Humanismo y el Sentido de la Vida
El Humanismo y su Impacto en la Cultura
Humanismo: El hombre estudia la naturaleza y la explica por leyes, esto es ciencia. También el mismo hombre puede ser objeto de reflexión, esto lo estudia la filosofía. Pensadores se han preguntado por el sentido de la vida humana. La palabra humanismo se asocia al movimiento del siglo XV, se le llama humanismo a todas esas visiones de sentido.
Cultura: Es el conjunto de conocimientos, de normas, de costumbres, creencias y de formas de vida que existen en una sociedad y sirven para dar el sentido de la vida del hombre que viven en esa sociedad.
Caracteres del Humanismo:
- La persona es y debe ser el centro del mundo: Es lo más importante y digno de la realidad.
- El ser humano se diferencia de la naturaleza: Procede de ella pero no es un ser como los demás.
- Tiene una dignidad absoluta: Es un fin en sí mismo y no se le puede convertir en medio o instrumento para nada.
- Es el protagonista de la historia: Por medio de su libertad y es así como construye su destino colectivo.
Perspectivas Filosóficas sobre la Religión y el Sentido de la Vida
Ludwig Feuerbach: La Ilusión de Dios
Feuerbach, discípulo de Hegel, escribió la «Crítica de la filosofía hegeliana». Dice que Dios no existe, es algo que el hombre se imagina. Dice que Dios no creó al hombre, es el hombre quien creó a Dios.
Ideas principales:
- El hombre se distingue de los animales porque puede desarrollar una conciencia de sí mismo.
- El hombre es religioso por alienación.
- Quiere la «muerte de Dios» para que el hombre pueda ser él mismo.
Sigmund Freud: La Religión como Mecanismo de Defensa
Freud, psicoanalista, escribió dos obras importantes: «El porvenir de una ilusión» y «Tótem y tabú». Dice que la religión es una enfermedad que nos hace ser obsesivos y compulsivos. Dios para Freud es una ilusión y dice que la religión es un mecanismo de defensa.
Ideas principales:
- El Ello: Es la parte instintiva de nuestra personalidad, el motor de nuestras acciones. El principio del Ello es el principio del placer.
- El Superyó: Se basa en los ideales por los que nos regimos y nos juzgamos. Representa la exigencia ética y moral de las personas. Funciona según el principio del deber.
- El Yo: Funciona según el principio de realidad. El Yo es la conciencia.
Teoría del Padre y del Hijo:
Buscamos un ideal en un ser externo que es Dios en caso de perder a un padre.
Nietzsche y el Superhombre
Nietzsche, autor de «Así habló Zaratustra» y «El Ecce Homo», proclama la «muerte de Dios» y critica la moral cristiana. No está en contra de Dios, simplemente no le gustaba la sistematización de Dios.
Ideas principales:
- Solo existe lo que vemos.
- Debe haber un mundo verdadero e incondicionado.
- Con la muerte de Dios, surge una nueva humanidad representada por el Superhombre.
El Superhombre:
Una persona consciente de lo que hace y lo define nuestra fuerza de voluntad.
Albert Camus y el Absurdo de la Existencia
Camus, autor de «El extranjero», «El mito de Sísifo» y «La peste», dice que el problema del hombre es el sufrimiento. El sentido del mal el hombre lo encuentra, tiene que surgir el héroe para vencer al sufrimiento (problema del hombre) que sacrifica su vida para encontrar la felicidad.
Ideas principales:
- Busca el sufrimiento y el dolor.
- Sus ideas ponen relieve a los elementos absurdos de la existencia humana.
- Rechaza un mundo en el que los inocentes sufren y cree que es posible terminar con esto.
Mounier y el Personalismo
Mounier, católico, inicia el personalismo.
Ideas principales:
- La persona es un proyecto que se basa en:
- Vocación: algo a lo que estamos llamados.
- Comunión: soy en la medida que me relaciono con los demás.
- Encarnación: la conciencia de que la persona se realiza en un lugar concreto.
- El valor fundamental.
- La civilización personalista.
Idolatría y Magia
Idolatría: Consiste en tomar como absolutas realidades de nuestro mundo, cosas que no son sobrenaturales que son simplemente objetos que son divinizados por el hombre.
Magia: Conjunto de actos que se realizan con el objetivo de dominar las fuerzas ocultas y orientarlas en beneficio del que está realizando la magia. En ella el hombre busca su propio beneficio.