18) La analítica trascendental
La función propia del entendimiento consiste en comprender o entender. Y la función de comprender lo percibido se realiza mediante conceptos. Entender los fenómenos percibidos es poder referirlos a un concepto. Y esta actividad de referir los fenómenos a los conceptos se realiza siempre a través de un juicio. El entendimiento se puede considerar como la facultad de los conceptos o bien como la facultad de los juicios. Dos tipos de conceptos totalmente distintos: conceptos empíricos, que proceden de la experiencia (son a posteriori), y los conceptos puros o categorías. El entendimiento posee ciertos conceptos que no proceden de la experiencia y son por tanto a priori. Doce son los conceptos a priori o categorías del entendimiento. Para obtener la tabla, parte del criterio de que la función fundamental del entendimiento es formular juicios, unificar y coordinar los datos de la experiencia sensible por medio de juicios. Por tanto, a cada clase de juicio le corresponderá una categoría.
19) La buena voluntad
Una voluntad buena es lo único que es absolutamente bueno. La única cosa que es buena sin restricción es la buena voluntad, la cual es buena en sí misma y no es función de las consecuencias de la acción. No se puede decir que una voluntad sea buena en sí misma porque causa buenas acciones, pues puedo desear una buena acción que las circunstancias físicas me impiden realizar. Pero mi voluntad será buena a pesar de eso, sin importar las consecuencias, que en gran medida, escapan a nuestro control.
20) La crítica de la razón práctica: la filosofía ética
Kant trató de explicar cómo es posible el conocimiento de los hechos: las impresiones sensibles procedentes del exterior y ciertas estructuras a priori que el sujeto impone a tales impresiones: las formas de espacio y tiempo y las categorías. Kant da respuesta a la pregunta ¿qué puedo saber? Es obvio que la actividad racional humana no se limita al conocimiento de los objetos, sino que el hombre necesita también conocer cómo ha de obrar, cómo ha de ser su conducta. La razón posee, además de una función teórica, una función práctica consistente en determinar no cómo son las cosas, sino cómo debe ser la conducta humana, la cuestión ¿qué debo hacer? Establecer los principios prácticos determinantes de lo que debemos hacer.
21) La estética trascendental
Condiciones a priori de la sensibilidad o conocimiento sensible son el espacio y el tiempo. El espacio y el tiempo son condiciones a priori porque podemos pensar que no haya objetos ni en el espacio ni en el tiempo, pero no podemos representarnos los objetos sin espacio ni tiempo. No se puede percibir algo si no es en un lugar del espacio y en un momento del tiempo. Espacio y tiempo son condiciones universales y necesarias de la sensibilidad. Por ello Kant define el espacio y el tiempo como formas a priori de la sensibilidad y también como intuiciones puras.
22) La dialéctica trascendental
Se ocupa Kant de la naturaleza de la razón y de la posibilidad de la metafísica. La metafísica, entendida como un conjunto de proposiciones acerca de realidades que trascienden la experiencia posible, es imposible, ya que las categorías del entendimiento solo pueden usarse legítimamente en su aplicación a los fenómenos, a lo dado en la experiencia. La aplicación de las categorías más allá de la experiencia da lugar a errores, a ilusiones. Pero si la aplicación de las categorías más allá de la experiencia es ilegítima, es también una tendencia inevitable. Esta tendencia de la razón lleva inevitablemente a traspasar las barreras de la experiencia en busca de lo incondicionado:
- Psicología racional
- Cosmología racional
- Teología racional
23) Los fundamentos de las matemáticas
Kant se ocupa de la estética trascendental, de los fundamentos epistemológicos de las matemáticas. Se ocupa del conocimiento matemático en este momento porque piensa que la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en matemáticas depende precisamente de que el espacio y el tiempo son intuiciones puras. El razonamiento se puede resumir así: la geometría y la aritmética se ocupan del espacio y del tiempo. Que la geometría se ocupa de determinar las propiedades del espacio no parece difícil de admitir. Que la aritmética tenga que ver con el tiempo resulta extraño. La aritmética se ocupa de la serie numérica y se basa en la sucesión temporal. El tiempo es el fundamento último de la aritmética. Las matemáticas pueden formular juicios sintéticos a priori porque el espacio y el tiempo son intuiciones puras a priori.
