Thomas Hobbes
El Estado de Naturaleza según Hobbes
Hobbes, en su filosofía política, intenta fundamentar los principios de la sociedad civil en la naturaleza humana. Aplicando el mecanicismo cartesiano, pero eliminando el dualismo, Hobbes considera que todo lo que existe es materia y movimiento. Para él, la realidad se explica a partir de fuerzas internas que poseen los cuerpos. Este materialismo se extiende al hombre, al que considera solo un cuerpo en movimiento. A partir de esta concepción de la naturaleza humana, Hobbes busca construir una filosofía política científica con el rigor de la geometría. Su punto de partida es la hipótesis de un estado natural en el que se encuentra el hombre antes de vivir en sociedad.
Este estado de naturaleza se explica a partir de dos características de la naturaleza humana:
- Igualdad natural de todos los hombres: Todos desean lo mismo, buscan su propia conservación y satisfacción, y tienen el mismo derecho sobre todo. Esto genera competencia y desconfianza mutua.
- Consecuencia de la igualdad: Un estado de guerra incesante de todos contra todos, donde cada uno lucha por su propia vida en un medio con escasos recursos. El poder también está repartido por igual, por lo que todos pretenderán hacer prevalecer su derecho.
Hobbes, en desacuerdo con la concepción de Aristóteles, niega que la sociabilidad humana sea natural. Tiene una visión pesimista de la naturaleza humana, en la que el hombre es un animal egoísta y solitario, resumida en su célebre frase: «El hombre es un lobo para el hombre». En esta situación, no puede hablarse de justicia, legalidad ni moralidad, ya que no existe ley que prohíba determinadas acciones ni poder que las aplique.
La Razón Natural en Hobbes
Gracias a la razón natural, tenemos la capacidad de prever nuestras necesidades. La misma naturaleza que nos lleva a la situación inicial nos da también el instrumento para desarrollar las leyes naturales de la vida en común. De estas leyes surgirá una filosofía política y moral, y también la medida de lo que está bien o mal.
John Locke
El Estado de Naturaleza según Locke
La reflexión política de Locke parte del concepto de derecho natural. En el estado de naturaleza, existe una ley natural que rige las relaciones entre los hombres: la razón misma. Esta ley enseña que todos son libres e iguales para ejercer su derecho a la vida y a la propiedad, pero también que este derecho natural de cada uno está limitado por un derecho igual de sus congéneres. Por ello, es necesario el respeto mutuo.
El Contrato Social en Locke
Los hombres se organizan en sociedad mediante un contrato para evitar la guerra y garantizar los derechos naturales de forma pacífica. Si en el estado de naturaleza la libertad consistía en no someterse a ninguna voluntad, en la sociedad consiste en no estar sometido más que al poder elegido en común acuerdo. Por lo tanto, este poder no es ni absoluto ni arbitrario como defendía Hobbes, sino que es elegido en un acto de libre consentimiento.
División de Poderes en Locke
Locke divide los poderes en:
- Legislativo: Su función es promulgar leyes iguales para todos y dirigidas al bien del pueblo.
- Ejecutivo: Subordinado al legislativo, su misión es poner en ejecución dichas leyes. Incluye el poder federativo, cuyo objetivo es la relación del estado con otros estados.
Tolerancia Religiosa en Locke
En su Carta sobre la Tolerancia, Locke establece los límites entre Estado e Iglesia. El Estado debe ocuparse de los bienes civiles como la libertad, la vida y la propiedad, pero no de la salvación de las almas. Considera que la fe no puede inculcarse a la fuerza y el poder civil no debe intervenir en materia religiosa. Por otra parte, la Iglesia tampoco debe intervenir en asuntos civiles ni recurrir a la fuerza. Sin embargo, esta tolerancia tiene límites: no ser tolerantes con los intolerantes ni con los que se niegan a la existencia de Dios. Con estas ideas tolerantes en materia religiosa, Locke afronta un problema crucial en la Europa de su tiempo: las luchas políticas relacionadas con posiciones religiosas.
Immanuel Kant
La Ilustración según Kant
La Ilustración fue un movimiento intelectual y cultural europeo que se desarrolló en el siglo XVIII, conocido como el Siglo de las Luces. Este movimiento, circunscrito por la Revolución Gloriosa y la Revolución Francesa, se caracteriza por:
- Crítica de la organización política y social del Antiguo Régimen.
- Confianza en la razón para conseguir el progreso.
- Defensa de la libertad del pensamiento en todos los aspectos.
Obra Filosófica de Kant
La filosofía de Kant puede estructurarse como respuesta a tres cuestiones:
- ¿Qué puedo saber? Realiza una definición del conocimiento y sus límites.
- ¿Qué debo hacer? Se refiere a la moral y al modo en que hay que comportarse.
- ¿Qué me cabe esperar? Reflexiona sobre el futuro del ser humano en política y religión.
El Dilema Fundamental de Kant: Libertad y Determinismo
Una de las cuestiones centrales en la obra de Kant es conciliar dos realidades aparentemente antagonistas: la naturaleza o mundo exterior y el mundo interior humano. La naturaleza, ejemplificada en el cielo estrellado, está sometida a leyes deterministas e inexorables descritas por Newton en su física. Sin embargo, el mundo interior humano está caracterizado por la ley moral, que tiene su fundamento en la libertad humana. Por lo tanto, Kant opone el determinismo de la naturaleza a la libertad humana.
Influencias en Kant
- David Hume: Despertó a Kant de su «sueño dogmático» al plantear el problema de la causalidad, que Kant trató de superar.
- Isaac Newton: Con su obra, mostró a Kant que el conocimiento universal de la naturaleza es posible, lo cual supone una prueba de que el escepticismo al que nos conduce Hume estaba equivocado. Kant quiso propiciar una filosofía que explicara la universalidad de la física newtoniana.