Funciones del Derecho: Legitimación del Poder y Promoción del Bienestar Social

La Función de Limitación y Legitimación de los Poderes Sociales

La función de limitación y legitimación de los poderes sociales se refiere a la justificación de lo existente como valioso y, por lo tanto, digno de ser mantenido. Max Weber habló de distintos tipos de legitimación:

  • Tradicional
  • Carismática
  • Racional o legal

Se entiende que un sistema goza de legitimidad si es aceptado generalmente por los miembros de la sociedad; en caso contrario, sufre un proceso de deslegitimación.

En los sistemas parlamentarios actuales, la fuente de legitimidad del poder está en que su origen y actuación sean conformes al derecho. Es decir, que el acceso al poder está regulado jurídicamente, como también lo está su ejercicio. Esta legitimidad se ha realizado históricamente en el Estado liberal de derecho. Se regulaba la manera de acceder al poder político, los requisitos y las vías que había que seguir para la creación de normas. Tras la experiencia de la ineficacia del liberalismo económico para evitar la miseria de las masas y el fascismo, se requiere encontrar la forma de democratizar efectivamente el acceso al poder. Para ello, se considera imprescindible contar con la participación ciudadana en la creación y aplicación del derecho. Desde la misma perspectiva general, conviene detenerse en las relaciones entre los distintos subsistemas. El subsistema político ofrece al derecho finalidades, directivas y posibilidad de recurrir a la fuerza; el subsistema jurídico ofrece al subsistema político interpretación de las normas y legitimidad. Se considera, por tanto, que el derecho es un instrumento de poder político que contribuye a la aceptación y legitimación del sistema.

En muchas sociedades existe un alto grado de consenso sobre un sistema central de valores. No obstante, existen conflictos en la sociedad entre creencias y valores encontrados, y el derecho, en estos casos, no es neutral.

El derecho mantiene ideales abstractos y formales que encubren la diversidad de las opciones que se dan en la sociedad y crea apariencia de unidad y coherencia.

Siguiendo a Páramo, sobre el papel real que juega el derecho en el proceso de legitimación, podemos sacar algunas conclusiones:

  • El derecho es un importante instrumento de organización y difusión de las relaciones de poder en las sociedades occidentales contemporáneas.
  • No es el único que cumple este objetivo ni tampoco lo hace de manera neutral.
  • Su apariencia neutral resulta consustancial a la hora de conseguir sus objetivos.
  • El derecho reconoce al sujeto universal jurídico independientemente de las diferencias económicas y sociales entre clases y grupos.
  • El sujeto ve en el derecho un consenso voluntario de todos que ampara por igual cualquier pretensión.
  • Las relaciones entre individuos se transforman en el derecho en relaciones formales.
  • El derecho aumenta así esa interiorización del consenso, disminuyendo la necesidad de imposición por medio de la fuerza.

La Función Promocional de la Justicia y del Bienestar

La función promocional de la justicia y del bienestar aparece durante el tránsito desde el Estado liberal abstencionista al Estado social intervencionista. La ideología liberal concibe al Estado como un mero guardián del orden público que pretende garantizar un marco general y formal de autonomía individual. Los fundamentos del orden social los mantiene coactivamente. Se limita a ejercer tareas negativas de vigilancia y control sin introducir una mediación protectora en la contratación, ya que supone que la mecánica de la sociedad genera por sí misma la prosperidad de los ciudadanos y la justicia social.

El resultado de esta forma liberal desemboca en la miseria de amplísimas capas de población. El mecanismo que pone límite a la pobreza y a la conflictividad que deriva de la misma es el Estado social, transformando así al derecho en sus funciones desde las más represivas a las regulativas y promocionales (derecho regulativo y derecho promocional).

El derecho promocional no consiste en mandatos, sino en estímulos dirigidos a alentar ciertas conductas de los sujetos de la esfera privada en perjuicio de otras. El Estado social se sirve de diversas técnicas para lograrlo, como los incentivos, la creación de infraestructuras o la negociación con los agentes sociales a los que luego someterán su actividad.

En resumen, el nuevo derecho se puede resumir según Fariñas del siguiente modo:

“Las técnicas promocionales o de alentamiento son aquellas que pretenden persuadir a los individuos para la realización de comportamientos socialmente necesarios. Se incentiva a la realización de dichos comportamientos mediante las denominadas leyes de incentivación o leyes-incentivo, a las que se les une un tipo de sanción positiva o compensatoria”.

El derecho promocional pretende, con intervenciones directas, que llegue a todos el valor propio de esa forma de Estado.

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