Immanuel Kant: El Criticismo Trascendental
Immanuel Kant (1724-1804), figura central de la Ilustración, es considerado el máximo exponente del criticismo y precursor del idealismo alemán. Su filosofía se articula en torno a tres preguntas fundamentales:
Las Tres Preguntas Kantianas
- ¿Qué puedo conocer? Esta pregunta se aborda en la Crítica de la razón pura, donde Kant desarrolla su teoría del conocimiento.
- ¿Qué debo hacer? La respuesta se encuentra en la Crítica de la razón práctica, que expone su ética.
- ¿Qué me cabe esperar? Esta cuestión se explora en obras como La paz perpetua, donde Kant aborda la política y la religión.
Estas tres preguntas, según Kant, convergen en una sola: ¿qué es el hombre?
¿Qué puedo conocer? La Teoría del Conocimiento
Kant define el conocimiento científico a partir de tres características: universalidad, necesidad y ampliatividad. Analiza los juicios existentes para determinar cuáles cumplen estas características:
- Juicios analíticos (Racionalismo Dogmático de Descartes): Universales y necesarios, pero no ampliativos (el predicado está incluido en el sujeto). Kant los denomina a priori.
- Juicios sintéticos (Empirismo Escéptico de Hume): Ampliativos, pero no necesarios ni universales (el predicado no está incluido en el sujeto). Kant los denomina a posteriori.
Kant concluye que los juicios del conocimiento científico deben ser sintéticos a priori.
Para Kant, el conocimiento humano involucra tres facultades: sensibilidad, entendimiento y razón. En la Crítica de la razón pura, analiza la sensibilidad en la Estética trascendental y el entendimiento y la razón en la Lógica trascendental (dividida en Analítica trascendental y Dialéctica trascendental).
1. Estética Trascendental
La sensibilidad, para Kant, es una facultad pasiva y receptiva. Percibe impresiones empíricas (a posteriori de la sensibilidad), pero de forma caótica. El sujeto posee formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo) que ordenan estas impresiones. La unión de lo a priori y a posteriori de la sensibilidad constituye el fenómeno, definido por Kant como “cosas de mi conciencia sensible”.
2. Analítica Trascendental
El entendimiento es la facultad de pensar mediante conceptos, permitiendo emitir juicios sobre la realidad. Las categorías puras, formas a priori del entendimiento, se aplican a los fenómenos para generar conocimiento científico.
3. Dialéctica Trascendental
La razón realiza síntesis superiores, indagando las causas y fundamentos de la realidad. Las categorías aplicadas a los fenómenos producen la ciencia, que se desarrolla en juicios universales y necesarios, dando la idea de “mundo”. La diversidad de la conciencia da la idea de “yo”. Tras “mundo” y “yo”, Kant postula una realidad trascendente: “Dios”. De estos tres ideales de la razón, Kant afirma que es imposible hacer ciencia, ya que son puro a priori.
¿Qué debo hacer? La Ética Kantiana
La ética de Kant es formal: la universalidad de la máxima de una acción determina si es buena o mala. Kant distingue tres tipos de acciones: contra el deber, conforme al deber y por (mor) del deber.
La intención (voluntad) que guía la acción determina su bondad, no sus consecuencias. Kant distingue dos tipos de voluntades:
- Voluntad inferior de desear: Deseos egoístas condicionados por elementos fenoménicos, sin auténtica libertad.
- Voluntad superior de desear (buena voluntad): Independiente, a priori, regula la acción moral. Al no estar condicionada por lo fenoménico, posee auténtica libertad. Actuar por deber, no conforme al deber, define la ética de Kant como deontológica.
El imperativo categórico sintetiza las normas de la buena conducta. Ser categórico implica que la acción es un fin en sí misma, no un medio. Sus máximas principales son:
- Actuar de tal manera que la acción pueda convertirse en ley universal: Todo principio moral debe ser universal. El deber es un fin en sí mismo.
- Tratar a la humanidad como un fin en sí misma, nunca como un medio: Otorga dignidad al ser humano, diferenciándolo del resto de los animales.
¿Qué me cabe esperar? La Esperanza Kantiana
El deber como fin en sí mismo implica la inmortalidad del alma: los actos morales tienen una aspiración trascendente. La “recompensa” por las acciones de buena voluntad se obtiene en el Reino de los Fines. Dios, como juez, garantiza la felicidad no alcanzada en vida.
En cuanto a las relaciones internacionales, Kant parte de la relación entre individuos:
- Relación entre individuos: El ser humano es insociable y violento por naturaleza. La insociabilidad impide la convivencia. Para mantener el orden, los individuos acuerdan normas de convivencia, formando un Estado.
- Relación entre Estados: Similar a la relación entre individuos. Las ansias de poder generan guerras. La posible destrucción mutua obliga a los Estados a acordar la resolución pacífica de conflictos mediante el diálogo.