Descartes: Duda Metódica y Cogito Ergo Sum
Descartes desea descubrir para la metafísica un conjunto de certezas necesarias y universales, por tanto, aplicará el método matemático a la metafísica. En primer lugar, buscará una evidencia que, a modo de axioma, sirva de base para la metafísica. Descartes entiende por certeza evidente aquella que resulta indudable y que es inmediatamente comprendida por el entendimiento humano. Por ello, una verdad evidente no necesita demostración: se impone por sí misma. La certeza absoluta es la certeza de la que no se puede dudar bajo ninguna circunstancia, es absolutamente indudable. Para encontrarla Descartes va a dudar de todo hasta encontrar algo de lo que sea imposible dudar y que, por tanto, sea absolutamente cierto. Ese proceso de duda sistemática para encontrar la certeza absoluta e indudable se llama duda metódica.
La duda metódica es un procedimiento lógico, cuya finalidad no es más que averiguar si existe la certeza indudable. Se trata de examinar nuestras certezas y comprobar si podemos ponerlas en duda. Descartes dudará de lo siguiente:
1) Duda de los Sentidos
Hay que dudar de los sentidos. Descartes no afirma que los sentidos nos confundan siempre, sino que a veces nos engañan; en consecuencia, la evidencia metafísica que se busca no puede estar en los sentidos.
2) Duda de la Realidad: Confusión entre la Vigilia y el Sueño
Según Descartes podemos dudar de que lo que entendemos por real sea real o un mero sueño.
3) Duda del Entendimiento: La Hipótesis del Genio Maligno
Lo único que nos queda por dudar son ciertas verdades del entendimiento. Descartes afirma que es posible dudar de que nuestro entendimiento se equivoque y nosotros no lo sepamos. Nadie ha demostrado que nuestro entendimiento busque la verdad. Todo ello lo expresa Descartes con la hipótesis del genio maligno.
Descartes dice que si algo es indudable es el hecho mismo de que dudo. Puedo dudar de los sentidos, de si estoy despierto o dormido o de si mi entendimiento se equivoca o no, pero lo que permanece es el hecho de que dudo. Ahora bien, dudar es un modo de pensar. Solo se puede dudar si se piensa. La duda es un acto de pensamiento. En consecuencia, si es indudable que dudamos, es también indudable que pensamos. Descartes lo expresa con la siguiente afirmación: “Pienso, luego soy”.
La Tolerancia, Según Locke
Locke es uno de los fundadores del liberalismo político. Su filosofía política está basada en las siguientes ideas:
- Crítica a todas aquellas teorías que afirmaban el poder hereditario de los reyes y la legitimidad del derecho divino de los reyes. La teoría del origen divino del poder suponía aceptar que los hombres no son libres e iguales por naturaleza, cuestión que Locke rechaza.
- Locke afirma la existencia de un estado de naturaleza del hombre. En él no hay ninguna organización política y los hombres pueden vulnerar la libertad de los demás. A través del concepto de estado de naturaleza Locke propone una explicación de la legitimación del poder político.
- En el estado natural el hombre posee una ley natural, basada en la razón. Es una ley que posee todo ser humano por el hecho de serlo y que todos conocen si utilizan adecuadamente la razón. Es muy difícil el respeto a esa ley natural; se necesita una organización política que garantice el respeto a los derechos naturales de los individuos. El contrato social entre gobernantes y gobernados resolverá, según Locke, esa situación de anarquía colectiva.
- Además Locke cree que la organización política debe ser consensuada entre los ciudadanos, que son siempre iguales entre la ley. El poder no viene de Dios, sino del pueblo y los gobernantes no son más que mandatarios del pueblo ante el cual deben rendir cuentas.
- El concepto de tolerancia fundamentalmente trata de la tolerancia religiosa. Para Locke la tolerancia religiosa implica que el poder político no se entrometa en el culto ni en la difusión de los diferentes credos; los males de la sociedad no son producto de la división religiosa, sino de la intolerancia de unos hombres para con las creencias de otros hombres. El límite de la tolerancia religiosa está en el punto en que se pueda vulnerar los derechos de otro individuo o atentar contra la seguridad del Estado.
El Empirismo de Hume
Hume aplicó el principio empirista, según el cual todos los contenidos de nuestra mente proceden exclusivamente de la experiencia. Hume distinguió dos tipos de percepciones, las impresiones y las ideas. Las impresiones son percepciones intensas, las ideas, son percepciones menos intensas. Lo que conocemos no son las cosas, sino las impresiones y sus ideas. Es lo que se llama fenomenismo, nuestro conocimiento es sólo y exclusivamente de los fenómenos o percepciones. Para Hume las impresiones pueden ser simples y complejas. Las impresiones simples no admiten distinción ni separación y causan ideas simples. Las impresiones complejas están formadas por un conjunto de impresiones simples y causan ideas complejas.
