4. Sentido y utilidad de la filosofía
Utilidad teórica
La filosofía responde a la necesidad humana de saber
De ahí su utilidad inmediata: dar respuesta a nuestras
preguntas, saciar nuestra curiosidad intelectual.
conocer la verdad, superar la ignorancia, salir de la confusión,
la filosofía constituye un modelo de racionalidad teórica,
en la medida que justifica con razones, y a poder ser con buenas razones,
lo que sabemos e ignoramos, y marca los límites de lo que no puede saberse.
La filosofía ha funcionado como una antesala de la ciencia
De la filosofía proceden la astronomía, la física, la química
Utilidad práctica
la filosofía aspira a descubrir la mejor forma de vida
La filosofía constituye un modelo de racionalidad práctica
identificar los valores de la convivencia y a darles una justificación racional.
la filosofía ayuda a desarrollar personas cívicas,
es decir, ciudadanos activos y responsables, críticos con la autoridad y sus normas
La reflexión sobre la sociedad y el ciudadano ayudarnos a comprender mejor nuestro papel en la democracia.
La filosofía también nos enseña a pensar con orden y criterio
y, por tanto, tiene su utilidad a la hora de construir nuestra concepción del mundo
prevenirnos del error, los prejuicios y las actitudes dogmáticas,
5. La filosofía y otras modalidades de conocimiento
la filosofía es una actividad peculiar y ofrece un conocimiento distinto al de otras modalidades de conocimiento en sentido amplio
, sea este el conocimiento ordinario, el científico, el que ofrece la religión o el que expresa el arte. En líneas generales,
la filosofía se distingue por su enfoque (reflexivo y crítico), su método de trabajo (análisis, razonamiento, discusión)
Y sus resultados
(aclaración de problemas, ideas justificadas con razones). A continuación, analizaremos estas características en relación con el conocimiento ordinario, la ciencia, la religión y el arte.
1. Filosofía y conocimiento ordinario
conocimiento ordinario, que es un conocimiento construido a partir de los datos de los sentidos y de las opiniones más comunes de nuestra sociedad
y nuestro tiempo. Según el conocimiento ordinario, las cosas son tal como las vemos y como opina la mayoría.
El conocimiento ordinario se construye sobre un número limitado de observaciones y experiencias, no siempre rigurosas, y acepta ideas sin haberlas cuestionado previamente, sin validar su origen ni discutir o conocer su fundamento. Es, por tanto, un conocimiento espontáneo, poco fundamentado y, hasta cierto punto, ingenuo. El hecho de que con frecuencia «funcione» no es razón suficiente para aceptarlo, sin más.
El conocimiento ordinario no siempre es falso, pero a menudo lo es. Que la sal conserva los alimentos y que los antibióticos curan la gripe son ejemplo de conocimiento ordinario, pero mientras que el primero es verdadero, el segundo es falso. Lo que los caracteriza como conocimiento ordinario es que, aun cuando son verdaderos, no se sabe por qué lo son.
Por el contrario,la filosofía es una actividad de conocimiento más rigurosa, fundamentada y racional que el conocimiento ordinario.
A menudo, sus resultados entran en conflicto con la información que percibimos y con las creencias del sentido común.
5.2. Filosofía y ciencia
El conocimiento científico puede ser probado o verificado, trata de cuestiones menos generales y abstractas, y genera mayor consenso que el conocimiento filosófico.
La filosofía no está en condiciones de probar o verificar sus resultados
Si así fuera, la filosofía dejaría de ser filosofía para convertirse en ciencia.
Además, las cuestiones científicas son más concretas y particulares, mientras que las filosóficas son más abstractas y generales.
Las preguntas de la ciencia empírica, de la física o de la biología, por ejemplo, solicitan información concreta sobre las cosas que nos rodean en un ámbito relativamente reducido de la realidad:
¿cómo se explica que caigan las cosas?, ¿por qué los metales se dilatan con el calor?, ¿cuál es la estructura de la célula?, ¿cómo funciona el cerebro humano? Hay también preguntas que piden una respuesta formal, por ejemplo: ¿por qué la suma de los ángulos de un triángulo es de 180°?, ¿cuál es el valor de x en la ecuación 3x + 9 = 18? En estos casos puede ser más o menos difícil dar con la respuesta, pero sabemos cuál es el camino que hay que recorrer para dar con ella.
