La Filosofía de Kant: Razón, Ética y Existencia
Kant buscó superar la dicotomía entre racionalismo y empirismo, y las controversias sobre el rol de la Razón. Siguiendo el principio ilustrado de pensar por uno mismo, Kant propone una crítica de la Razón. La Razón debe liberar al ser humano de su «minoría de edad», es decir, de actuar por obediencia a otro. La Filosofía debe responder a: ¿qué puedo conocer?; ¿qué debo hacer?; ¿qué me cabe esperar?. Se resumen en: ¿qué es el ser humano?.
El Conocimiento y la Razón Teórica
La Razón Teórica se dedica a conocer la naturaleza. El conocimiento científico es un hecho (matemáticas y física de Newton). La crítica de la Razón debe explicar cómo es posible el conocimiento científico, sus condiciones y límites, y si la Metafísica es posible como ciencia. La ciencia es un sistema de conocimientos universales y necesarios expresados en juicios. Hay que explicar de qué clase son los juicios científicos.
Tipos de Juicios
- Según la relación sujeto-predicado:
- Analíticos: El predicado está contenido en el sujeto. No amplían el conocimiento.
- Sintéticos: El predicado no está contenido en el sujeto. Amplían el conocimiento.
- Según el modo de conocer su verdad:
- A priori: Verdaderos independientemente de la experiencia. Universales y necesarios. Todo juicio analítico es a priori.
- A posteriori: Verdaderos a partir de la experiencia. Sintéticos, pero no universales ni necesarios.
Los juicios científicos son sintéticos y a priori. Son posibles porque, aunque todo conocimiento comience con la experiencia, no todo surge de ella. Hay un componente a posteriori (sensaciones) y un componente a priori (condiciones de posibilidad de la experiencia). Cualquier juicio derivado de ellas será universal y necesario.
Sensibilidad y Entendimiento
La Sensibilidad recibe sensaciones. La intuición es la relación inmediata con el objeto. Las sensaciones pueden ser externas (mundo) e internas (estados propios). La Estética Trascendental analiza las formas a priori de la Sensibilidad: espacio y tiempo. El espacio es la forma a priori de las sensaciones externas; el tiempo, de toda sensación. Espacio y tiempo son intuiciones puras. De ellas se deducen los juicios sintéticos a priori de las matemáticas:
- Geometría: Propiedades del espacio.
- Aritmética: Forma del tiempo (sucesión numérica).
El Entendimiento es la facultad de los conceptos. Comprender una experiencia es incluirla bajo un concepto. La Sensibilidad recibe sensaciones; el Entendimiento las interpreta. La Analítica Trascendental estudia las formas a priori del Entendimiento. Cada forma de unificar datos implica una categoría o concepto puro. Kant deduce las categorías de las clases de juicios (cantidad, cualidad, relación y modalidad). Los juicios sintéticos a priori de la Física (leyes físicas) proceden del carácter a priori de las categorías. Las ideas criticadas por el empirismo (sustancia y causalidad) son categorías del Entendimiento. Todo fenómeno tendrá una causa.
Sensación y concepto son componentes de la experiencia. La intuición sensible, sin conceptos, no orienta. Las categorías solo dan conocimiento al aplicarse a la intuición sensible.
Fenómeno y Noúmeno: Los Límites del Conocimiento
Kant distingue entre fenómeno (objeto tal como aparece en la experiencia) y noúmeno (cosa en sí). Nuestro conocimiento se limita a los fenómenos. El conocimiento es limitado, relativo a nuestra forma de conocer. La Dialéctica Trascendental concluye que la metafísica no es posible como ciencia, pues las categorías solo valen aplicadas a fenómenos. No podemos conocer fuera de las condiciones a priori de la experiencia.
La Razón y lo Incondicionado
La Razón es la facultad de los razonamientos. Busca lo incondicionado más allá de lo sensible, llegando a teorías metafísicas que reúnen:
- Fenómenos físicos bajo la idea de mundo.
- Fenómenos psíquicos bajo la idea de alma.
- Toda la realidad a partir de una causa suprema, Dios.
En los tres casos hay paradojas. No experimentamos nuestro yo como sustancia única, sino como multiplicidad de vivencias. El yo es la autoconciencia del acto de reunir sensaciones: subjetividad trascendental, no sustancia pensante. No tenemos experiencia del mundo como totalidad, sino como multiplicidad de fenómenos. Dios no puede darse en el espacio ni en el tiempo. Mundo, alma y Dios son formas a priori de la Razón: ilusiones trascendentales o ideas de la Razón, pensables pero no cognoscibles. Son el ideal que orienta para ampliar el conocimiento.