24) Los postulados de la razón práctica
Culmina en la doctrina de los postulados de la razón práctica, que son la libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios. Un postulado en el contexto de la razón práctica es algo que no es demostrable teóricamente, pero que es supuesto o exigido necesariamente como condición de la moral misma.
12) Ética kantiana como ética formal
La respuesta de Kant es que estamos obligados a juzgar nuestra conducta moral según el imperativo categórico si existe un fin absoluto válido para todos los seres racionales. Y tal fin absoluto existe: postula que el hombre, en cuanto ser racional, es un fin en sí mismo, un fin absoluto que no puede ser utilizado nunca meramente como un medio. El hombre es el fundamento del imperativo categórico, principio supremo del deber. Estamos obligados a juzgar nuestras acciones de acuerdo con el imperativo categórico. Somos fines en sí mismos. Y esto le permite a Kant ofrecer una nueva formulación del imperativo categórico.
13) Explicación de la aplicación válida de las matemáticas a la matematización del mundo físico
Como las matemáticas formulan juicios acerca del espacio y el tiempo, y todos los objetos de nuestra experiencia se dan en el espacio y el tiempo, todos los objetos de nuestra experiencia se cumplirán necesariamente los juicios de las matemáticas. De esta manera explica Kant el hecho de que las matemáticas tengan aplicación en la matematización del conocimiento empírico.
14) Fenómeno, noúmeno o cosa en sí
Lo dado o intuido en el espacio y el tiempo se denomina fenómeno. La idea misma de algo que aparece implica la idea de algo que no aparece. El objeto se denomina fenómeno y el correlato del objeto considerado al margen de su relación al conocimiento sensible lo denomina Kant cosa en sí o bien noúmeno. La cosa en sí o noúmeno es lo que las cosas son al margen de nuestro conocimiento. Por tanto, la cosa en sí no puede ser objeto del conocimiento sensible o intuición sensible. Kant define su filosofía como un idealismo trascendental porque sostiene que el espacio, el tiempo y las categorías no son propiamente rasgos reales de las cosas, sino que pertenecen a la estructura mental del sujeto.
15) Función y valor epistémico de las categorías
Los conceptos puros o categorías son condiciones trascendentales necesariamente requeridas para nuestro conocimiento de los fenómenos. Esto implica que las categorías solo son fuente de conocimiento aplicadas a los fenómenos. Por tanto, las categorías no tienen aplicación válida más allá de los fenómenos, no pueden aplicarse legítimamente a realidades que trascienden la experiencia posible.
16) Fundamento epistémico de la física
Kant se encarga en la analítica trascendental de la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en la física, la cual queda firmemente establecida y asegurada por el hecho de que, en correspondencia con las categorías, existen unos principios fundamentales del entendimiento que son juicios sintéticos a priori y constituyen la base de la física. Uno de esos principios es el principio de causalidad.
17) Imperativo categórico
La ley moral se caracteriza por su forma de imperativo. Los imperativos pueden ser hipotéticos o categóricos. Un imperativo hipotético es aquel que ordena realizar ciertas acciones como medio para un fin. Los preceptos o leyes morales que adoptan la forma de imperativos hipotéticos no tienen validez absoluta, solo un valor condicional. Este imperativo no tiene validez incondicionada, solo vale para quien desea tener una vida de placer, pero carece de valor para quien no se propone como meta una vida de placer. Kant negó valor moral a esta clase de imperativos y rechazó las teorías éticas fundadas en tales imperativos. El imperativo ético tiene que ser categórico, el cual ordena acciones no como medios para un fin, sino por ser buenas en sí mismas. El imperativo categórico ordena la conformidad con la ley en general, que las máximas que nos sirven de normas se adecuen a la ley universal. El criterio de corrección ética de una máxima es su universalizabilidad como ley, y la prueba de universalizabilidad se supera cuando se cumplen los dos requisitos siguientes: que no surja una contradicción lógica, que no ocurra que la máxima universalizada se encuentre en antagonismo. El imperativo categórico no nos dice lo que debemos hacer, sino cómo debemos obrar. Este rasgo convierte a la ética kantiana en una ética formal, que se diferencia de una ética material en que carece de contenido o materia, en consecuencia, no nos dice lo que debemos hacer, sino la forma como debemos obrar. El formalismo es un rasgo original de la concepción kantiana de la filosofía ética.