Filosofía: Entidades, Existencia y el Problema de Dios – Perspectivas Clave

Entidades Físicas, Objetos Ideales y el Problema de los Universales

Al considerar que el objeto de la filosofía es pensar el mundo mediante conceptos, es preciso aclarar el tipo de relación que los conceptos generales tienen con las entidades físicas. Acerca de esta cuestión, se establecieron las siguientes posiciones:

  1. Realismo: Se afirma la existencia independiente de los universales como realidades metafísicas en sí.
  2. Nominalismo: Se conciben los conceptos universales tan solo como nombres o como palabras referidas a conjuntos de objetos. Para esta corriente, los conceptos abstractos no tienen realidad fuera de la mente. Solo son reales las cosas singulares.
  3. Conceptualismo: Según esta postura, los conceptos universales no son ni meros nombres ni tampoco realidades metafísicas existentes en un mundo más allá de las apariencias, sino que existen en las cosas singulares y en las entidades físicas.

Por tanto, como dice Aristóteles, la forma, que existe en la cosa singular, es abstraída y convertida en concepto por una operación intelectual del sujeto.

¿Qué Significa Existir?

La existencia es el hecho de ser. En filosofía, la existencia se distingue de la esencia del mismo modo que se distingue lo real de lo posible. La existencia no afecta a su esencia. Santo Tomás llamaba existencia al ser que recibe su ser de otro. En filosofía contemporánea, la existencia no es el simple hecho de ser y existir, sino aquella característica que constituye la esencia misma del ser humano. El ser humano no es la especie humana, sino el individuo humano considerado en su absoluta singularidad. La existencia no es simplemente estar vivo, sino que su esencia es su existencia. El ser humano tiene necesidad de relacionarse con los demás y de desarrollar su proyecto de vida. Desde la perspectiva de la filosofía contemporánea, nuestra existencia nos sitúa ante posibilidades que nos pueden beneficiar o perjudicar, según “use” su libertad y responsabilidad. De estas ideas surge la corriente filosófica “existencialismo”.

Representantes de esta teoría como Heidegger y Sartre dicen que el ser humano solo comprende su esencia a partir de su existencia.

El Problema de Dios: Santo Tomás

Santo Tomás explica el problema de Dios en la Suma Teológica. Cada uno de los entes creados está compuesto por esencia y existencia, excepto Dios, único ente en el que se da una simple identidad entre su ser y su esencia. Tomás de Aquino afirmó que es posible la demostración racional de la existencia de Dios. Según este filósofo hay 5 vías:

  1. La vía del movimiento: El principio de causalidad afirma que todo lo que se mueve es movido por algo. Como una serie infinita de motores sería imposible, se concluye que debe haber algo que sea un principio inmóvil. Ese algo es Dios.
  2. La vía de la causalidad eficiente: Todo parece ser efecto de algo, ya que no hay nada que sea causa de sí mismo. Sin embargo, si eso fuera así, nunca podría haber causado nada; luego tiene que existir un ser incausado, que es causa de todo lo demás. Tal ser es Dios.
  3. La vía de la contingencia: Todas las cosas que existen podrían no haber existido; pero, si existen, entonces, hay un ser que ha existido desde siempre y que es necesario: Dios.
  4. La vía de los grados de perfección: Todas las cosas tienen algunas propiedades que se denominan perfecciones. Pero para poder establecer esa perfección, debe haber un ser que posea en grado máximo todas esas perfecciones y que sea el referente. Ese ser es Dios.
  5. La vía de la finalidad o del gobierno del mundo: Todos los seres tienden hacia un fin. Tiene que haber, por tanto, una inteligencia ordenadora que les haya otorgado tal finalidad. Esa inteligencia ordenadora es Dios.

El Problema de Dios: Nietzsche

La muerte de Dios: Dios es una de las tesis centrales del pensamiento de Nietzsche. Tanto la metafísica como la moral se quedaban sin fundamento en Occidente y se abrieron las puertas al nihilismo: un nihilismo entendido de manera trágica, porque supone la ausencia de valores y referentes, pero también de un modo esperanzador y activo, porque permitirá la creación y la afirmación de la vida. “Dios murió: ahora queremos que viva el superhombre”. Toda la destrucción llevada a cabo por su “filosofía del martillo” solo pretende dejar espacio y preparar el advenimiento de este hombre superior que, reconciliado con la vida, dará forma a nuevos valores.

