsche caracteriza lo real. Todo lo que es implica superarse, demostrar una fuerza siempre creciente, es voluntad de crear. La voluntad de poder muestra el carácter vitalista pues voluntad de poder es voluntad de vida. En el hombre esa voluntad se expresa como voluntad de ser libre, de crear valores. La voluntad de poder se expresa como eterno retorno. Con él Nietzsche quiere expresar que no hay más mundo que este y que por lo tanto hay que permanecer fieles a la tierra. Es la imagen de un mundo donde todo se repite eternamente. Este eterno retorno implica el valor de la vida por sí misma, el deseo de que la vida sea el amor fati o amor al destino: no querer que nada sea distinto ni en el pasado, ni en el presente ni por toda la eternidad. El eterno retorno conleva el decir sí a la vida terrena.

Wittgenstein

Manifestará su seguridad en la lógica y la imposibilidad de racionalidad en el ámbito de la vida. En su primera obra, »El Tractatus», Wittgenstein enuncia 7 afirmaciones:

  1. El mundo está formado por la totalidad de los hechos atómicos. Estos son las relaciones más simples que existen entre las cosas que forman el mundo.
  2. El pensamiento y las proposiciones en que se expresa son figuras de la realidad. Estas proposiciones representan o pintan hechos atómicos (teoría pictórica del lenguaje), compartiendo su misma estructura (isomorfismo). Cada proposición corresponde a un único hecho.
  3. El lenguaje es el instrumento a través del cual conocemos y expresamos la realidad. Sus límites son los límites de la realidad.
  4. Una proposición será verdadera si la experiencia, los sentidos, confirman que describe los hechos, la proposición es una figura de un hecho.
  5. Las proposiciones que no representan hechos atómicos carecen de sentido, Wittgenstein rechaza la metafísica y la ética ya que sus proposiciones son pseudoproposiciones. Las proposiciones auténticas son las relativas a las ciencias naturales. Así el papel de la filosofía es descubrir las falsas proposiciones y disolverlas.
  6. Las proposiciones lógicas son todas tautológicas. Por lo tanto sentido y verdad no son lo mismo.
  7. De lo que no se puede hablar, es mejor callarse.

Para el primer Wittgenstein las proposiciones metafísicas, éticas y estéticas son pseudoproposiciones, no dicen nada sobre el mundo. Las proposiciones éticas hablan de lo que debe ser, por lo tanto no de lo que pertenece al mundo, sino a sus condiciones de posibilidad, son trascendentales. Las proposiciones metafísicas no se refieren a hechos del mundo, pertenecen a la esfera de lo místico y por lo tanto ni dicen ni muestran nada. El valor lo aporta el sujeto, por tanto no hay ningún sentido que seguir en la vida. El lenguaje y la ciencia solo pueden hablar de hechos y no de valores.

A raíz de comenzar a trabajar en una escuela infantil se da cuenta de que los niños aprenden a utilizar el lenguaje sin conocer el significado de las palabras, aprendiendo su uso. Entonces da un giro a su teoría y abandona el pensamiento referencialista. Así, existen términos que no nombran ningún objeto, por tanto no son referenciales; y a veces utilizamos nombres que se refieren a un objeto pero que en función del contexto, la entonación o los gestos, adquieren un significado distinto. Ahora la proposición forma parte de un juego del lenguaje. Su significado no le viene de su uso social. El fin del análisis es entender correctamente el lenguaje, no corregirlo, ya que no hay que perfeccionar el lenguaje ordinario, ni sustituirlo por otro ideal. Los lenguajes funcionan como juegos en el que cada uno tiene sus propias reglas. Estos juegos no tienen ninguna característica común a todos, únicamente mantienen un aire de familia. La tarea de la filosofía consiste en evitar malentendidos lingüísticos, pues todo problema filosófico surge del mal uso del lenguaje. Así, el segundo Wittgenstein asegura que la filosofía asume una función terapéutica: la de curar y disolver las enfermedades del lenguaje, indicando a la mosca el camino de salida de la botella.

