Iusnaturalismo Racionalista: Orígenes y Características
El iusnaturalismo racionalista se distingue de otras corrientes iusnaturalistas por su origen y desarrollo en países protestantes. Se fundamenta en la razón, no en la religión, concibiendo el derecho como una categoría universal.
Autores Clave del Iusnaturalismo Racionalista
Hugo Grocio
Hugo Grocio sostenía que el derecho natural es válido incluso si Dios no existiera. Esta perspectiva innovadora refleja una época de cambios. El individuo libre es la base, y metodológicamente, el derecho posee un carácter lógico-sistemático, buscando una ordenación coherente. La inmutabilidad es un rasgo simbólico. Los factores socioeconómicos influyentes son:
- Factores Metodológicos: La transición entre Mos galicus y Usus modernus. Esta corriente busca ordenar las categorías políticas, partiendo del derecho romano como base, pero no limitándose a la regulación romana. Los conceptos del derecho romano sirven para formular el iusnaturalismo racionalista.
- Factores Socioeconómicos: La necesidad de unificar el derecho en las colonias. Estos autores actúan como intelectuales orgánicos de la burguesía, siguiendo la línea de humanistas como Calvino y Vives, pero no Lutero. Es un derecho burgués.
- Factor Religioso: El protestantismo calvinista. Los países católicos siguen la segunda escolástica.
- Factores Políticos: El auge de los estados nacionales y el estatismo.
- Factor Científico: La influencia de figuras como Galileo, Copérnico, Kepler y Newton.
Samuel Pufendorf
Samuel Pufendorf, contemporáneo de Descartes, es autor de la obra monumental Derecho Natural y de Gentes. Este tratado exhaustivo explora el derecho natural y el derecho positivo (derecho de gentes, o derecho internacional). Pufendorf buscó crear un sistema completo de derecho natural que abordara todos los aspectos de la vida social y las instituciones jurídicas. Su enfoque sistemático refleja la mentalidad burguesa de su contexto histórico y social.
El axioma fundamental del derecho natural para Pufendorf es el individuo burgués propietario. Aunque lo presenta como un axioma universal, reconoce que depende de una visión de clase influenciada por la sociedad y la educación.
El método de Pufendorf es deductivo, partiendo del axioma del hombre burgués y desarrollando una concatenación lógica.
La influencia de Pufendorf es notable en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Codificación francesa.
El contenido de su obra sobre derecho natural y de gentes se traslada a los códigos liberales, especialmente en lo que respecta a la propiedad, los contratos y el derecho de familia.
La codificación implica la asunción del contenido del derecho natural propuesto por estos autores en el derecho positivo.
Contractualismo: El Pacto Social y la Cesión de Derechos
El contractualismo, paralelo al iusnaturalismo, incluye autores como Hobbes, Locke, Rousseau y Kant. Todos parten de la idea del pacto social. Rousseau es conocido por su concepto de contrato social, mientras que los demás autores hablan de pactos. Esta categoría, originaria de la Edad Media, se transforma en un pacto del pueblo (ya no de los estamentos) con el soberano, implicando la cesión de determinados derechos. Los individuos, en la modernidad, son titulares de derechos subjetivos.
Hobbes y el Leviatán
Hobbes, influenciado por la ciencia política del siglo XVII, plantea que los individuos ceden sus derechos al soberano (aunque no es un absolutista en el sentido tradicional, ya que los súbditos conservan derechos). Es un absolutismo de base individualista, donde el derecho a la vida y a la seguridad son inalienables. El soberano organiza la sociedad siempre que garantice estos derechos fundamentales. La visión de Hobbes refleja el contexto de guerra religiosa en Inglaterra, donde «el hombre es un lobo para el hombre».
La importancia dada a la seguridad, la paz y la vida se explica por las guerras religiosas en Inglaterra entre puritanos, anglicanos y católicos.
Hobbes aboga por un poder absoluto para el soberano, quien debe asegurar el derecho a la vida. El parlamento, según Hobbes, podría reproducir la guerra de todos contra todos. El Leviatán, figura bíblica de un monstruo omnipotente, simboliza el estado necesario para proteger al pueblo. Si el soberano no cumple el pacto (garantizar la vida y la paz), el pueblo puede deponerlo. El Leviatán debe tener un poder omnímodo.
La ciencia de Hobbes se basa en la física y las ciencias naturales, buscando la exactitud y la medición precisa. Esta perspectiva difiere de la ciencia clásica antigua, que buscaba reflejar la realidad sin manipulación.
Hobbes expone una visión inorgánica de la sociedad, basada en individuos y no en grupos, y defiende la necesidad de un poder absoluto en Inglaterra.