Fundamentos y Estructura de la Crítica de la Razón Pura de Kant

Introducción a la Metafísica y la Crítica de la Razón Pura

Los problemas que aborda la metafísica no son meras ilusiones. La razón humana, impulsada por su propia necesidad, se enfrenta a preguntas que no pueden ser respondidas basándose únicamente en la experiencia. Por lo tanto, es crucial determinar si, mediante la razón, podemos alcanzar un conocimiento certero sobre los objetos de estas preguntas. «Ha de ser posible, o bien ampliar la razón pura, o bien ponerle barreras concretas y seguras».

La Crítica de la Razón Pura se estructura en tres partes fundamentales: la Estética Trascendental, la Analítica Trascendental y la Dialéctica Trascendental.

Estética Trascendental: La Percepción Sensible y las Formas A Priori

En la Estética Trascendental, Kant desarrolla su doctrina sobre la percepción sensible. Aquí, se ocupa del espacio y el tiempo, considerándolos como las dos formas a priori de nuestra percepción intuitiva sensible. Estas constituyen las dos formas primarias y fundamentales de organización del espíritu. A ellas se une y somete el material bruto de la sensación o afección sensible. Mediante una primera elaboración, elevan dicho material a la posibilidad de conocimientos, en forma de percepciones sensibles.

El ser humano posee dos sentidos: externo e interno. A través del sentido externo, los objetos se le aparecen como situados fuera de su persona (el espacio, por tanto, constituye la forma de la intuición externa). Por medio del sentido interno, la mente se intuye a sí misma y percibe los objetos en el tiempo.

Todo conocimiento comienza con la experiencia, y la sensibilidad es la primera capacidad de conocer. Esta se entiende como nuestra capacidad de ser pasivamente receptivos ante lo que nos llega a través de nuestros sentidos internos y externos. Mediante ella, se nos dan objetos. Aunque todo objeto está destinado, en los humanos, a ser pensado, no hay objeto posible de conocimiento sin referencia a la sensibilidad. El resultado del conocimiento a través de la sensibilidad es la intuición sensible. Ser pasivamente receptivo ante algo implica necesariamente «sentir» ese algo en la medida en que uno está capacitado para ello. No sentimos en nuestra sensibilidad las cosas tal como son, sino tal como somos capaces de sentirlas.

El conocimiento comienza, pues, con la sensación, pero no todo lo que conocemos proviene de la sensación. En lo conocido por la sensación, el fenómeno, Kant distingue una materia y una forma. A la materia corresponde todo cuanto es empírico; la forma es la manera como puede conocerse lo que es empírico. La forma no es sensación, sino una condición de la sensación; por ello es a priori.

Analítica Trascendental: El Entendimiento y las Categorías

La Analítica Trascendental se centra en las condiciones a priori que hacen posible pensar un objeto. Mientras que la sensibilidad se caracteriza por sentir objetos, el entendimiento se distingue por pensarlos. Frente a la pasividad de la sensibilidad, el entendimiento posee espontaneidad y creatividad.

El entendimiento piensa mediante juicios, o enunciados, que a su vez están compuestos por conceptos. Un concepto es la síntesis de una multiplicidad y variedad: la multiplicidad y la variedad que la sensación unifica es llevada por la imaginación hacia una síntesis superior, mediante los conceptos del entendimiento.

Pensamos mediante conceptos enlazados en juicios, que se componen de conceptos empíricos. Estos, a su vez, son posibles gracias a los conceptos puros del entendimiento (categorías). Debe haber tantas reglas de pensar, o categorías, como maneras básicas de hacer juicios, o de pensar acerca de las cosas. Por ello, Kant deduce las categorías de las doce clases de juicios, que la lógica de su tiempo clasifica en cuatro grupos de tres, siguiendo un esquema con reminiscencias aristotélicas: cantidad, cualidad, relación y modalidad.

La segunda parte de la Analítica Trascendental se ocupa de la aplicación de las categorías a los fenómenos. En otras palabras, de cómo a partir de las categorías del entendimiento pueden formularse juicios sintéticos a priori sobre la experiencia. Kant ofrece la respuesta en dos pasos: mediante la doctrina del esquematismo de los conceptos puros y el sistema de los principios del entendimiento.

Dialéctica Trascendental: La Razón y las Ideas Trascendentales

En la Dialéctica Trascendental, Kant explora el sentido de las formas trascendentales de la intuición. En el entendimiento, estas fueron los conceptos puros o categorías; en la razón, serán las “ideas”.

¿Qué es una idea para Kant? La idea es un “concepto basado en nociones (puro concepto a priori) que sobrepasa la posibilidad de la experiencia, campo de aplicación inmediata de las categorías y principios del entendimiento”. El cometido de estos principios es proporcionarnos una unidad, la más alta posible en nuestra experiencia. Es la razón, con su actividad característica, es decir, el raciocinio, lo que encierran en su significado las “ideas” de Kant. Pero toda conclusión discursiva no es otra cosa que una investigación de las condiciones o premisas de un condicionado.

Los tres objetos principales de la metafísica, que Kant denomina Ideas de la Razón, son el yo, el mundo y Dios. Cuando la razón pretende conocer, aplica su mecanismo de síntesis basado en el uso de las categorías. Pero estas Ideas no forman parte del fenómeno, y la razón incurre en contradicciones y trampas lógicas cuando intenta conocerlas.

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