La Filosofía como Racionalidad Práctica: Ética y Filosofía Política
La razón tiene un uso teórico y un uso práctico. La dimensión práctica es capaz de formular juicios prácticos que llevan a actuar de un modo u otro. Los razonamientos prácticos desembocan en acciones concretas. Dentro de la razón práctica está también la razón técnica, del griego techné, arte, que regiría los procesos a través de los cuales el hombre produce cosas u obtiene utilidades. La razón práctica no depende solo de los conocimientos técnicos, sino del uso de la libertad del sujeto. Praxis es el término que designa la actividad práctica libre del ser humano frente a la teórica.
La Experiencia Práctica y la Ética
La experiencia práctica surge cuando el humano comienza a formular juicios prácticos, al realizar actos genuinamente humanos. Y así va acumulando una experiencia de sí mismo denominada práctica.
La Ética consiste en dirigir la conducta hacia ese bien perfecto que es fin último del hombre, y cuyo logro garantiza la auténtica felicidad. La ética nos ayuda a distinguir entre el bien verdadero y el solo aparente.
«Todo arte y toda investigación, y del mismo modo toda acción y elección, parecen tender a algún bien; por esto se ha dicho con razón que el bien es aquello a lo que todas las cosas tienden». Aristóteles en su obra la Ética a Nicómaco.
Ahora se plantea la pregunta ¿qué es el bien?
Sören Kierkegaard, precursor del existencialismo contemporáneo, pensaba que esta pregunta gira en torno a uno mismo, y que este problema filosófico solo podría resolverse de manera vital y no teóricamente. Su análisis sobre el anhelo humano de ser feliz arroja la conclusión de que el fin último del hombre ha de ser un bien completo, autosuficiente y perdurable, que excluya todo mal, que satisfaga a la voluntad y que esté al alcance de todos.
Modalidades del Bien
Los antiguos distinguían 3 modalidades de bien (estas bondades no están reñidas, pueden darse a la vez o individualmente):
- El bien útil: género de bondad que predicamos de las acciones o cosas que sirven para obtener un fin determinado de un modo eficaz. Ej. Aspirina.
- El bien deleitable o placentero: la bondad de lo que es querido porque causa en el sujeto una resonancia afectiva positiva (placer, satisfacción, alegría…).
- El bien racional u honesto: este género de bondad se refiere a las cosas que objetivamente, aparte de nuestras resonancias afectivas (positivas o negativas), sabemos que son buenas. Ej. Un buen amigo o hoy he dado dinero a un mendigo.
La Ética como Saber Directivo
La ética es un saber directivo, es decir, pretende aportar criterios válidos para la dirección de la propia vida.
La razón práctica produce la acción en la medida en que entiende el bien al que tiende la naturaleza humana. Solo podrá ser norma de la acción moral una razón recta, aquella que conozca sin error los fines que convienen al ser humano.
Ley Moral Natural y Conciencia
La ley moral natural es la aplicación de la razón a la acción concreta objetiva, común a todas las personas. La conciencia sería la que se presentaría interiormente en cada uno de nosotros.
La ley natural está inserta dentro del ser viviente, igual que en el humano: en cuanto ser corporal actúa inconscientemente en sus acciones biológicas, pero en cuanto a ser libre, se realiza en su actuación consciente. Esta parte libre es la que nos interesa porque supone la posibilidad de llegar por nosotros mismos (libremente) a la perfección de nuestra existencia.
El primer juicio práctico es el que establece que el bien ha de buscarse y hacerse, y el mal ha de evitarse. Es lo primero que la razón aprende en el orden de lo práctico.