La Ética y la Razón Práctica
Lo práctico es el ámbito de las decisiones. La Razón Práctica se ocupa de la conducta humana. Kant propone una ética formal, frente a las éticas materiales. Las éticas materiales fijan un bien supremo y normas para alcanzarlo. La acción se justifica por sus consecuencias. Kant objeta a las éticas materiales:
- Son empíricas: No ofrecen imperativos universales.
- Sus imperativos son hipotéticos: Solo afectan si aceptamos su fin.
- Son heterónomas: La ley procede de fuera de la Razón.
La ética debe ser a priori, autónoma y formular imperativos categóricos (universales). Debe ser formal. La norma a priori de la Razón Práctica es el imperativo categórico, un hecho de la Razón: «Obra según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal». Otra formulación: «Obra de tal modo que uses a la Humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como fin y nunca meramente como un medio».
Deber y Buena Voluntad
Se puede actuar contrariamente al deber, conforme al deber (por conveniencia) o por deber. Actuar moralmente es actuar por deber, por respeto a la ley de la Razón. La buena voluntad es buena por su intención de respetar la ley. Como la intención no es accesible al conocimiento, no podemos señalar con seguridad ningún ejemplo de acto moral.
Postulados de la Razón Práctica
La Razón Práctica tiene tres postulados (alma y Dios): no son conocimientos, pero son presupuestos necesarios para la moral:
- Libertad: Condición para obrar según la ley moral. La ley moral prueba la libertad: si indica lo que debemos hacer es que podemos hacerlo.
- Inmortalidad: Exigible para el acuerdo total entre voluntad y ley moral.
- Existencia de Dios: Necesaria para garantizar que el virtuoso sea feliz.
El Ser Humano: Naturaleza y Libertad
El ser humano tiene una doble dimensión:
- Fenómeno: Ser natural, con inclinaciones. Hay una natural insociabilidad.
- Noúmeno: Ser libre y moral. La ley moral manda actuar independientemente de las inclinaciones. Genera la sociabilidad.
El ser humano es finito. Si fuese solo racional o solo natural, no habría moral. Kant rechaza el fanatismo moral. La finitud de la Razón Teórica afecta a la Razón Práctica. Si conociésemos con certeza los postulados, la vida moral desaparecería.
Filosofía Política: Derecho y Estado
Kant delimita el derecho frente a la moral: el derecho se ocupa de la conformidad de una acción con la ley; la moral, de la conformidad de la voluntad con la ley. El derecho se ocupa de la conducta externa. Estudia las condiciones en que la libertad de cada uno es compatible con la de los demás. Su fórmula: «Obra externamente de manera que el libre uso de tu albedrío pueda estar conforme con la libertad de todos los demás según una ley universal».
En el estado de naturaleza hay inseguridad. La Razón Práctica exige un Estado con leyes comunes. Kant propone un Estado de derecho con división de poderes, con igualdad de derechos y deberes.
Historia y Progreso
La pregunta ¿qué me cabe esperar? se aborda desde la religión, la historia y la política. La Historia es el desarrollo progresivo de las disposiciones del ser humano. El ser humano individual no puede desarrollar completamente sus tendencias. La tarea la realiza la especie. El bien final es la sociedad de ciudadanos del mundo. El antagonismo entre las dimensiones natural y racional favorece su realización: la competencia estimula el desarrollo. El ser humano progresa hacia una sociedad política universal donde cada uno sea un fin en sí mismo y haya la mayor libertad compatible con la de los demás. Deberá existir una sociedad de naciones. El logro es posible, no necesario. No podemos usar el concepto de fin para explicar fenómenos. Las disposiciones del ser humano se desarrollan como si tendiesen a la mayor libertad.
Dios y Religión
El bien supremo, la unión de virtud y felicidad, es posible gracias a Dios. La religión identifica el deber con un mandato de Dios. Dios garantiza que el virtuoso sea feliz. Pero la moral no se justifica por ser un medio para la felicidad. Ni Dios ni la felicidad del virtuoso son conocimientos: no pueden fundamentar la moral. La moral no dice cómo ser felices, sino cómo merecer la felicidad. La Razón Práctica no se apoya en la religión, sino que la guía. Kant rechaza la religiosidad centrada en ritos. Lo esencial de la religión es la buena voluntad. Respecto a la revelación, Kant acepta su posibilidad más allá de los límites de la Razón.