La imaginación combina las diferentes ideas agrupándolas de un modo natural o de manera arbitraria, sin asociación lógica. Cuando la imaginación actúa naturalmente se rige por tres principios para la asociación de ideas: semejanza, contigüidad y relación de causalidad.
Hume estableció la existencia de dos tipos de juicios. El primero de ellos consiste en juicios basados en las relaciones de ideas. Son cuya verdad se alcanza necesariamente mediante la razón sin necesitar la experiencia.
El segundo tipo de juicios son los juicios sobre cuestiones de hecho. Cuya verdad dependen de la observación directa o de la memoria. Las ciencias naturales y la física utilizan estos juicios.
Todo el planteamiento anterior lleva a Hume al escepticismo. Nuestras impresiones e ideas es lo único que conocemos, entonces no podemos saber si existe alguna sustancia distinta. Sobre la sustancia del yo dice Hume que tampoco tenemos impresión de ella, con lo cual tampoco estamos seguros de la existencia de un yo.
Crítica de la Causalidad, Según Hume
El principio de causalidad tiene varios enunciados, este principio establece que entre una causa y su efecto hay una conexión de necesidad, cuando se produce algo, en circunstancias normales necesariamente se produce su efecto. Hume critica y rechaza el principio de causalidad. El razonamiento de este filósofo es el siguiente. Se pregunta, en primer lugar, cuál es la impresión que provoca la idea de causa. Hume afirma que no tenemos ninguna impresión de la idea de causa, sino sólo de algunas relaciones entre objetos. Hume niega que hay una relación de necesidad entre la causa y el efecto. Para él no existe impresión de la idea de necesidad; en consecuencia, la idea de necesidad en la conexión causal está injustificada.
Lo que sucede es que, al repetirse las relaciones de contigüidad y sucesión de dos objetos, el hombre se forma una costumbre. De esa manera nuestra mente los asocia siempre y la imaginación cree encontrar una relación de necesidad entre ambos.
Para Hume el principio de causalidad tiene un valor psicológico o subjetivo. Carece de fundamentación racional. Esto tiene una importante consecuencia para la ciencia. Según Hume la ciencia, que se basa en el principio de causalidad, lo único que puede aspirar es a formular enunciados probables, no seguros, ya que los hechos que estudia no poseen una relación de necesidad causal.
Libertad, Soberanía e Igualdad, Según Rousseau
Rousseau plantea la distinción entre estado civil y estado de naturaleza. El hombre natural posee las siguientes características:
- Viven aislados: la familia es la única institución grupal.
- No están corrompidos por los vicios de la sociedad, no están degenerados.
- Son iguales entre sí. Las únicas desigualdades son físicas.
- Sólo existen dos impulsos básicos: el deseo de autoconservación y la compasión.
- Poseen libertad. La libertad natural es la capacidad de elegir lo que quieren hacer al margen de cualquier regla natural. El hombre natural, a diferencia de los animales, no está determinado por los instintos.
- Autoperfeccionamiento. Es la capacidad que tiene el hombre natural para transformar sus vidas.
En general, Rousseau cree que el hombre es naturalmente bueno, la maldad surge cuando se constituye la sociedad, el estado civil. El paso del estado de naturaleza al estado civil lo explica Rousseau del siguiente modo. En primer lugar los hombres debieron descubrir que unirse proporcionaba ciertas ventajas. Pero principalmente por la aparición de la propiedad privada. La propiedad privada originó una cada vez mayor inseguridad y desigualdad. El estado de naturaleza dejó paso a una especie de guerra de todos contra todos.
La propuesta de Rousseau no es volver al estado de naturaleza, sino reformar las sociedades de manera que los hombres puedan vivir en sociedad, sometidos a las leyes, siendo respetada la libertad. Esto se puede conseguir mediante el contrato social. Éste consiste en un acuerdo mediante el cual cada individuo se somete a la voluntad general a condición de que cada uno de los demás individuos haga lo mismo. Para Rousseau la soberanía es inalienable e indivisible.
En cuanto a libertad el autor distingue la existencia de la libertad civil o moral. La libertad civil es la que posee el ciudadano como miembro del estado civil y la libertad moral aparece con el contrato social y exige del individuo abandonar sus impulsos naturales para obedecer las leyes.