Sindéresis
La sindéresis es la capacidad de juzgar rectamente. La sindéresis consiste en una ley general aplicable a toda conducta ética (http://symploke.trujaman.org/index.php?title=%E9tica) o moral (http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Moral) que prescribe que debemos actuar de tal manera que nuestras acciones puedan contribuir a la conservación de los individuos corpóreos, en cuanto sujetos que no se oponen a la conservación de la comunidad de sujetos humanos. La razón práctica produce la acción en la medida en que entiende el bien al que tiende la naturaleza humana. Solo podrá ser norma de la acción moral una razón recta, que conozca sin error los fines que convienen a un ser humano.
Se usan 2 normas para aplicar la razón a la acción: la ley moral natural, que es la común a todas las personas, la objetiva, y la conciencia, que es la interior, la presente en cada uno de nosotros.
Como en todos los seres vivientes y humanos, la ley natural está inserta en cuanto ser corporal, que actúa inconscientemente en sus acciones biológicas, y en cuanto a ser libre, que se realiza en su actuación consciente.
El primer juicio práctico es el que establece que el bien ha de buscarse y hacerse, y el mal ha de evitarse. Es lo primero que la razón aprende en el orden de lo práctico. Y esto se denomina sindéresis. Del griego synteréo, que significa observar, vigilar atentamente y conservar. La sindéresis es una primera verdad práctica muy general, pues todo tiene un cierto grado de bondad.
Dimensiones de las Inclinaciones Naturales
Las inclinaciones naturales responden a las 3 dimensiones que lo constituyen: como realidad viva, como animal y como ser inteligente. La sindéresis se desarrolla en tres grupos de preceptos:
- Como viviente, los preceptos se inclinan a la defensa de la propia vida, manteniéndola y optimizándola.
- Como animal, implica la inclinación de mantener la especie, defenderla y protegerla en el caso de tener hijos.
- Como ser racional, el precepto hace referencia a la inclinación del ser a buscar la verdad, el conocimiento y organizar la convivencia en paz y concordia con los iguales.
Conciencia Moral
La conciencia moral hace referencia a la actuación realizada con conocimiento.
Hablamos de conciencia en un doble sentido:
- En el sentido psicológico, es el conocimiento del propio yo y de los actos que le acompañan.
- En el sentido moral, que designa el conocimiento de nuestros deberes y los juicios referentes a la bondad o malicia de nuestros actos concretos.
El juicio puede actuar en conformidad con el dictamen de la conciencia como en contra de él, ya que la conciencia deja a salvo la libertad en la actuación que le sigue.
Ha de ser la razón misma la que la determine con un nuevo juicio, que conduce de un modo inmediato a actuar, este sería el juicio de elección.
La virtud que consigue hacer que nuestro juicio de elección sea razonable es la prudencia: lleva a reflexionar sobre los motivos que mueven a obrar y evita que se actúe con precipitación y pasionalmente.
Eudemonismo: buena ética.
Concepciones Éticas
El utilitarismo es el bien útil; el hedonismo es el bien deleitable; el estoicismo y aristotelismo es el bien racional u honesto.
La Ética Eudemonista de Aristóteles
Trata sobre el bien perfecto del hombre. La razón es la actividad más perfecta del hombre. Y la theoria, la contemplación de la verdad. El intelecto es lo más divino que hay en nosotros. Y hay que cultivar la mente para llegar a la felicidad humana, y no de los dioses, gracias a la moral. Aristóteles reconoce que la felicidad del hombre parece necesitar también de los llamados bienes de fortuna: la riqueza, prosperidad, amigos, nobleza de linaje, poder, belleza física…
Pero esta felicidad que propone es frágil y precaria. Aun así, realizó grandes contribuciones a la ética con su doctrina de las virtudes morales.
Hedonismo
El HEDONISMO deriva del griego hedoné, que significa placer. Epicuro fue el fundador de esta ética. Para él, el placer es el principio y el fin de la vida feliz. Él distinguía dos tipos de placer:
- El placer dinámico es la acción de gozar procurándose placer o satisfaciendo una necesidad.
- El placer estático, que consiste en la ausencia de dolor y turbación (ataraxia, sin turbación).