Filosofía Racionalista de Descartes: Meditaciones Metafísicas y Discurso del Método

Descartes: Meditaciones Metafísicas

1. El Cogito: La Primera Verdad y Radicalidad

La sustancia pensante: la primera verdad absoluta: la existencia del sujeto que piensa. Primer principio de su nueva metafísica, solo puede afirmarse como existente el pensamiento de este sujeto pensante. Pensar es toda actividad mental de la que cabe ser consciente.

2. Teoría de las Ideas

¿Cómo salir de la conciencia? ¿Cómo demostrar la existencia de la realidad extramental? Partiendo de la existencia del pensamiento: analizando la naturaleza de las ideas:

  • Las ideas, en tanto actos mentales o modos del pensamiento, son todas iguales.
  • Las ideas, en tanto que imágenes que representan algo, se diferencian en:
    • Ideas adventicias: parecen provenir del mundo exterior a la mente.
    • Ideas facticias: aquellas que la mente construye a partir de otras.
    • Ideas innatas: ideas que posee por sí mismo el entendimiento.

¿Hay entre las ideas innatas -mostradas por intuición- alguna de la que podamos deducir su existencia objetiva a partir de su existencia subjetiva como idea? La idea de infinito.

3. La Segunda Realidad: Demostración de la Existencia de Dios

Argumento gnoseológico: la causalidad aplicada a la idea de ser finito o perfecto. El argumento de Dios como causa de mi ser. El argumento ontológico: basado en la causalidad aplicada a la idea de Dios. Este argumento parte de la realidad de las ideas a que hemos hecho referencia, una causa que posee tal realidad en sí misma de un modo formal. Es decir, la idea como realidad objetiva requiere una causa real proporcionada, luego la idea de un ser infinito requiere una causa infinita, luego ha sido causada en mí por un ser infinito; luego el ser infinito existe. Demostrada la existencia de Dios y reconocida su naturaleza como la suma de todas las perfecciones, puede afirmarse su bondad y veracidad.

4. La Tercera Realidad: Demostración de la Existencia del Mundo

Siendo una fortísima inclinación a creer que esas ideas de objetos extramentales me son producidas por las cosas sensibles del mundo, Dios, que ha dado esa fortísima inclinación, no me engaña, por tanto esa inclinación me dice la verdad: ¿de dónde proviene el error? Erramos cuando nuestro juicio se precipita o previene al pronunciarse sobre la realidad.

5. La Estructura de la Realidad: La Teoría de las 3 Sustancias

Descartes ha descubierto tres ámbitos de la realidad:

  • Dios, el ser infinito y veraz: sustancia infinita (res infinita)
  • El yo o cosa pensante: sustancia pensante (res cogitans).
  • Las cosas materiales: sustancia corpórea (res extensa).

La sustancia: cosa que no tiene necesidad más que de sí misma para existir. En sentido estricto, la definición de sustancia solo es aplicable a Dios. Por analogía puede ser aplicada a los seres que no necesitan de ninguna otra cosa, excepto Dios, para existir: la sustancia no se puede conocer directamente sino a través del rasgo fundamental o esencial que le conviene = atributo:

  • Res extensa: la extensión en longitud, anchura y profundidad.
  • Res cogitans: el pensamiento.

Todas las demás propiedades son modificaciones de este rasgo fundamental = modos.

Descartes: Discurso del Método – Construcción del Universo en la Filosofía Racionalista

A) La Unidad de la Razón y el Método

a) La Unidad del Saber y de la Razón

En la primera de sus reglas para la dirección del espíritu afirma Descartes: todas las diversas ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica. Las distintas ciencias y saberes son saber único. La sabiduría es única porque la razón es única.

b) Estructura de la Razón y el Método

A juicio de Descartes, los modos de conocimiento son: la intuición y la deducción. La intuición es una especie de luz natural que tiene por objeto las naturalezas simples, por medio de ellas captamos conceptos simples emanados de la razón misma. La intuición es definida por Descartes del siguiente modo: un concepto dudoso de la mente pura y atenta que nace de la sola luz de la razón y es más cierto que la deducción misma. Todo el conocimiento intelectual se despliega a partir de la intuición de naturalezas simples. Puesto que la intuición y la deducción constituyen el dinamismo interno, la dinámica específica del conocimiento, esta ha de aplicarse en un doble movimiento. En primer lugar, un proceso de análisis hasta llegar a la naturaleza simple. En segundo lugar, un proceso de síntesis de reconstrucción deductiva de lo complejo a partir de lo simple. Descartes piensa que la razón ha sido utilizada de este modo solo en el cambio de las matemáticas, produciendo resultados admirables.

B) La Duda Metódica y la Primera Verdad

a) La Duda Metódica

El entendimiento ha de encontrar en sí mismo las verdades fundamentales. Este punto de partida ha de ser una verdad absolutamente cierta sobre la cual no sea posible dudar en absoluto. Hay que eliminar todos aquellos conocimientos, ideas, creencias que no aparecen en certeza absoluta, todo lo dudoso, de ahí Descartes comienza con la duda, esta duda es metódica. El escalonamiento de los motivos de duda presentados por Descartes hace que adquiera la máxima radicalidad: la primera y más obvia razón para dudar de nuestros conocimientos se halla en las falacias de los sentidos. Segunda, la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño. Tercera, tal vez exista algún espíritu maligno de extremado poder e inteligencia que pone su empeño en inducirme a error.

b) La Primera Verdad y el Criterio

La duda llevada hasta este extremo de radicalidad parece abocar irremisiblemente al escepticismo. Descartes encontró una verdad absoluta inmune a toda duda por muy radical que sea esta: la existencia del propio sujeto que piensa y duda. Si yo pienso que el mundo existe, pero no cabe error en cuanto a que yo lo pienso, igualmente puedo dudar de todo menos de que yo dudo. Mi existencia como sujeto que piensa está exenta de todo error posible y de toda duda posible. Descartes lo expresa con su célebre: pienso, luego existo. Todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y por tanto podré afirmarlo con inquebrantable certeza.

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