Filosofía de Nietzsche: Voluntad de Poder, Eterno Retorno y Superhombre

Filosofía de Nietzsche

Etapas del pensamiento de Nietzsche

Filosofía de la noche

Se inspira en los presocráticos y considera el arte como medio para interpretar la realidad en el fondo nocturno de la existencia. Dionisio, dios de la noche, se erige en este periodo como figura de la actitud auténtica ante la vida.

Filosofía de la mañana

Se inspira en Voltaire e ilustrados franceses y adopta una postura positivista para condenar la metafísica, la religión y el arte. Nietzsche denuncia todos los ideales de la cultura occidental, dice que donde otros ven ideas él ve cosas humanas.

Filosofía del mediodía

Nietzsche llega a su máxima altura y su pensamiento alcanza el mediodía. Escribe su obra fundamental (Así habló Zaratustra, un libro para todos y para nadie). Dice que Zaratustra es el superhombre.

Filosofía del atardecer

Ataca directamente a la cultura occidental: la religión, la filosofía, la moral. Este periodo alcanza un movimiento violento y apasionado. Zaratustra baja de la altura hacia la profundidad y hacia la civilización que está en su ocaso por culpa del nihilismo. La expresión cada vez es más agresiva y se llama el filósofo a martillazos que maldice al último hombre.

Dionisio y Zaratustra

ZARATUSTRA: Nietzsche sustituye a Dionisio por Zaratustra para mandar al diablo todo el consuelo metafísico. Esta nueva visión de Nietzsche rechaza toda metafísica y se mantiene en los valores morales, por eso escoge la figura de Zaratustra ya que ve en él al creador de la moral. Zaratustra es el que va más allá del bien y el mal. En su afirmación de la vida y la voluntad de vivir, Zaratustra representa lo mismo que Dionisio. Zaratustra es un Dionisio despojado de la metafísica. Su gran enemigo también es Sócrates, Platón y todo lo que ellos representan. Si Dionisio estaba contra Sócrates, Zaratustra estará contra el cristianismo.

El mensaje de Zaratustra

a) La voluntad de poder

Nietzsche, que siempre está enfermo, confiesa que intentó sanarse a sí mismo y que así descubrió la nueva vida y convirtió su voluntad de salud, de vida y de su filosofía. El hombre, el mundo, la vida son voluntad de poder. La voluntad de poder es ser más, vivir más, superarse a sí mismo y demostrar una fuerza que va en aumento, es voluntad de crear. El humano tiene que superarse una y otra vez para llegar a la voluntad de poder. La voluntad de poder es una voluntad creadora de valores. Dice que este mundo es un monstruo y que para vivir en él tenemos que tener voluntad de poder, esa voluntad tenemos que ser nosotros los ciudadanos.

b) El eterno retorno

Este es el tema clave de Zaratustra. Está relacionado con la mitología y presocráticos, porque dice que si el universo tuviera final la habríamos encontrado ya, por eso Nietzsche afirma que no hay más mundo que este propio, negando así el mundo de las ideas de Platón y el otro mundo cristiano. Así que este es nuestro mundo y tenemos que ser fieles a él. Para él, Dios ha muerto. El eterno retorno adquiere entonces la suprema fórmula de fidelidad a la tierra, del sí a la vida y al mundo. Zaratustra es el profeta de este retorno y Nietzsche hace dos afirmaciones: 1- El valor de devenir y la evolución, 2- El valor de la vida y la existencia. Este retorno simboliza que este mundo es único. Todo es eterno y nada es distinto al pasado ni al futuro ni para toda la eternidad.

c) La inversión de los valores

La inversión de valores es una perspectiva de todo lo mismo. Dice que la inversión de valores y de valorar la vida le ha convertido en un inmoralista y hay que recuperar la inocencia primitiva y estar más allá del bien y del mal.

d) Superhombre

El superhombre que lanza Zaratustra es el nuevo hombre. En el prólogo, Zaratustra dice que el superhombre es aquel hombre más despreciable, el incapaz de despreciarse a sí mismo. Nietzsche no explica el superhombre, quizá hay que entender que lo traerá del eterno retorno y que el superhombre es el hombre primero. Lo presenta como el fruto de tres transformaciones: el espíritu se convierte en camello, el camello en león y el león en niño. Acaba con niño porque el espíritu tiene que crear valores nuevos y para eso se convierte en niño. Por tanto, el superhombre tiene la inocencia del niño y está más allá del bien y del mal, es el primer hombre. Es decir, el superhombre es la reencarnación del mensaje de Nietzsche y como para él Dios ha muerto, tiene que vivir el superhombre que es aquel que está por encima de todo, es capaz de darle sentido al mundo y que en este mundo hay las cosas que hay y asumir eso es asumir que no va a haber nada más. Para el superhombre es querer más siempre.

Crítica a la civilización occidental

Esta crítica parte de la filosofía de Nietzsche que dice no y que llena las obras de su segundo y cuarto periodos:

  1. Un mismo método. El análisis psicológico consiste en denunciar los instintos que animan las diversas manifestaciones culturales.
  2. Un mismo diagnóstico. Todo procede de un instinto único, la voluntad de la nada, el odio o el terror a la vida.
  3. Un mismo enemigo. La crítica de Nietzsche se dirige a todos los aspectos de la cultura occidental: la ciencia, el arte, la religión, la filosofía, la moral, lo alemán, el socialismo, etc.

El diagnóstico: el nihilismo

Es un término empleado, en general, para descalificar cualquier doctrina que niegue o no reconozca realidades o valores que se consideran importantes. Nietzsche emplea el término nihilismo al menos en un doble sentido:

  • a) Nihilismo como signo del creciente poder del espíritu. (Nihilismo activo)
  • b) Nihilismo como decadencia y retroceso del poder del espíritu. (Nihilismo pasivo)

El nihilismo se define en función de la voluntad de poder. Cuando esa voluntad, que es la esencia misma de la vida, disminuye o se agota, da lugar al nihilismo pasivo. El diagnóstico de Nietzsche es que este tipo de nihilismo está a punto de llegar. Todos los valores creados por la cultura occidental son falsos valores, son la negación misma de la vida y proceden, en el fondo, de una voluntad de la nada. La civilización occidental se quedará sin los valores que ha poseído hasta ahora: del «Dios es la verdad» se pasará a decir que todo es falso, se perderá el sentido de la existencia. Ese estado no ha llegado todavía, pero cuando aparezca será el tiempo del último hombre. Contra este nihilismo pasivo quiere reaccionar Nietzsche con el nihilismo activo. Todos los valores creados por la cultura occidental son falsos valores, son la negación misma de la vida y proceden, en el fondo, de una voluntad de la nada. Cuando esos valores se derrumben, y se derrumbarán porque son ilusorios, llegará necesariamente el nihilismo. Tal estado no ha llegado todavía, pero se anuncia en el pesimismo, en la decadencia y el agotamiento general. Cuando aparezca, será el tiempo del último hombre. Contra este nihilismo pasivo quiere reaccionar Nietzsche con el nihilismo activo. Por un lado, es una potencia violenta de destrucción que procede de un creciente poder del espíritu para el que los valores hasta el momento vigentes ya no pueden tener vigencia alguna. Toda la crítica de Nietzsche a la cultura occidental es manifestación de este nihilismo activo que intenta adelantarse al nihilismo pasivo y crear una civilización nueva antes de que se derrumbe definitivamente la antigua.

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