Ortega y Gasset

Cohen, su profesor en Alemania, le hizo interesarse por los fundamentos del conocimiento. Esta influencia es fundamental en su etapa objetivista. La lectura de Nietzsche le llevará a la valoración de la vida como realidad radical, durante la segunda etapa de su pensamiento.

El pensamiento de Ortega se divide en 3 periodos:

  1. Periodo objetivista o idealista: en este periodo defiende la posibilidad de acceder al conocimiento de las ideas teóricas y prácticas. Postura racionalista: la razón es la fuente del conocimiento, nos acerca a la realidad la cual no sería nada sin la razón. Ortega busca alternativas para superar este retraso y encuentra que hay que europeizar España. Europeizar España es introducir la ciencia en nuestro país, ya que la ciencia es fuente de progreso y conocimiento objetivo de la realidad. El interés mostrado por la ciencia lleva al autor a un objetivismo y racionalismo ya que las ideas y conceptos científicos son la mejor expresión de la razón. La ciencia se empieza a relacionar con la enorme capacidad destructiva de la 1ª Guerra Mundial debido a los avances técnicos. Todo ello hace que la ciencia entre en crisis como forma ideal de progreso.
  2. Periodo Perspectivista: con la crisis de la ciencia Ortega afirma que entra en crisis el racionalismo. Entiende por racionalismo el ideal filosófico que defiende que la razón constituye un mundo ejemplar con la creencia de que es la verdadera realidad y por ello puede suplantar a la realidad efectiva, idealismo. Este conflicto entre las ideas puras y la realidad le supone un abandono del objetivismo, de la razón pura, y una defensa de la razón vital, lo que lleva a un antiidealismo. Para Ortega no es suficiente orientar nuestros objetivos partiendo únicamente de la razón, es necesario volver la vista hacia lo concreto, las circunstancias. Las circunstancias son las condiciones bajo las que se da la vida de cada hombre. El hecho radical es la vida humana y siempre es circunstancia, por lo que la vida de cada hombre responde a la expresión »yo soy yo y mi circunstancia». La circunstancia recoge las variables más importantes de nuestra existencia. El circunstancialismo se vuelve una superación del idealismo racionalista. Como la vida se da en unas circunstancias que la posibilitan es la perspectiva concreta lo que hace al hombre descubrir la verdad de las cosas. Tanto la realidad como el conocimiento se descubren desde un punto de vista. Ortega defiende que la verdad tiene muchas caras, depende de la perspectiva desde la que la miremos, la suma de ellas es la verdad. Contra el idealismo afirmará que el sujeto no es el eje en torno al que gira toda la realidad; contra el realismo afirmará que el sujeto no es solo un trozo de realidad.
  3. Periodo Raciovitalista: la vida es la realidad radical. Sus coordenadas son:
    • La vida es algo concreto, la vida de cada cual.
    • Nuestra vida no es una cosa, no es una naturaleza.
    • El modelo físico-químico y biológico de ciencia no puede ser útil para descubrir la realidad humana.
    • El hombre no tiene naturaleza, tiene historia. La vida del hombre se desarrolla en un tiempo, es temporal.
    • La vida humana no es un hecho, es algo que se va haciendo continuamente.
    • Ese irse haciendo es un proyecto que cada cual se da a sí mismo.
    • Cada ser humano asume su destino llevando una existencia auténtica.
    Todas estas categorías de la vida le hacen un pensador raciovitalista. No es un vitalista porque considera que la razón es un instrumento imprescindible de nuestra vida; no es un racionalista porque el racionalismo conduce a formas ideales que la vida no cumple. Por tanto es raciovitalista porque considera que la razón es un instrumento al servicio de la vida. Este raciovitalismo va acompañado de historicismo, ya que para Ortega la vida es historia.
    Consecuencias del raciovitalismo:
    • Ética: la vida será proyecto y libertad.
    • Historia: sus distintas épocas se caracterizan por una sensibilidad determinada que se expresa bajo la forma de generación.
    • Metafísica: supera el idealismo y el realismo.
    • Filosofía: ensayo que la vida hace por desinteresarse de las cosas.

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