Friedrich Nietzsche: La Voluntad de Poder y la Transvaloración de los Valores

1.7 Nietzsche: (1844-1900)

(Vitalismo: afirmar la vida ≠ Schopenhauer, nada tiene valor)

– Cultura Trágica vs. Cultura Socrática-Alejandrina:

Reflexiona (“El origen de la tragedia”) sobre la identidad de la cultura griega, dividiendo a los dioses (medio por el que los griegos expresaban su cultura) en:

  • Apolo: dios de la luz, de la razón, de la claridad, del orden y de la mesura.
  • Dionisos: dios del vino, de las fiestas, de la desmesura.

La cultura griega vive entre estos dos dioses (los compagina). La concepción de la vida dionisíaca desaparece con Sócrates (anti griego) porque provoca una consideración sobre el mundo diferente a la consideración trágica. (Trágica=dionisíaca=apta para Nietzsche) Sócrates: lo importante es la consideración teórica del mundo, no artística sino racionalista, científica y universalista. Nietzsche: el problema de la concepción teórica del mundo socrática es afirmar que se puede alcanzar la felicidad (plenitud) a través de la razón, es decir, vincular conocimiento y virtud (conocimiento=bueno e ignorancia=mala). Una cultura que toma a la ciencia como intuición central es una cultura enferma (Occidente enfermo desde Sócrates). [Cultura trágica: (dionisíaca) vida afirmativa y no pesimista, decir sí a la vida incluso en lo problemático y terrible.]

– Crítica a la Metafísica (1), a la Moral (2) y a la Religión (3):

(1) Principalmente por dos razones: (todo discurso metafísico tiene dos grandes errores)

  • Dualismo: este dualismo metafísico es la causa de la idea de que existan un mundo verdadero (del ser, de la verdad, ideas platónicas) y un mundo aparente (del no ser, de la opinión, nuestro mundo). Si decimos que hay dos, vivimos menos intensamente en el verdadero (el único que existe) porque le quitamos importancia. Todo discurso que habla de un mundo distinto de este es un discurso sin sentido y enfermo al expresar un recelo a la vida presente (síntoma de decadencia).
  • Obsesión por el ser: (lo que no cambia) los metafísicos intentan encontrar y creer en ese algo que no cambia pero según él no existe nada eterno sino que todo cambia, todo sufre transformaciones (devenir), todo es historia (Heráclito=todo fluye y nada permanece).

(2) En su libro “Genealogía de la moral” dice que lo importante es el origen de la moral (origen histórico antes que hacer un estudio). En la Historia, diferencia dos tipos de moral: moral de los señores y aristócratas (primordial, original, de la cultura clásica); y la moral de los esclavos (débiles, decadentes, plebeyos, enfermos), con la que se identifican según él: moral de Kant, moral cristiana, moral del utilitarismo. Su fundamento moral (esclavos) es la falta de afirmación de la vida y la exaltación de valores decadentes (compasión, humildad); proponen el igualitarismo.

Nietzsche valora solo la vida fuerte, sana, impulsiva, con “voluntad de poder”; porque todo lo débil es enfermizo y lleva al fracaso (segunda moral). Los fuertes y los mejores deben imponerse. A pesar de identificar a lo superior como algo malo, los esclavos y sacerdotes no ejercen la fuerza porque es injusto (pueden pero se controlan).

(3) A la religión y al ideal ascético: la base de este ideal es que existe otro mundo donde se hallan todas las perfecciones (religiosos o ascetas); para Nietzsche, este mundo es ficticio e inexistente y presenta al verdadero y único mundo (este) como un instrumento para llegar a él. El asceta niega el mundo aparente (imperfecto, este) y lo somete al ficticio (perfecto). Esta idea, defendida desde Platón, es signo de una voluntad de los débiles, sacerdotes, enfermos: llamada voluntad de verdad, de nada o de venganza (siempre negativa).

– Voluntad de Poder:

(“El mundo es voluntad de poder y nada más”) en todos los seres hay, además de una lucha por existir y por la conservación, una lucha por seguir siendo más (voluntad de aumento, voluntad de conservación). Esta voluntad de poder es el principio irracional que rige todo, el fondo último de la realidad.

– Muerte de Dios:

  1. No le preocupa si Dios existe, ni si le podemos conocer o no.
  2. Dios ha sido asesinado por los hombres (creencia inasumible y no factible); Dios no es un ser concreto sino que engloba más cosas, y con su muerte muere todo: lo suprasensible, los valores morales y metafísicos, el bien, la verdad,…
  3. La muerte de Dios supone el fin entre mundo verdadero y mundo aparente (dualismo).
  4. La muerte de Dios es un acontecimiento y solo importa cómo reaccionamos (ni cuándo, ni qué): tristeza (decadencia, lamentación) o afrontarla como una apertura de horizontes (una oportunidad de algo nuevo, una aventura, un mero comienzo de la humanidad).

Las consecuencias de la muerte de Dios son:

  1. Ya no tiene sentido oponer mundo verdadero y mundo aparente.
  2. El mundo es devenir (la realidad es dinámica, cambia constantemente).
  3. El mundo es multiplicidad (fuerzas plurales que interactúan entre sí)
  4. Muere el concepto de verdad y surge el perspectivismo (“no hay hechos sino interpretaciones”).
  5. Ya no existe el bien, ya no hay un orden moral. [El único objetivo del hombre es la transvaloración de todos los valores, crear un nuevo modo de vida, crear nuevos valores]

– Eterno Retorno:

(“Así habló Zaratustra”) existen dos interpretaciones sobre lo que dijo: la cosmológica (la Historia se repetiría eternamente, siempre igual); y la existencial (el eterno retorno es un criterio para los sanos, que viven cada instante de sus vidas como si se fuera a repetir eternamente, y los enfermos, que viven la vida creyendo que hay otro mundo y que se van a desligar de este).

– Nihilismo:

(afirmar que nada tiene sentido, que no hay finalidad para el hombre) Nietzsche lo define como la desvalorización de los valores tradicionales (bien, verdad, belleza,…) y piensa que es: ya no hay respuestas a la pregunta ¿por qué? Diferencia tres tipos de nihilismo:

  • Negativo: el originario, primordial y más antiguo; representado por el ideal ascético (dualismo de dos mundos) pues se basa en una doble negación: lo que debe ser no es y lo que es no debería ser. Puede ser representado por la figura del camello (soporta un peso de una idea que impide la verdadera afirmación de la vida).
  • Activo: destrucción de todos los valores tradicionales (criticarlos y demostrar que no se pueden asumir). Como solo destruye y no es capaz de generar nada, es representado por el león.
  • Extremo: (positivo, el que tiene que llegar) asume la transvaloración de todos los valores. Cuando asuman lo ocurrido, dejarán de lamentarse y construirán nuevos valores; sería la autosuperación del nihilismo. Su imagen sería el bebé, porque es el nuevo nacimiento de la vida, la creación de un mundo nuevo.

– Superhombre:

(“El hombre es algo que debe ser superado”; “El hombre es una flecha que apunta al superhombre”; “Hay más distancia entre el hombre y el superhombre que entre el mono y el hombre”) El superhombre no es una raza ni un individuo; es una especie de ser humano que se agruparía bajo un linaje, capaz de transmitir esas características a su descendencia (=aristocracia=gobierno y poder de los mejores); superará al nihilismo, dando lugar a la transvaloración de los valores.

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