Hume y el empirismo radical
Dado que Hume es uno de los principales filósofos empiristas, y el más radical, defendió que todos nuestros contenidos mentales son percepciones provenientes de la experiencia, con lo que llega el innatismo (existencia de contenidos mentales previos a la experiencia, defendida entre otros por los filósofos racionalistas).
La teoría de Hume
Hume afirma que el pensamiento humano está reducido a límites muy estrechos, puesto que todos estos entendidos mentales, resultan la unión y modificación de percepciones (impresiones e ideas) suministradas por la experiencia: es decir, las impresiones son el límite del pensamiento. En estas impresiones e ideas se establece una relación de necesidad, puesto que las ideas no son más que copias intensas de las impresiones, y por tanto, para que una idea pueda ser considerada válida esta debe provenir de la experiencia.
Clasificación de contenidos mentales
Esta pareja de naciones, impresiones e ideas, hace referencia a la clasificación de contenidos mentales que diferencia Hume en sus teorías. Hume dedicó gran parte de su filosofía al examen del conocimiento humano. Como Locke, y frente a Descartes, aplicó el principio empirista, según el cual todos los contenidos de nuestra mente proceden de la experiencia y dependen de ella y clasifica estas percepciones según el grado de intensidad o vivacidad, en impresiones (más intensas, ya que son las sensaciones inmediatas de la experiencia) e ideas (imágenes o copias de las impresiones, menos intensas que estas, producto de la imaginación y la memoria).
Platón y el dualismo
La teoría de las ideas es el núcleo de la filosofía platónica, el eje, a través del cual se basa todo su pensamiento. Se centra en la visión dualista de la realidad, basada en dos mundos.
El mundo de las ideas
Según esta teoría el primer mundo es el mundo de las ideas y donde es posible la ciencia (epistema). Tiene características de Parménides, es decir, Platón reconoce que existe algo que no cambia, aunque no niega el mundo de lo sensible. Para Platón este mundo es el único mundo real, ya que las ideas de Platón son subsistentes, es decir, tienen existencia propia. Inspirado en Pitágoras y su amor a las matemáticas.
El mundo sensible
El segundo mundo es el mundo sensible, un mundo aparente y sometido al cambio, es decir, tiene características de Heráclito. En este mundo no se puede hacer ciencia, pues Platón acepta que no sea posible hacer ciencia sobre aquello que está en constante cambio, por ello, el conocimiento verdadero no puede tratar de los objetos sensibles.
Dualismo platónico
Todo lo anterior se aplica al ser humano mediante el dualismo platónico, según el cual, el hombre está dividido en dos; alma y cuerpo. El alma a su vez se divide en tres partes: alma racional (es inmortal, está situado en el cerebro y forma parte del mundo de las ideas) el alma irascible (donde surgen las pasiones, es la fortaleza humana y muere con el cuerpo) el alma concupiscible (donde surgen los apetitos, es la templanza humana y es mortal).
Crítica de Aristóteles a Platón
Aristóteles critica a Platón por no hacer justicia con los seres de este mundo. La filosofía debe explicar la realidad y asumir que las cosas físicas son seres, aunque sean muchos y estén en movimiento. Para Aristóteles que se inspira en las ciencias empíricas, hay que partir que los verdaderos seres son reales y existentes. A estos seres los llama sustancias primeras, las cuales son los modelos de ser. Aristóteles dirá que Platón no resuelve los problemas de la filosofía, sino que los duplica.
El empirismo y la Ilustración
La vida de Hume transcurrió durante el auge de la Ilustración, un movimiento ideológico que confiaba en la capacidad de la razón para resolver todos los problemas humanos. Este movimiento tuvo en Inglaterra un serie de características peculiares como el desarrollo de las teorías políticas liberales iniciadas por Locke.