Términos Presocráticos
Arché (o arkhé o arjé): En el pensamiento presocrático, principio material del que proceden todas las cosas y del que todas están, en última instancia, constituidas.
Atomismo (o Filósofos atomistas): Corriente de pensamiento presocrático integrada por Leucipo y Demócrito, quienes defendieron una explicación análoga a la de los pluralistas, llamaron «átomos» a las partículas últimas que constituyen las cosas y propusieron una concepción enteramente mecanicista de la realidad que explicaba la totalidad de los fenómenos únicamente a través a la forma y movimiento de los átomos.
Escuela de Mileto (o Escuela milesia): Corriente de pensamiento presocrático integrada por Tales, Anaximandro y Anaxímenes de Mileto y caracterizada por el intento de explicar la totalidad de lo real conforme a un principio material que recibe el nombre de arché y que es el origen de todas las cosas y aquello de lo que todas están, en última instancia, constituidas.
Pluralismo (o Filósofos pluralistas): Corriente de pensamiento presocrático integrada por Empédocles y Anaxágoras que aceptó la concepción parmenídea del mundo e intentó conciliarla con la realidad evidente del cambio o movimiento postulando la existencia de unas partículas pequeñísimas e imperceptibles que poseen las propiedades del ser de Parménides y de cuyo agregado y separación procedería la generación y la corrupción de las cosas que percibimos por los sentidos.
Términos Socráticos y Platónicos
Accidente (symbebekós): Propiedades que se predican de las sustancias y que no pueden existir independientemente de la sustancia sino solo en ella.
Antítesis nómos-phýsis: Contraposición entre aquello que es natural y tiene carácter universal y necesario para todos los seres humanos y aquello otro que tiene carácter convencional y relativo que constituye el punto de vista desde el que, en general, se examinan las cuestiones relativas al hombre y la cultura en el siglo V a. C.
Diánoia o conocimiento discursivo: En el símil de la línea de Platón, forma inferior de epistḗmē o ciencia que Platón describe como “algo intermedio entre la opinión y la inteligencia” y que tiene por objeto las entidades matemáticas. Estado mental propio de los matemáticos, que se caracterizan por razonar a partir de principios que tienen un carácter solamente hipotético.
Dóxa u opinión: En Platón, conocimiento relativo, acrítico, inseguro e incierto de las realidades en permanente movimiento que pueblan el mundo sensible. Contrapartida del verdadero conocimiento universal e invariable de las Formas que Platón llama episteme o ciencia.
Dualismo epistemológico (o gnoseológico): Teoría del conocimiento propia de la Doctrina de las Formas de Platón de acuerdo la cual existen dos grados o niveles de conocimiento: el conocimiento sensible relativo, acrítico, inseguro e incierto de las realidades en permanente movimiento que pueblan el mundo sensible que Platón llama dóxa u opinión y el conocimiento racional absoluto, necesario e invariable de las entidades eternas e inmutables que subsisten en el mundo inteligible que Platón llama epistéme o ciencia.
Dualismo ontológico: Teoría de la realidad propia de la Doctrina de las Formas de Platón de acuerdo con la cual la realidad está compuesta por dos mundos o niveles de realidad paralelos: el mundo de las cosas o mundo sensible, poblado por entidades sometidas a constantes procesos de cambio, y el mundo de las Formas (o Ideas) o mundo inteligible, poblado por entidades eternas e inmutables que constituyen el principio de la entidad y la inteligibilidad de las cosas sensibles.
Eikasía o imaginación: En el símil de la línea de Platón, grado más bajo de conocimiento cuyo correlato ontológico son las sombras y reflejos de las cosas físicas. Es el grado de conocimiento en que se encuentran quienes confunden las sombras y reflejos de las cosas con las cosas mismas.
Epistéme o ciencia: En Platón, conocimiento racional absoluto, necesario e invariable de las entidades eternas e inmutables que subsisten en el mundo inteligible y que Platón llama Formas o Ideas. Contrapartida del conocimiento débil e imperfecto que Platón llama dóxa u opinión.
Forma o Idea (eidos): En Platón, entidades eternas, universales, inmateriales e inmutables que subsisten en el mundo paralelo accesible solamente al pensamiento que Platón llama “mundo de las Formas”, “mundo de las Ideas” o “mundo inteligible” y que constituyen el principio de determinación e inteligibilidad de las cosas que existen en el mundo de la experiencia o “mundo sensible” y conocemos a través de los sentidos.
Giro antropológico: Desplazamiento del interés teórico de la filosofía del siglo V a. C. desde la investigación de la naturaleza hacia los problemas relativos al hombre y la cultura que vino determinado por las circunstancias históricas y culturales de la época y por el agotamiento de la discusión sobre la naturaleza que había sido característica del pensamiento presocrático.
Intelectualismo moral: Doctrina típicamente socrática que entiende la virtud como conocimiento. De acuerdo con ella, el conocimiento de lo que es bueno es condición necesaria y suficiente de la virtud, siendo cualquier forma de vicio, mal o inmoralidad solamente el resultado de la ignorancia.
Metempsicosis o doctrina de la transmigración de las almas: Doctrina religiosa y filosófica de origen órfico que Platón adopta a través los pitagóricos y que sostiene una concepción dualista del hombre como un compuesto de cuerpo y alma. En ese compuesto, el auténtico hombre reside en el alma, teniendo el cuerpo el carácter de mera tumba o cárcel del alma. La doctrina incluye una escatología que Platón adoptará en la teoría del conocimiento como anámnesis o recuerdo.