Las preguntas de la filosofía, por el contrario, son tan generales y abstractas que prácticamente nos obligan a cuestionarlo todo)
¿Qué es la realidad?, ¿qué es la verdad? Pero hay más: no solo son cuestiones abstractas y difíciles de responder, sino que tampoco sabemos qué camino recorrer para responderlas.
Sabemos que hay que pensar con orden, aclarar los conceptos, dialogar, argumentar… pero no tenemos ni idea de cuándo habremos llegado al final del camino ni cómo reconoceremos la verdad, en caso de hallarla. De ahí que un problema filosófico pueda ser abordado de múltiples maneras.
En filosofía puede haber desacuerdo no solo en los resultados, sino también en el planteamiento
¿Qué es la ciencia?
Podríamos caracterizar la ciencia como una compleja actividad intelectual que se lleva a cabo, de acuerdo con métodos científicos, en universidades y centros de investigación, y cuyos resultados —el conocimiento científico— son conjuntos sistemáticos de ideas racionales y objetivas.
Se trata de «ideas», porque la ciencia utiliza conceptos, proposiciones y razonamientos; son ideas «racionales», porque esas ideas se combinan de acuerdo con reglas lógicas para producir nuevas ideas; son ideas «objetivas»,
5.3. Filosofía y religión
La filosofia y la religion coinciden en el interes del origen del mundo, la razon de la existencia humana. Se llegó a considerar que la filosofia debia estar a cargo de la religion, aunque la filosofía haya criticado a la religion
La filosofía trata de hallar una respuesta al misterio por medio del razonamiento y la discusión, sin aceptar nada que previamente no haya sido sometido a crítica racional., al contrario, las creencias religiosas tiene su fundamento en fe y no en el razonamiento, se enfoca como se debe vivir o enfocar la vida.Las religiones, en fin, ofrecen a sus seguidores la certeza de una prolongación de la vida tras la muerte, lo cual puede servirles de consuelo, sobre todo si temen enfrentarse a la propia desaparición o a la de algún ser querido. Por su parte, la filosofía no puede sino hacernos ver que la muerte no es nada para nosotros. Nada para los seres vivos, porque están vivos; nada para los muertos, porque ya no están
La religion
las religiones tienen que ver con la experiencia de lo sagrado, es decir, con la experiencia de algo absolutamente respetable y que está más allá de lo natural y cotidiano.
Las diversas religiones son creaciones humanas al servicio de finalidades muy humanas: combaten el temor a la muerte, alivian el sentimiento de inseguridad y desamparo que acompaña al ser humano y satisfacen su deseo de inmortalidad
Gracias a la religión, muchas personas alcanzan a comprender lo que les trasciende: el universo, el infinito, la eternidad. Por otra parte, la religión suaviza los temores de las personas y permite a la humanidad expresar sus mayores esperanzas. La religión también contribuye a crear lazos de identidad social, organiza y somete a norma la vida de los creyentes, justifica el poder y la estructura de la sociedad en la que aparece, y, en ocasiones, sirve para remover las ideas de la gente y cambiar las cosas.
5.4. Filosofía y arte
Filosofía y arte son vehículos de expresión a través de los cuales se puede representar el mundo e interpretarlo, además de exteriorizar las intenciones del filósofo o del artista.
La filosofía trata de comprender el mundo y explicarlo. Por su parte, el arte intenta algo parecido, al representar el mundo o expresar emociones. En ocasiones, lo hace con tanta habilidad que solo contemplando el objeto artístico llegamos a comprender lo que antes, solo con palabras, se nos había escapado. Sin embargo, existe una diferencia de raíz entre filosofía y arte:
el mensaje artístico se realiza con el objetivo de crear belleza mientras que la finalidad de la filosofía es fundamentalmente cognitiva.
Esto no impide que haya producciones artísticas —literatura, pintura, escultura…— con una tremenda carga filosófica, como también hay discursos filosóficos
Centrándonos en la literatura, por ejemplo, la filosofía y la literatura a veces se confunden. El género filosófico se sirve con frecuencia de la narración o la metáfora, con el fin de enriquecer o de hacer más accesible su discurso conceptual. Por su parte, la literatura puede incorporar elementos afines a la filosofía, con el fin de aportar mayor densidad a su discurso, sea teatral, narrativo o lírico.
