Reminiscencia (Anamnesis)
El recuerdo de lo ya conocido en una existencia anterior. En la concepción platónica, conocer consiste en recordar; el conocimiento es reminiscencia; el alma, cuya existencia precede a su unión con el cuerpo (ver “cuerpo” y “alma”), contempló en dicha preexistencia la auténtica realidad, las ideas, pero en el momento de su unión corporal olvidó lo contemplado y, posteriormente, al entrar en contacto por medio de los sentidos (oído, tacto, etc.) con las cosas de este mundo, recuerda las conocidas con anterioridad.
Mundo Sensible / Mundo Inteligible
El mundo sensible es el mundo de las cosas que vemos en este mundo, las cosas cambiantes, que nacen –se generan- y mueren –se corrompen- y que están sometidas a continuo devenir, esto es, que son contingentes y, por tanto, en parte son y en parte no son (ver “participación, imitación”). Forman parte de él los objetos artísticos y los seres naturales. El mundo inteligible es el mundo de las ideas, que está formado por lo que siempre es y no varía, el ser inengendrado e imperecedero, las esencias inmutables (ver “esencia”), lo que en realidad es ente, es decir, que está formado por los seres verdaderos. A él pertenecen las ideas y los números y figuras geométricas.
Ideal / Real
Estos adjetivos hacen referencia a la división en dos mundos que estableció Platón, uno aparente y otro real. Ideal se refiere al verdadero mundo, el inteligible o de las ideas; es el auténticamente real. Real se refiere al mundo sensible o de las cosas materiales; no es auténticamente real, sino que solo es real en apariencia.
Opinión (Doxa) / Ciencia (Episteme)
Opinión es el conocimiento aparente que alude al mundo sensible, a las cosas que se encuentran en continuo devenir, que nacen y mueren. Este tipo de conocimiento nos es suministrado por los sentidos corporales, pero estos nos engañan. Ciencia es el verdadero conocimiento, el conocimiento seguro. Se refiere al conocimiento de las ideas, del mundo inteligible. Se obtiene cuando el alma es capaz de sustraerse al engaño de los sentidos y elevarse (ver “elevación demoníaca”) al mundo de las ideas. Platón distinguía en cada nivel dos tipos de conocimiento: a) a nivel de la simple opinión, la imaginación y la creencia, y b) a nivel de la ciencia, la razón discursiva y la inteligencia intuitiva. (Ver a continuación).
Imaginación (Eikasia) o Conjetura
Es el conocimiento de las simples apariencias sin intentar penetrar en su sentido. Las sombras, las imágenes, los reflejos, son ejemplos de ella.
Creencia (Pistis) u Opinión Plausible
Es el conocimiento que tiene por objeto la comprensión ordenada de las cosas naturales y artificiales.
Razón (o Pensamiento) Discursiva (Dianoia)
Es el conocimiento que tiene como objeto de su conocimiento a los números, los entes matemáticos.
Inteligencia Intuitiva o Pura (Noesis)
Es el conocimiento supremo o ciencia suprema, que pretende captar las ideas en sí mismas.
Física
Es el saber obtenido por la creencia sobre las cosas materiales.
Matemáticas
Es el conocimiento racional de los objetos matemáticos. Las matemáticas emplean un método discursivo descendente: parten de unas hipótesis y deducen conclusiones, ayudándose de imágenes visibles (dibujos de figuras geométricas).
Dialéctica
Es la ciencia suprema, cuyo objetivo es el conocimiento de la suprema realidad, las ideas. La dialéctica, a diferencia de las matemáticas, emplea un método discursivo ascendente: parte de las “hipótesis” (=peldaños; su-puestos, puesto-debajo) para llegar a un principio no hipotético, las ideas. Esto supone realizar el esfuerzo adecuado para ascender desde el conocimiento del mundo sensible al conocimiento del mundo inteligible. Después el proceso se continúa con la ascensión de idea en idea hasta la suprema idea: la idea del bien (primer paso; esta elevación es la que recibe el nombre de dialéctica ascendente). Una vez conseguida la contemplación de la idea del bien, el dialéctico emprende el camino inverso: desciende desde la idea del bien encadenando con ella todas las demás ideas. De este modo el dialéctico consigue establecer la comunicación (=koinonia) y la trabazón (=symploke) entre las ideas, adquiriendo una “visión sinóptica” del mundo inteligible (2º paso: dialéctica descendente).
