Los grados de conocimiento
Con frecuencia, oímos y utilizamos expresiones como las siguientes: “Yo opino que se debería incluir el Griego como materia obligatoria en el bachillerato de humanidades”; “Yo creo que mi amigo me es fiel”; “Yo sé que la tierra gira alrededor del sol”. Estos enunciados reflejan diferentes grados de conocimiento
La opinión → El primer enunciado expresa una opinión: un conocimiento que se toma como verdadero en función de razones con las que se puede intentar convencer a los demás, pero sabiendo que alguien puede ofrecer otras que permitan ver la cuestión desde otro punto de vista.
La creencia → El segundo enunciado manifiesta una creencia : un convencimiento subjetivo profundo que llega a fundamentar y orientar la conducta de quien la tiene. Aunque las creencias no tienen por qué ser irracionales, es difícil encontrar razones para justificarlas racionalmente ante los demás con la pretensión de convencerlos.
El conocimiento → En el tercero se comunica un saber : se admite con seguridad un conocimiento en función de razones sólidas que pretenden ser válidas intersubjetivamente.
Percibimos las cosas tal y como son
La percepción es esencial en nuestra vida, ya que nos facilita la información sobre el mundo, lo que permite nuestra adaptación al medio.
La información que recibimos del mundo son los estímulos y la respuesta del organismo son las sensaciones.
Percibir es atribuir un significado a un conjunto de sensaciones.
Los estímulos que recibimos varían continuamente; cambia la iluminación, el color, el tamaño o la forma por la perspectiva desde la que los vemos.
Pero hay una constancia perceptiva que nos permite identificar los objetos, aunque hayan sufrido variaciones.
Los criterios de certeza
Los seres humanos no solo queremos conocer verdades, sino también obtener una seguridad subjetiva de la verdad de lo que conocemos, es decir, tener certezas. Entendemos, pues, por certeza el estado subjetivo de asentimiento firme a un enunciado que consideramos verdadero.
Autoridad → nos fiamos de aquellas verdades que son defendidas por personas expertas en el tema. Nuestro grado de certeza aumenta cuando existe un consenso entre los expertos sobre el tema en cuestión
Coherencia → En el marco de la lógica y delas matemáticas, se aceptan con firmeza como verdaderos aquellos enunciados que se deducen de otros enunciados verdaderos.
Correspondencia con la realidad → En el ámbito científico, se produce mediante la contrastación experimental.
Evidencia → una verdad evidente es la que no admite la menor duda. Según descartes, las características de una verdad evidente son la claridad y la distinción con que se presenta al sujeto
Utilidad → en la línea del pragmatismo, la utilidad de un enunciado refuerza la certeza con la que se afirma su verdad.
El juego de la argumentación
Con frecuencia, nos vemos obligados a justificar ante los demás o ante nosotros mismos nuestras creencias, opiniones o acciones: tenemos que argumentar. La argumentación es una actividad lingüística que consiste en dar razones para presentar como validos nuestras afirmaciones o nuestros actos.
Cuando argumentamos, presentamos un conjunto de enunciados Conectados de tal modo que de ellos se sigue otro enunciado. Un argumento consiste en un conjunto de enunciados, llamados premisas, que se presentan como las razones que justifican la conclusión, la cual se deduce de algún modo de ellas. El nexo que existe entre las premisas y la conclusión se llama inferencia.
No se debe confundir la justificación de una conducta con su explicación. Así, estar enfermo es una buena razón para justificar la falta de asistencia a clase; sin embargo, tener un examen muy difícil a tercera hora puede explicar la falta de asistencia a segunda hora, pero no justificarla.
Elementos constructivos de un argumento
Veamos el siguiente informe de un profesor para dar razón del suspenso de un estudiante:
a. La calificación obtenida por el trabajo cotidiano en clase es de uno sobre cuatro. La calificación del examen es de dos sobre seis.
b. Para aprobar la evaluación es necesario que la suma de los dos apartados (trabajo de clase y examen) sea igual o mayor que cinco.
c. Así está establecido en los criterios de calificación recogidos en la programación del departamento y aprobados por el Consejo escolar.
d. Luego, me ratifico en la calificación de insuficiente
Las premisas son las razones (a, b y c) que se presentan para justificar la conclusión (d) que»se sigue» de ellas.
En muchos argumentos, como en el anterior, podemos distinguir, además, los siguientes elementos constructivos:
→ Tesis: el enunciado que se quiere justificar Generalmente, la conclusión. En nuestro ejemplo, el enunciado d.
→ Razones: los hechos que se presentan para justificar la tesis (enunciado a).
→ Garantía: permite a las razones prestar apoyo a la tesis (enunciado b)
→ Respaldo: base ultima de la que depende la fiabilidad de la garantía (enunciado c).
Argumentación irrelevante
Cuando un participante introduce sin autorización un tema nuevo o dice algo no procede en ese momento, se viola la regla de la relevancia (c.5). En estos casos, su intervención puede ser rechazada por irrelevante
Argumento ad hominen o ataque personal → estos argumentos pretenden refutar una opinión atacando a la persona que la mantiene. Se produce, así, no un debate sobre la verdad de una afirmación o la conveniencia de una propuesta, sino la des-calificación personal del adversario
Argumento ad baculum (“al bastón”) → estos argumentos acuden a amenazas para conseguir que el interlocutor acepte una determinada opinión. Con estos argumentos no se pretenden tanto convencer como asustar.
No pretende convencer al auditorio, sino apelara sus sentimientos para conseguir que se adhiera a una propuesta. Se incluyen en este grupo aquellos argumentos en los que se defiende una opinión por el hecho de que todo el mundo» está de acuerdo con ella (argumento ex populo). Es frecuente también acudir a la «naturaleza» a la normalidad», la «lo que hace la mayoría» para justificar una opinión o una conducta.