4.El ser humano para Hume todas las ciencias están vinculadas a la naturaleza humana, pues son parte de los conocimientos humanos y están sometidas al juicio del hombre. Son todas ellas, esfuerzos racionalizadores.Y la naturaleza humana es un hecho inmediato, por lo tanto, algo que no es válido como universal y necesario. No puede ser la causa profunda del comportamiento del hombre, justamente porque, según Hume, no existe una conexión causal necesaria. La naturaleza humana no es pues sino la manera en que sentimos las cosas, algo que no depende de nuestra voluntad y no podemos suscitar o silenciar según deseemos. Y depende de esa naturaleza humana el que ciertas representaciones, las que llamamos reales, estén acompañadas de un sentimiento de creencia y fe, ya que no confía a las vacilantes deducciones de nuestro razonamiento sino a un instinto o tendencia mecánica que pueda ser infalible en sus operaciones el desarrollo de su vida, su supervivencia, en última instancia.El empirismo de Hume hace de la naturaleza humana la medida de la razón y no permite que sea la razón la que determine el sentido y valor, la medida, del hombre. Hume estudia la moral en el Tratado, libro III, y le dedica una obra independiente:
Investigación sobrelos principios de la moral (1725). El problema que plantea es la fundamentación de la moral: si se basa en la razón o en el sentimiento. H. reconoce que la razón desempeña un papel importante: analizar nuestras acciones y considerar si son útiles o beneficiosas. Pero H. considera la razón nada más que un instinto maravilloso y oscuro que nos hace seguir cierto encadenamiento de ideas,Y afirma que el puro análisis racional es incapaz de impulsar a la acción; en efecto, se necesita que se muestre un sentimiento, en orden a dar preferencia a lo útil por encima de las tendencias perniciosas. Este sentimiento no puede ser otro que cierta sensibilidad ante la felicidad de la humanidad y el repudio de su miseria. Además, define la virtud como cualquier acción o cualidad mental que le produce a un espectador el sentimiento agradable de aprobación. La ética de Hume, al basarse en el sentimiento, es emotivista y por ello enlaza con la línea de Shaftesbury(+1713), Hutcheson (+1747), y Butler (+1752). Pero además, Hume afirma que en muchos casos nos agrada lo que es socialmente útil, y nos desagrada lo que es socialmente perjudicial. Por lo tanto, a su parecer, la utilidad que fundamenta la valoración moral es la utilidad para la vida social. En efecto, el hombre tiene que desarrollar su vida entre sus semejantes y por ello no puede permanecer indiferente ante ellos. De hecho, Hume considera que el egoísmo individual no es el único móvil de la acción humana, pues el bienestar y la felicidad individual son inseparables del bienestar y la felicidad colectivos. A este respecto desempeña un papel importante el sentimiento de simpatía. Los seres humanos podemos hacernos una idea de las pasiones de otro individuo a través de la conversación con él o de signos externos como lágrimas o gestos. Esta idea puede alcanzar tal vivacidad que de lugar a una pasión en nosotros (una impresión de reflexión).
5.La sociedad
La utilidad social es también el fundamento de lo que Hume considera máxima virtud política: la obediencia, sin la cual la sociedad no podría subsistir. las posiciones de Hume resultan más conservadoras que las de Locke: el primero fue un tory, un miembro activo del partido conservador británico, mientras que el segundo estaba en la línea de los Whigs, el partido liberal.
Hume se ocupa de la teoría del pacto social en un ensayo titulado
El contrato originario
La considera verdadera en lo que respecta a las afirmaciones de que el origen del poder está en el pueblo y de que los seres humanos cambian su libertad natural por las leyes para conseguir paz y orden. Y señala que, de hecho, la mayoría de los gobiernos surgen de la usurpación, la conquista o la revolución. Por lo tanto, no parece necesario buscar una fundamentación transcendente a la legitimidad del poder: los hechos consumados y la utilidad misma lo fundamentan. Sin embargo, sorprendentemente, Hume acepta en parte la tesis -opuesta al contractualismo- del origen divino del poder, ya que afirma que todo sucede según los planes de la providencia. También considera que los supuestos estado de naturaleza y contrato social son ficciones, son indemostrables. La sociedad surge desde las familias por la búsqueda de lo útil para satisfacer las necesidades. Y los deberes de los ciudadanos se fundamentan en la necesidad de mantener la sociedad. Lo cual no sería posible sin la obediencia civil, sin el respeto a la propiedad ajena o sin el cumplimiento de las promesas. Es la línea utilitarista seguida también por Adam Smith y J. Bentham.
6. Dios
Hume afirma que la idea de Dios surge al reflexionar sobre las operaciones de nuestra mente y al aumnetar indefinidamente aquellas cualidades de bondad y sabiduría. Además, Hume niega la validez de las pruebas de la existencia de Dios:
Como luego hará Kant, critica el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury utilizado también por Descartes. Y argumenta que la proposición Dios no existe no encierra ninguna contradicción, pues la existencia es una cuestión de hecho y, por lo tanto, no hay nada que exista necesariamente.
En cuanto a la prueba cosmológica, dado que se basa en el principio de causalidad y, según Hume, éste no es más que una ley de la mente que rige la combinación de ideas, tampoco es válida. Además Hume critica el concepto de religión natural.
, Dios habría transmitido un sentimiento religioso a todos los hombres, pero, con el paso del tiempo, se habría ido degradando y habría dado lugar a las distintas religiones históricas. Hume señala, en cambio, que hay individuos y pueblos enteros que carecen de sentimiento religioso alguno, que los sentimientos religiosos varían de un pueblo a otro y aún de individuo a individuo y que la historia natural de las religiones muestra que las primeras fueron politeístas, por lo que las tesis de la religión natural quedarían invalidadadas. Para Hume la religión ni siquiera es una superstición útil, pues afirma que los pueblos o épocas con sentimientos religiosos fuertes son más desgraciados que los que ni siquiera consideran el sentimiento religioso.. Como la moral, la religión surge de los sentimientos.
La ignorancia y el miedo a lo desconocido hacen que los hombres intenten lograr el favor de los dioses adorándoles. El monoteísmo aparece cuando los hombres atribuyen todo tipo de cualidades a un dios hasta hacerle infinito. Y este tipo de religión, aunque supone cierta racionalización, es más peligrosa, pues fomenta el fanatismo y la intolerancia.
Además de fomentar en los hombres sentimientos destructivos de sometimiento, autohumillación, penitencia, pasividad frente al sufrimiento, etc.