Esencia Universal (Eidos)
Significa aspecto, esencia. De aquí viene idea. Es lo invariable y común a todos los entes de una misma especie. Expresa su auténtica realidad, su verdadero ser, lo que un ser sea lo que es. Es la razón de ser de una cosa. Este término es empleado por Sócrates y Platón, fundamentalmente.
Idea
Las ideas, en Platón, son el auténtico ser, la verdadera realidad, de tal modo que frente a ellas toda otra realidad es degradada y deficiente. Las ideas son inengendradas e inmutables (eternas), independientes y separadas de todos los objetos materiales, su lugar propio y adecuado es el mundo inteligible, que se encuentra más allá del cielo.
Idealismo
Llamamos idealismo a las doctrinas filosóficas que consideran como la verdadera realidad a las ideas en sus distintas interpretaciones filosóficas. La primera de estas doctrinas es el idealismo platónico. La forma más moderna de idealismo se produjo en el siglo XVII bajo la denominación de “racionalismo”, pues daba importancia primordial al uso de la razón en el proceso de conocimiento (ver “Descartes”). Otras formas importantes de idealismo fueron el i. trascendental de Immanuel Kant, en el siglo XVIII y el i. absoluto de G.W. Hegel en el siglo XIX.
Idea del Bien (Agathon)
En el sistema platónico, es la suprema realidad, gracias a la cual existen y son verdaderas todas las demás realidades, o sea, las demás ideas y, en último término, también las cosas del mundo sensible; es decir, proporciona el ser a todo cuanto es, a todo cuanto existe, y, en consecuencia, es un trascendental.
Trascendente
Palabra que deriva de los términos latinos trans (“más allá de”, “al otro lado de”o “por encima de”) y scandere (“subir”, “escalar”)-: Significa “lo que se encuentra por encima de…” o “más allá de…”. Es el ser que se da al margen de las cosas, separado de ellas. Así las ideas platónicas, las esencias universales, que se encuentran en el mundo de las Ideas, son ejemplo de trascendencia. En la filosofía medieval, encontramos a un Ser trascendente, que es origen y causa de todas las criaturas. Lo llaman Dios.
Inmanente
Palabra que deriva de los términos latinos in (“dentro de”) y manere (“permanecer”, “mantenerse”): Significa “lo que pertenece a…” o “lo que se encuentra dentro de…”. Es el ser que reside en las cosas mismas. Así las esencias universales de Sócrates o la sustancia aristotélica.