El Problema de Dios: Descartes

Tras describir la existencia del “yo pienso” como primera verdad indudable, fiel a su método, Descartes partió de esta primera certeza para demostrar la existencia de la realidad exterior a la mente. Descartes se dio cuenta de que poseía una idea de Dios. La idea del “yo pienso” -afirmó- manifiesta mi imperfección y finitud, puesto que en ella advierto mis dudas y carencias. Ahora bien, por contraste, junto a la idea de la imperfección encuentro necesariamente en mi pensamiento la de perfección, es decir, la idea de Dios. El filósofo francés se preguntó por el origen de esta idea:

  • No puede ser una idea adventicia.
  • Tampoco puede ser una idea facticia.
  • Por exclusión, solo puede ser una idea innata.

Esta segunda idea innata aparece con claridad y distinción en mi Espíritu. Solo si Dios existe es posible superar por completo todo tipo de duda, particularmente, la hipótesis del genio maligno. El ser perfecto, Dios no permitiría me engañase ni que yo confundiera mis ideas con imaginaciones o sueños. Solo Dios puede ser causa de mi existencia y, por tanto, existe.

La Importancia de la Pregunta Sobre Dios

Para Agustín de Hipona, lo más importante es llegar a conocer la verdad, que es Dios. Para ello disponemos de dos caminos que se cruzan constantemente: la fe y la razón. Tomás de Aquino, desde esta colaboración entre fe y razón, intenta explicar la existencia de Dios por medio de las 5 vías. La primera consecuencia de la negación de Dios es que, sin ÉL, ya no hay nada que convierta en sagrado al ser humano. La idea de Dios no es incompatible con la ciencia, ni con la racionalidad humana, fe y razón se complementan.

Azar, Necesidad, Determinismo y Libertad

Para Aristóteles, el azar es una causa accidental de efectos accesorios, que reviste la apariencia de una finalidad y que además escapa al determinismo y al mecanicismo. Es la combinación o el encuentro de acontecimientos que pertenecen a series causales independientes unas de otras. La necesidad es lo opuesto a la contingencia; es posible que ese ser exista o que no exista. En cambio, un ser necesario no puede no existir. En la Escolástica se aplica la categoría de necesidad a Dios, para indicar que no depende de nada externo a sí mismo.

¿Se puede decir entonces que existe el libre albedrío? Kant entiende que mientras que el ámbito de la naturaleza está regido por el determinismo, la libertad tiene su lugar propio en el dominio de lo moral. De esto se deduce que sólo el ser humano es capaz de la libre actuación.

Agnosticismo, Ateísmo y Teísmo

Existen dos actitudes que niegan la existencia de Dios:

  1. Agnosticismo: Ni niega ni afirma la existencia de Dios. Sostiene que la razón humana no puede demostrarla. Kant, con su idealismo trascendental, niega que podamos conocer la realidad, el alma, Dios… se excluyen del ámbito de la razón teórica. A Dios no lo podemos conocer porque no es un objeto.
  2. Ateísmo: Es la negación de la existencia de Dios. Es propio de las concepciones materialistas. Comte (positivismo), sostiene que la religión es una etapa superada en la evolución de las sociedades humanas. Dios es una invención. El progreso científico ha acabado con todas las formas de expresión religiosa. Marx (materialismo histórico), sostuvo la idea de que la materia es el fundamento y principio de lo real, por lo tanto, para él, Dios es un ser imaginario concebido para alienar a los seres humanos. Las religiones están al servicio de las clases dominantes. Llega a afirmar que “la religión es el opio del pueblo”. Nietzsche decretó la muerte de Dios. Propuso el ideal del “super hombre”: creador del bien y del mal, capaz de liberarse de Dios y transmutar los valores. Sitúa la voluntad del ser humano como fundamento de la razón y de la moral. El cristianismo ha supuesto la muerte del instinto, de los deseos. Llega a afirmar que “Dios ha muerto”. A partir de aquí, el hombre tiene 2 posibilidades: o no cree en nada (nihilismo) o ponerse en el lugar de Dios y crear sus propios valores (superhombre). Jean Paul Sartre (existencialista), entiende la filosofía como la consecuencia de la no existencia de Dios: al no existir Dios, es el hombre quien decide lo que quiere ser.

Teísmo:

  • Panteísmo: Se identifica a Dios con la naturaleza. Dios es la montaña, la piedra, el sol…
  • Deísmo: Dios o las divinidades, no tienen relación con el mundo después de haberlo creado.
  • Teísmo propiamente dicho: Se caracteriza por la permanente actuación de Dios en el mundo y en la historia. Por eso los cristianos hablamos de Providencia divina, Dios nos creó y nos mantiene. Creemos en un Dios personal al que podemos acudir mediante la oración, los sacramentos…

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