HOBBES

El hombre vivió en una época en un estado de naturaleza, es una hipótesis, aunque no haya sucedido así en la realidad, ello no invalida el modelo. Este se asemejaba más a un estado de guerra, pues cada cual se procuraba por sus propios medios la defensa de sus intereses en contra de los demás, es una lucha constante de todos contra todos. Cada quien es responsable de sí mismo, de su vida y de sus pertenencias, pues no hay un poder común al cual estén sometidos y que les imponga un orden.

Hobbes tiene una concepción pesimista del hombre, pues lo ve como un ser egoísta y dominado por sus deseos y pasión. En consecuencia, es un ser desconfiado y temeroso de su vida y su seguridad, concibe al hombre como un ser que nace libre, no sometido al poder espiritual alguno. Al ser todos iguales, todos tienen derecho a defenderse.

En este estado de naturaleza no hay nada justo ni injusto puesto que no hay instituciones, no hay ordenamiento jurídico, no hay religión, no hay nada que vincule a los hombres frente a los otros y frente a ellos mismos. Son libres como un ius, son racionales, calculadores, determinan su fin. El hombre actúa conforme a su ego, en este estado de naturaleza el hombre es egoísta, vil, antisocial y se convierte en lobo, una guerra de todos contra todos.

El hombre en este estado de naturaleza vive temeroso y en un estado de angustia constante, en un permanente peligro de muerte. Es por ello que para poder salir de este estado miserable de angustia y para poder lograr lo mínimo necesario para una vida confortable, crean el Estado, el cual es formado a través de un contrato o pacto mutuo entre todos los hombres. Todos y cada uno instituyen a un solo hombre para que utilice los medios y la fortaleza de todos de la manera que juzgue conveniente, para lograr la paz, la armonía y el bien común.

A través de este acuerdo de voluntades, todos y cada uno de los hombres ceden la totalidad de sus derechos a ese hombre, de modo que quedan sometidos a su voluntad, se convierten en sus súbditos, a cambio de protección y seguridad. Esta cesión de derechos es irrevocable y, por tanto, si algún hombre quisiera desobedecer al soberano, será llamado rebelde o subversivo y el soberano puede disponer de su vida o sus bienes.

Cabe destacar que dicho contrato vincula a los hombres y no al soberano, el cual no está sometido a la ley, solo es él quien la dicta. Dice que la mejor forma de gobierno es la monarquía, puesto que la soberanía no puede dividirse y al estar concentrada en una sola persona se garantiza el orden y la obediencia. Justifica que, si bien tiene inconvenientes concentrar tanto poder en una sola persona, esto es preferible a un estado de guerra.

Su concepción de Estado es absolutista: el soberano concentra el poder y los súbditos le deben total obediencia como fruto del acuerdo que todos convinieron para crear el Estado.

LOCKE

Propone un modelo similar, en su teoría el estado de naturaleza no es una hipótesis, plantea una visión pragmática. Los hombres no tienen un poder común, pero tienen una ley natural, tienen una conciencia moral. Dios nos hizo a todos y nos da el libre albedrío. Puede haber controversias entre los hombres, pero el hombre puede resolverlas sin llegar a un estado de guerra. En consecuencia, el hombre es bueno, social, generoso.

Según Locke, en el estado de naturaleza, el hombre no vive necesariamente en el estado de guerra permanente, sino que, al no existir un tercero imparcial para dirimir conflictos, cada quien debe defender sus intereses aplicando la ley natural. El problema es que el ser humano tiende a ser subjetivo en la evaluación de las situaciones, para sí mismo no juzgará de manera imparcial y para con su prójimo pudiera incluso actuar con mayor severidad que para sí mismo. En consecuencia, se hace necesario buscar ese tercero que sea imparcial, que garantice la aplicación de la ley y que proteja los derechos de todos.

Ve al hombre de una manera optimista, considera que el hombre es bueno por naturaleza, propone que el hombre nace con derechos: vida, libertad y propiedad, además postula la igualdad entre todos.

Para los hombres, la necesidad de crear un Estado no es tan imperiosa, lo crean por conveniencia, para evitar y remediar los inconvenientes. Los hombres se ponen de acuerdo para crear una forma de vida que les permita vivir en armonía, garantizar sus derechos y es a través de un acuerdo de voluntades que crean el Estado, al cual ceden parcialmente sus derechos para que este sea el encargado de garantizarlos y de castigar a quienes los violen, así como disponer la forma en que se han de reparar los daños.

Este acuerdo o contrato vincula a todos, inclusive al gobernante, el cual es revocable si se incumple con lo pactado, por lo cual se dice que hay derecho a rebelión. Los hombres son ciudadanos, ya que no le deben obediencia ciega al soberano.

El Estado que se propone es liberal, ya que se basa en la idea de libertad y de mínima intervención en la vida de las personas. El gobierno se denomina República, ya que debe existir un senado y un parlamento, propone la separación de poder. Se hace una crítica a la monarquía por cuanto nadie puede considerarse superior a los otros y, por tanto, también le deben obediencia a la ley.

DIFERENCIAS

SEMEJANZAS