Si pensamos en términos clásicos, los Diálogos de Platón pueden ser considerados obras maestras de la literatura de una belleza formal indiscutible, aunque su intención y su temática es inequívocamente filosófica. Y a la inversa, La diferencia, en último término, habrá que buscarla en el aspecto formal que adopta cada tipo de discurso: relato, poesía, teatro, para el discurso literario; ensayo, aforismo, sistema de ideas, para el filosófico. A pesar de ello, abundan las mezclas y, por tanto, los límites entre ambas actividades son difusos.
¿Qué es el arte?
Las obras de arte son producciones humanas de carácter simbólico, es decir, objetos que significan y expresan algo distinto de sí mismos. Pintura, escultura, arquitectura, música… son algunos de los medios a través de los cuales el ser humano expresa ideas y emociones y las comunica, las obras de arte pueden expresar las ideas e intenciones de quien las realiza, representar cosas y relaciones entre cosas y pueden comunicarlas a los demás.
1. Preguntas sobre la realidad
Hay una parte de la filosofía que se plantea preguntas sobre la realidad y preguntas sobre Dios, el espacio y el tiempo, el origen y la finalidad del mundo, y otros muchos temas abstractos y muy generales, entre los que habría que contar los referidos al ser humano: ¿cuál es nuestra naturaleza?, ¿qué hacemos aquí?, ¿qué sentido tiene nuestra vida?
La metafísica es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la naturaleza general de las cosas y propone un conjunto organizado y razonado de respuestas acerca del mundo como totalidad.
Se trata de una reflexión que va más allá de lo que se sabe y, según algunos filósofos, de lo que se puede saber. De ahí que, quizá, hacer metafísica sea pensar más allá de lo que se puede o se debe pensar.
1.1. ¿Qué es lo que existe?
Llamamos realidad a lo que existe, pero ¿cuál es su naturaleza? En general, los filósofos metafísicos se han esforzado por comprender la realidad y hacerla compatible con las ideas de pluralidad, movimiento y cambio. ¿Son reales los cambios o se trata de una simple apariencia? ¿La realidad es una o múltiple? ¿Cómo cambia la realidad?
En un extremo estarían los que defienden la existencia de un solo tipo de realidad, sea esta material o espiritual.
Si solo se admite la existencia de un único tipo de realidad, la metafísica en cuestión se denominará «monista». Si se defiende la existencia de más de un tipo de realidad, hablaremos de una metafísica «pluralista».
Si se considera que la realidad es material y que, por tanto, todo lo que existe tiene las propiedades de la materia, la metafísica se llamará «materialista»; en caso contrario, hablaremos de metafísica «idealista» o «espiritualista».
Los primeros filósofos fueron principalmente metafísicos y se interesaron por establecer el carácter de la naturaleza como un todo. Su reflexión les llevó a plantearse el origen del mundo, su esencia y los cambios observables. Algunos filósofos afirmaron que lo que existe fue creado; otros, que existe desde siempre. Algunos pensaron que la pluralidad y diversidad de las cosas que existen en el mundo es más aparente que real, y que toda esa pluralidad está formada, bien por una única sustancia o componente último de las cosas, bien por la combinación de unas pocas sustancias. Algunos razonaron que la pluralidad y la diversidad, el cambio y el movimiento son imposibles y, por tanto, que todo lo que vemos con nuestros ojos no es real. Otros, en fin, trataron de hacer compatibles las exigencias de la razón y los datos sensoriales.
Hay explicaciones metafísicas, como la de René Descartes (1596-1650), que admiten la existencia simultánea de realidades espirituales (el alma humana, Dios) y materiales (los objetos físicos). En este sistema, el ser humano sería un compuesto de alma y cuerpo.
Así pues, la metafísica encamina el pensamiento hacia temas que están más allá de lo que puede comprobarse, ya que aborda asuntos inobservables, en donde no cabe experimentación alguna. No obstante, si la razón se mantuviese en los estrictos límites de la experiencia o de las ciencias no podría responder a ninguna de las preguntas que nos planteamos sobre la existencia, la vida y la muerte, Dios o el ser humano. De ahí que, para muchos filósofos, la metafísica sea la piedra angular de la filosofía.