El Problema del Conocimiento en Kant
Kant inicia sus reflexiones sobre filosofía en un momento en el que tanto las ciencias de la naturaleza como las matemáticas están ya plenamente consolidadas como ciencias y avanzan en sus descubrimientos. A diferencia de las ciencias, la metafísica presenta un panorama desalentador: no progresa. Su pretensión de conocer lo que son en sí mismas cosas tales como el ser, la vida, la muerte, la existencia, Dios, la libertad, el alma, el universo, resultó infructuosa. Y parece legítimo que el ser humano (SH) pueda conocerlas. Kant se pregunta si la metafísica es posible como ciencia, qué podemos conocer o hasta dónde podemos llegar con la razón. Además, la razón tiene un uso más práctico; se pregunta qué debo hacer, hacia dónde tengo que guiarme y qué podemos esperar.
Del Racionalismo al Criticismo
En sus primeros años, Kant fue un pensador racionalista, pero influenciado por Hume cambia sus ideales y abandona el «sueño dogmático» del racionalismo. Sin embargo, acepta el racionalismo en el sentido de que existe una razón que nos conduce al conocimiento de los hechos. En su segunda etapa, Kant acepta del empirismo el hecho de que todo hecho debe tener una base de experiencia sensible, pero no está de acuerdo con el escepticismo que caracteriza a Hume y que lo lleva a rechazar toda la metafísica, la substancia, Dios y el mundo.
El Conocimiento Crítico
Kant elabora una tercera vía, el conocimiento crítico, en el cual trata de conocer hasta dónde llegan los límites de nuestro conocimiento y diferenciar entre conocimiento científico (matemáticas, física) y conocimiento metafísico, que va más allá de la experiencia. Kant afirmará que existen conceptos previos a nuestro conocimiento, a priori de la sensibilidad.
La Metafísica como Ciencia
Trata también de descubrir la posibilidad de la metafísica como ciencia, y se centra en el mundo, el alma y Dios. Estas son para Kant las realidades que están más allá de nuestro conocimiento sensible y son parte de la metafísica.
Para averiguar si es posible la metafísica como ciencia acude al análisis de la ciencia de su tiempo, y descubre que la ciencia progresa, mientras que la metafísica no. Los científicos se ponen de acuerdo y lo que uno descubre y demuestra aparece apropiado para los demás; sin embargo, en la metafísica los pensadores se contradicen. Kant considera que existen dos condiciones necesarias para el conocimiento científico:
- Condiciones empíricas: toda ciencia se basa en datos que parten de la experiencia.
- Condiciones a priori: toda ciencia se apoya en un tiempo y un espacio que hagan posible la experiencia. Por ejemplo, el triángulo tiene tres ángulos.
Juicios Analíticos y Sintéticos
Las dos clases de conocimiento se manifiestan en juicios:
- Analíticos: el predicado está comprendido en la idea de sujeto; el predicado no añade información. Son juicios universales, necesarios y explicativos.
- Sintéticos: el predicado no está comprendido en la idea de sujeto; el predicado tiene contenido nuevo. Por ejemplo, «algunos cuerpos son pesados». Estos juicios son de dos clases:
Tipos de Juicios Sintéticos
- Juicios sintéticos a posteriori: su verdad depende de la experiencia, son particulares y contingentes.
- Juicios sintéticos a priori: nos proporcionan información y son universales, necesarios y propios de la ciencia.
El Giro Copernicano en la Filosofía
La metafísica debe seguir el mismo modo de proceder de la ciencia si quiere ser considerada como tal. Mientras que en la metafísica tradicional el conocimiento se entendía gobernado por los objetos, ahora Kant se pregunta si a la metafísica no le iría mejor de lo que le fue suponiendo que son los objetos los que deben conformarse a nuestro conocimiento. Es el giro copernicano en la filosofía, pues esta revolución en el modo de pensar las cosas es comparable a la realizada por Copérnico en el ámbito de la astronomía. De acuerdo con esto, no es el conocimiento lo que debe depender de la naturaleza de los objetos, sino que es el objeto el que debe adecuarse a nuestras facultades cognoscitivas.
La necesidad y la universalidad de las leyes de la naturaleza no están en las cosas, tienen que encontrarse en el modo de conocer del sujeto, añade Kant. El conocimiento humano debe partir de los datos que nos acercan los sentidos, pero esos datos son captados a priori.
El sujeto también aporta categorías a priori, y con esto el sujeto compagina la experiencia y la razón.
La Estética Trascendental
Podemos hablar de la estética trascendental, ya que Kant llama estética a la doctrina acerca de los sentidos y de la sensibilidad. La estética trascendental estudia las estructuras de la sensibilidad y las transforma en conocimiento sensible. El espacio es un medio homogéneo e indefinido, en el que se sitúan los objetos sensibles; el tiempo es un medio infinito en el que suceden los acontecimientos. Kant define el espacio y el tiempo como formas a priori de la sensibilidad y como intuiciones puras. Espacio y tiempo son intuiciones independientes del conocimiento que tenemos de las cosas y puras porque espacio y tiempo son unas formas vacías de contenido empírico. Estos conceptos, que Kant hereda de Newton, son indispensables para que podamos tener conocimiento.
Espacio, Tiempo y Matemáticas
Si analizamos las matemáticas, vemos que tienen proposiciones sintéticas y, como son sintéticas y a priori, debemos concluir que se basan en una intuición pura, como el espacio, que es una intuición pura a priori.
Una intuición debe estar en la base de la aritmética, porque los juicios de esta ciencia son sintéticos. Esta intuición, ya que son universales y necesarios, es el tiempo, que no está definido, sino que es un supuesto de la aritmética.