Alma (Psiqué)
Originariamente, significa “principio vital”. En este sentido, no hace referencia a nada opuesto al cuerpo. Tampoco, en un origen, está unida a ella la noción de inmortalidad: la creencia en la inmortalidad del alma es algo tardío en Grecia: se introdujo a partir de determinadas doctrinas mistéricas importadas de Oriente. Éste es el caso del orfismo (de “Orfeo”) que influyó en Platón con su consideración peyorativa del cuerpo como una prisión o tumba del alma (Ver “cuerpo”), que debía ser purificada de todo lo corporal para liberarse y acceder a su verdadera vida más allá de la muerte. Platón unirá esta creencia con
la doctrina pitagórica según la cual el alma es básicamente la potencia intelectual del hombre, lo que le permite el conocimiento de lo divino (en este caso, las Ideas). La oposición alma-cuerpo es paralela en Platón a la del mundo inteligible-mundo sensible: el hombre es por eso un ser dual, perteneciente a dos mundo contrapuestos. En su obra “República”, Platón introducirá una división tripartita del alma: cada parte del alma se corresponde con una clase social dentro del Estado, incluyéndose el individuo en una u otra clase según la parte preponderante de su alma. Estas tres partes son:Alma racional (=nóus, lógos): Es de naturaleza divina (conoce las Ideas aunque las olvida al ser “enterrada” en el cuerpo), posee las facultades intelectuales (pensar y querer) y es inmortal. Se encuentra en la cabeza.Alma irascible o agresiva (=thymós): Es fuente de pasiones nobles (por ejemplo, el ardor y el valor del guerrero) e inseparable del cuerpo (mortal). Su misión es regular nuestros impulsos violentos, relacionados con las inclinaciones de indignación, venganza, valentía o cobardía, etc. Está situada en el pecho.Alma apetitiva o concupiscible : Es fuente de bajas pasiones y también mortal. Situada en el vientre, se refiere a los apetitos e impulsos relacionados con los placeres de comer y beber y otras inclinaciones sensuales.Cuerpo : Es como una cárcel, una tumba, para el alma. Es la soporte material de los sentidos (vista, oído, etc.).Justicia (=): Este concepto tiene dos sentidos, uno individual y otro social. En el sentido individual, la justicia se identifica con la virtud (areté), es la virtud fundamental. La define como armonía entre las tres partes del alma, lo cual significa que la parte racional (siendo prudente) debe guiar a la parte agresiva (que deberá ser valerosa), y ambas dominar a la parte apetitiva (que será, así, moderada). El que lo consiga será armonioso y justo. Por eso la virtud es “la salud, belleza y bienestar del alma”, y la justicia es la armonía del ser humano. En su segundo sentido, la justicia expresa el orden armonioso de la sociedad, donde cada clase social cumple su función (gobierno, defensa y producción) en correspondencia con las virtudes dominantes en sus almas (prudencia y sabiduría, fortaleza y templanza).Pero estos dos sentidos del concepto en realidad se confunden: el hombre “bueno” (virtuoso, feliz) sólo puede serlo dentro o formando parte de esa sociedad bien organizada o justa de la pólis platónica.Prudencia (=phrónesis) o sabiduría (=sophía): Es la virtud que debe dominar el alma racional, la cual debe regir sobre las otras dos. Es, por tanto, la que corresponde a la clase gobernante de los filósofos (=archontes).Fortaleza (=andreía): Es la virtud que debe dominar el alma irascible. Es, por tanto, la que corresponde a la clase de los guardianes o guerreros.Templanza (=sophrosyne): Es la virtud que debe dominar el alma apetitiva. Es, por tanto, la que corresponde a la clase de los artesanos y labradores.Virtud (=areté): Es cada uno de los caracteres del alma. La principal es la justicia que es la armonía de las virtudes representativas de las tres almas. Aristocracia (de áristos= el mejor; y krátos= poder): Es la forma más perfecta de gobierno. El gobierno de los mejores, que en Platón son los sabios o filósofos.Timocracia ( de zymós=energía, fuerza, ánimo; y krátos= poder): Es el régimen político basado en la audacia, la fogosidad y el deseo de honores, ambición y gloria de sus gobernantes, los guerreros. Platón lo considera, como a todos los que no son la aristocracia, un gobierno deficiente pues se preocupa más de los intereses de los gobernantes que de los gobernados.Oligarquía (de olígos= pocos; y arkós: poder): Es el gobierno de los ricos basado en la fortuna y, por tanto, los pobres no participan en el gobierno.Democracia ( de demos= pueblo llano; y krátos= poder): Es el gobierno del pueblo, que elimina a los ricos. Significa la igualdad de todos, incluso de los desiguales, dice Platón, y la máxima libertad en la que cada uno escoge su forma de vida. Tiranía: Es la dictadura de uno sobre todos los demás. Representa la ruina definitiva del Estado. Según Platón, sucede a la democracia, pues la propia exaltación de la libertad termina por destruir la democracia.