Friedrich Nietzsche: Voluntad de Poder, Superhombre y Crítica a la Metafísica

Friedrich Nietzsche: Conceptos Clave de su Filosofía

Voluntad de Poder como Explicación de la Realidad

La voluntad de poder, según Nietzsche, es una explicación tanto de la realidad como del conocimiento. No se trata de un deseo de acumular más poder, sino de la esencia misma de la realidad, del devenir. Para Nietzsche, la realidad está en constante cambio; de lo contrario, no sería realidad. El motor de este cambio es la voluntad de poder, que se manifiesta a través de la lucha entre dos principios opuestos: Apolo y Dionisio.

Dionisio representa todo lo contrario a Apolo. Si Apolo es el dios de la medida, Dionisio lo es de lo inconmensurable. Si Apolo representa la prudencia, Dionisio representa la falta de control. Si Apolo representa lo limitado, Dionisio representa lo ilimitado. En esta lucha, históricamente han prevalecido los valores apolíneos, y Nietzsche aboga por un cambio dionisíaco.

Voluntad de Poder como Explicación del Conocimiento

Para Nietzsche, no hay distinción entre diferentes tipos de seres; simplemente se opta por el devenir. Tampoco distingue entre conocimiento racional y conocimiento sensible, ya que no existen dos realidades distintas. Nietzsche reconoce dos fuentes de conocimiento: la razón y la esencia, ambas igualmente importantes. Esto lo lleva a cuestionar las filosofías y ciencias que se basan en conceptos abstractos, ya que, al alejarse de las particularidades, se alejan de la realidad. Según Nietzsche, las metáforas son las herramientas más adecuadas para conocer la realidad. La metáfora, entendida como cualquier figura retórica que usamos para referirnos a la realidad, es propia de los artistas. Por lo tanto, para acceder a la verdad, el arte es más valioso que la filosofía.

El Superhombre

Nietzsche introduce la figura del superhombre, un individuo con cualidades excepcionales. El superhombre se caracteriza por su voluntad de poder y su aceptación del eterno retorno. Es el responsable de transformar el nihilismo pasivo en nihilismo activo. El superhombre posee una actitud creadora que le permite realizar una transvaloración de los valores.

El Eterno Retorno

En su obra «Ecce Homo», Nietzsche reflexiona sobre su vida y sus escritos. En «Así habló Zaratustra», introduce el concepto del eterno retorno, que puede interpretarse de varias maneras:

  • El eterno retorno como esencia del tiempo: Esta interpretación se basa en dos premisas: el número de cosas es finito y el tiempo es eterno. La conclusión es que todo se repetirá inevitablemente. Cuando todas las combinaciones posibles han ocurrido una vez, se completa un «Gran Año». Nietzsche distingue entre el tiempo lineal (pasado, presente y futuro) y el tiempo del eterno retorno. Considera el tiempo lineal negativo porque no permite la repetición de lo vivido. El tiempo del eterno retorno, en cambio, es la forma en que el superhombre entiende el tiempo, un tiempo no lineal, el tiempo del placer. El superhombre acepta este tiempo, con sus aspectos positivos y negativos.
  • El eterno retorno como juego que permite la selección del superhombre: Sirve para distinguir al hombre común del superhombre.

Crítica de la Metafísica y de la Tradición Judeocristiana

Nietzsche critica todos los sistemas metafísicos (como las filosofías de Platón, el cristianismo, Descartes, Kant, Hegel y las formas socialistas que prometen una utopía futura) que implican una división de la vida humana. Esta división lleva al hombre a despreciar la vida presente en favor de un «trasmundo» donde se concentran los absolutos: el ser, el bien y la verdad. Para Nietzsche, el ser es el devenir, la verdad consiste en la captación sensible de ese devenir y su comprensión racional por cada individuo, y el bien es lo que cada uno elige y decide, ya que no hay un más allá que sirva de referencia.

Según Nietzsche, los iniciadores de esta visión dualista fueron Sócrates y, especialmente, su discípulo Platón. Platón distinguió entre el mundo sensible y el inteligible, atribuyendo lo «bueno» a uno y lo «malo» al otro. La crítica de la moral está estrechamente relacionada con esta división de la realidad. Para alcanzar la vida «eterna», es necesario negar los valores de la vida terrenal, lo que implica que los valores que expresan la esencia del devenir y la voluntad de poder son rechazados en favor de un futuro incierto. Además, para alcanzar este paraíso futuro, se deben seguir normas morales como «ama al prójimo», «no codicies», «perdona las ofensas», entre otras, que son expresiones de valores decadentes, de valores apolíneos.

El Nihilismo y sus Formas

La crítica de la razón occidental, según Nietzsche, revela que no hay nada más allá de lo que tenemos delante (nihil = nada). Cuando el hombre se da cuenta de esto, entra en la fase del nihilismo pasivo. Aquellos que toman conciencia de esta situación, como el superhombre, pasan a la siguiente fase: el nihilismo activo, en la que reaccionan creando nuevos valores.

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