Filosofía de Ortega y Gasset: Raciovitalismo, Perspectivismo y Vida Auténtica

El Concepto Orteguiano de Filosofía

La filosofía, según Ortega y Gasset, busca ofrecer una concepción racional de la totalidad de lo existente. No se trata de una mera actividad intelectual, sino de una necesidad vital que permite al ser humano superar la inseguridad inherente a su existencia. Ortega pretende superar la filosofía anterior y establecerla sobre nuevas bases.

La Superación del Realismo y del Idealismo: El Raciovitalismo

El Realismo

El realismo, propio de los filósofos antiguos, asume acríticamente que la realidad es tal como se nos muestra. Afirma que las cosas existen independientemente de que el sujeto las perciba o piense.

El Idealismo

El idealismo, característico de los filósofos modernos, problematiza la existencia independiente de las cosas, considerándola una posible ilusión de los sentidos. Sostiene que lo único incuestionable es la existencia del sujeto pensante y que las cosas existen en la medida en que una mente las piensa.

La Crítica Superadora del Idealismo

Ortega critica tanto al realismo por su ingenuidad como al idealismo por su reduccionismo. Argumenta que la conciencia siempre es conciencia de algo y que existe solo en la medida en que piensa un objeto que no es ella misma. A esta crítica superadora del idealismo la denomina «el tema de nuestro tiempo». El sujeto existe en relación con el objeto, y viceversa, en una interdependencia que Ortega llama «ser indigente».

El Raciovitalismo

El raciovitalismo es una doctrina que se basa en el concepto de «razón vital», una crítica del racionalismo filosófico y del irracionalismo vitalista.

El Raciovitalismo como Crítica del Racionalismo Filosófico

Ortega considera que el racionalismo, desde los griegos hasta Kant, es demasiado abstracto para captar el «dato radical del universo»: la vida. La razón construye conceptos permanentes que no logran aprehender el constante cambio vital.

El Raciovitalismo como Crítica del Irracionalismo Vitalista

El irracionalismo vitalista prioriza la vivencia íntima y la intuición sobre la razón. Ortega, en cambio, defiende la razón como instrumento útil para la vida.

El Concepto de «Razón Vital»

Ortega propone la «razón vital» como vía intermedia entre el racionalismo y el irracionalismo. Renunciar a la vida o a la razón es renunciar a la condición humana.

Verdad y «Perspectiva»

El conocimiento, según Ortega, siempre depende de una perspectiva individual, cultural e histórica. Cada perspectiva ofrece un punto de vista parcial, pero verdadero, sobre el universo.

La Vida Humana: Histórica y Social

Ortega denomina «vida» a la coexistencia del yo con el mundo circundante, considerándola la realidad radical. Propone las siguientes «categorías de la vida»:

  • Vivir es darnos cuenta de lo que hacemos y de lo que nos pasa: A diferencia de los objetos inertes, el ser humano posee conciencia y autoconciencia.
  • Vivir es encontrarse en el mundo: El mundo o «circunstancia» no es algo externo, sino parte integral de la vida. De aquí la famosa frase: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». El yo se define por sus acciones dentro de las circunstancias.
  • La vida es lo imprevisto: Somos arrojados al mundo sin haberlo elegido, sin saber cómo es ni por qué estamos en él.
  • La vida es un problema que hay que resolver: A diferencia de los animales, el ser humano debe definir su propia trayectoria vital.
  • La vida es libertad y fatalidad: Vivir implica elegir, lo que nos hace libres, pero dentro de la forzosidad de la circunstancia y la necesidad de elegir.
  • La vida es futurición: La vida se proyecta hacia el futuro, lo que todavía no es. Ortega distingue entre el tiempo cósmico (presente) y el tiempo de la vida (futuro).
  • La vida tiene una clara dimensión histórica: La vida humana es histórica y se comprende en relación con los acontecimientos políticos, sociales y culturales.
  • La vida auténtica: La vida auténtica se alcanza al ser fiel a la propia vocación, mientras que la inautenticidad surge de la adopción de lo tópico y ajeno. La moralidad reside en la autenticidad y en la superación continua.

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