Nóesis o conocimiento intuitivo: En el símil de la línea de Platón, forma de conocimiento más perfecta que consiste en la contemplación directa e intuitiva de las entidades que Platón llama Formas o Ideas. Grado de conocimiento propio de los filósofos que culmina en la contemplación de la Forma de Bien, principio primero de la verdad y la realidad en la República de Platón.
Pístis o creencia: En el símil de la línea de Platón, segundo grado de conocimiento, el más alto de la dóxa u opinión, cuyo correlato ontológico son las cosas físicas. Es el grado de conocimiento en que se encuentran quienes creen que no existe más realidad que la sensible.
Términos Aristotélicos
Acto (enérgeia): En la física aristotélica, presencia, existencia o realidad de una sustancia y/o de sus determinaciones.
Entelequia (entelécheia): En Aristóteles, el estado final de una sustancia, es decir, la plenitud, perfección o actualización completa de su forma como culminación del proceso de desarrollo de la potencia que en ella se contiene.
Filosofía primera, teología o metafísica: En la clasificación aristotélica de las ciencias, ciencia teórica que tiene por objeto las entidades que existen de manera separada y son inmutables. Debe su nombre al hecho de que la principal de estas sustancias es el Primer Motor o Dios (theós).
Física: En la clasificación aristotélica de las ciencias, ciencia teórica que tiene por objeto las entidades que existen de manera separada y están dotadas de movimiento.
Hilemorfismo: Doctrina típicamente aristotélica de acuerdo con la cual todas las sustancias naturales son compuestos de materia y forma.
Inducción: Procedimiento lógico en cuya virtud es posible obtener enunciados de alcance general a partir de enunciados que describen casos particulares.
Matemática: En la clasificación aristotélica de las ciencias, ciencia teórica que tiene por objeto las entidades que son inmutables pero no existen de manera separada.
Materia (hýle): En la metafísica aristotélica, coprincipio, junto con la forma, de cada sustancia que se encuentra en potencia respecto de ella. Término coextensivo con el de potencia y relativo a la forma.
Materia primera (próte hýle): En Aristóteles, principio metafísico que no posee existencia separada ni determinación alguna, que no es ningún ser en particular y cuya naturaleza reside en la condición de ser pura potencia, de poder ser, , recibiendo alguna forma, cualquier cosa.
Materia segunda o próxima (escháte hýle): En Aristóteles, materia definida de la que está hecha cada sustancia.
Movimiento (kínesis) o cambio (metabolé): En la física aristotélica, paso de la potencia al acto. Conjunto de procesos a través de los que las sustancias naturales hacen presentes, reales o actuales el conjunto de posibilidades inscritas en su naturaleza.
Movimiento o cambio accidental: En la tipología aristotélica del cambio, variaciones, alteraciones o cambios en las propiedades o accidentes de las cosas.
Movimiento o cambio cualitativo (o alteración): En la tipología aristotélica del cambio, proceso de cambio accidental mediante el que una sustancia adquiere propiedades nuevas o pierde propiedades que poseía. Un bebé al que crecen los dientes experimenta un cambio de este tipo: recibe la propiedad de ser dentado o pierde la de ser desdentado.
Movimiento o cambio cuantitativo: En la tipología aristotélica del cambio, cambio accidental en el que aumenta o disminuye la cantidad de materia que constituye una sustancia, como sucede en el crecimiento o la disminución o mengua de un hombre.
Movimiento o cambio local (o traslación): En la tipología aristotélica del cambio, proceso de cambio accidental en cuya virtud un ser pasa de estar ubicado en el punto A del espacio a estar ubicado en el punto B. Lo que nosotros llamamos movimiento en sentido estricto.
Movimiento o cambio sustancial: En la tipología aristotélica del cambio, procesos de generación y corrupción y creación y aniquilación a través de los cuales las sustancias aparecen y desaparecen.
Potencia (dýnamis): En la física aristotélica, conjunto de posibilidades inscritas en la naturaleza de una sustancia.
Privación (stéresis): En el análisis aristotélico del cambio o movimiento, punto de partida del proceso que desaparece como resultado suyo. Término coextensivo con el de potencia: que una sustancia tenga una determinada capacidad o potencialidad significa simplemente que actualmente está privada de esa forma de ser.
Sustancia (ousía): Aquello que existe por sí mismo y el sujeto del que se dicen los predicados sin que pueda él ser dicho de otra cosa.
Sustrato (hypokeímenon): En el análisis aristotélico del cambio o movimiento, principio permanente del cambio, aquello que decimos que cambia o que resulta afectado por el cambio, el sujeto que soporta el cambio.
Otros Términos
Movimiento sofístico (o Sofistas): Corriente intelectual de siglo V a. C. integrada por educadores profesionales conocidos como Sofistas que, en general, mantuvieron posiciones escépticas y relativistas en polémica con las cuales emergieron las posiciones de Sócrates y Platón.
Relativismo: Doctrina de acuerdo con la cual los principios teóricos y los valores prácticos encuentran su validez restringida a un ámbito definido (que puede ser un pueblo, una cultura o incluso un individuo), no existiendo, en consecuencia, valores ni principios de alcance y validez universales.